¿Qué Desharía Jesús?Muestra

¿Qué Desharía Jesús ... En Mí?

Acabo de terminar de editar los primeros cuatro días de este Plan Bíblico. No fue fácil.

Para ser claros, no fue la edición lo que fue difícil. Has escuchado de escritores talentosos y honestos. Leer este Plan Bíblico fue difícil cada día, cada Pasaje Bíblico parecía que hubiera sido escrito para mí. ¿Te identificas?

Sabes cuándo sientes que necesitas pararte y comenzar a avanzar en tantos lugares que te quedas sentado preguntándote ¿cómo hacerlo todo?

Día 1: Indiferencia ... a veces, bueno, tal vez mucho.

Día 2: Adoración vacía ... sí.

Día 3: Hipocresía ... ¡marcado!

Día 4: Orgullo espiritual ... ¡Ay! Doble marcado.

¿Qué haces cuando tu fe quiere una visita al doctor y una receta para "todas las cosas"? Comienzas leyendo Lucas 5:31 para recordar que Jesús vino por los enfermos.

Haces lo que sugiere este Plan Bíblico y preguntas: "¿Qué desharía Jesús en mí?". Y escuchas su voz por medio del Espíritu Santo, las Escrituras, la enseñanza piadosa y el consejo sabio.

Mientras escucho, creo que Jesús me está ayudando a deshacer mi omisión del Evangelio.

El Evangelio significa literalmente buenas noticias. Es la mejor noticia de Dios que envió a su Hijo, Jesús, para salvarnos a ti y a mí de todo lo que se interponga entre nosotros y él. No importa cuánto tiempo lo hayas escuchado, el Evangelio nunca son noticias viejas. Siempre son buenas noticias.

Cuando la indiferencia me impide tomar medidas o hacer cambios, es el Evangelio el que me fortalece y me da poder para seguir adelante.

Cuando confundo la adoración vacía con la adoración vivida ... esa es mi oportunidad de arrodillarme frente a Jesús en humilde gratitud por su Evangelio escandalosamente generoso.

Cuando la hipocresía se cuelaen la crianza de mis hijos ... esa es una oportunidad para mostrarles a mis hijos cómo nadie, ni siquiera papá, es más grande que el Evangelio.

Cuando el orgullo espiritual más bien flexiona el músculo intelectual o el conocimiento bíblico, puedo hacerme a un lado y confesar mi necesidad del Evangelio.

—Jason, Usuario del Evangelio

Ora: Jesús, gracias a Ti, he dejado de omitir el Evangelio.

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