Santidad, ante todoMuestra

Reflexionaremos sobre las consecuencias de lo que hacemos, dicho de forma popular “con toda la intención”. Te recuerdo lo que muchas veces ya has de haber escuchado “del ojo de Dios no puedes esconderte”, y así es porque Dios está en todas partes. El orgullo de nuestros corazones nos puede llevar a pensar que somos superiores a otros y entonces nuestra mente también se engaña y comenzamos a convertirnos en abusadores o en consentidores del abuso que otros cometen y tu conciencia tranquila, no te das cuenta de que estas llevando mal a tu vida hasta que ya es demasiado tarde y tu vida se convierte en un desastre. Pierdes tus bienes materiales, tu trabajo, tu salud, tus amigos, tu familia. Pides ayuda y nadie te contesta, buscas a tus amigos y te dan la espalda. Todo lo que creíste que era ya no es, la mentira llega a su fin. Afortunadamente los juicios de Dios en la actualidad ya no son tan implacables como en los tiempos que se escribió esta parte de la Biblia. Esta historia se puede repetir todos los días en pequeñas dimensiones. Busca como vivir de acuerdo con los estándares de Dios, disfruta de hacer lo bueno.