Atreviéndonos a imaginarMuestra

El Espíritu de Dios y la Palabra de Dios son el combustible de tu imaginación. Estos son dos recursos que Dios provee para energizar tu sueño de modo que no te quedes sin gasolina. 

En Juan 14:16-17, Jesús dijo: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. El Espíritu de verdad[El Espíritu Santo de Dios]. Vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará EN vosotros” (RVR1960).

El Espíritu Santo trabaja en ti para darte el poder que tú no tienes. Eso no viene de la auto-ayuda de la psicología o de la actitud de una mente positiva. 

El otro recurso para reabastecerse es la Palabra de Dios. Salmo 119 dice: “Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley. . . Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas” (vv. 18, 27 RVR1960).

¿Cómo puedes hacer esto? Encuentra un lugar tranquilo cada día donde puedas enfocarte en Dios. Cuando estás tranquilo y relajado Dios puede comunicarse contigo mucho mejor.

Escucha a Dios mientras lees Su Palabra y habla con Él en oración. Esta es la llave para mantener una visión y un sueño para toda tu vida. Escribe esto: La clave para una imaginación más fuerte y saludable es un tiempo de tranquilidad diario.

Tú necesitas estar en la Palabra y necesitas estar en el Espíritu. Necesitas desarrollar este hábito para alimentar tu sueño de por vida cada día.

Dios te usará si solo dices sí. Y Él usará tu imaginación para que eso pase. Grandes vidas son construídas por grandes sueños. 

Oración:

Jesús, Tú dijiste que con Dios todas las cosas son posibles. Ahora yo busco Tu dirección para mi vida. No lo estoy haciendo por mi propia habilidad. Lo hago por Tu habilidad. No estoy buscando qué puedo hacer; estoy buscando que puedes Tú hacer. Voy a dejar que el tamaño de mi Dios determine el tamaño de mi sueño. Ayúdame a moverme en contra de mis dudas y mis miedos. Me muevo hacia adelante porque todas las cosas son posibles para Ti. En el nombre de Jesús oro, amén.