La manera correcta de trabajarMuestra
Tú y tu trabajo
Tu trabajo le importa a Dios. Todos trabajamos. No todos somos empleados, pero todos trabajamos. El trabajo incluye voluntariado, tareas domésticas, tareas escolares, jardinería y otras formas de trabajo.
Dios nos hizo para trabajar. Él trabaja, y como estamos hechos a su imagen, trabajamos. El trabajo abarca una gran parte de nuestras vidas, y Dios quiere que sea una fuente de realización y satisfacción, no una fuente de frustración y agotamiento.
En Efesios 6, Pablo se dirige a seguidores de Cristo, que son esclavos en el imperio romano. En el versículo 7, él les da el principio rector, que sostiene todo nuestro trabajo como cristianos: «Realiza tu trabajo con buena voluntad, como para el Señor y no para el hombre». Aquí está el principio fundamental para cada cristiano en su trabajo: Trabaja para el Señor.
El principio es simple pero profundo, y puede transformar nuestro trabajo. Como seguidores de Jesús, no trabajamos para un jefe humano, clientes o pacientes. Tampoco trabajamos para un cheque de pago o para la jubilación. Por el contrario, trabajamos para el Señor. Trabajamos para complacer al Señor y honrarlo. Trabajamos como una expresión de adoración a Dios. De hecho, porque lo hacemos para el Señor, nuestro trabajo se transforma en adoración. Cada pequeño acto de trabajo, se invierte con significado y dignidad porque lo hacemos para Jesús.
Howard Hendricks, quien fue mentor mío en el seminario, me contó una vez sobre su participación en un vuelo de American Airlines que se retrasó durante seis horas. Como se puede imaginar, los pasajeros se enojaron mucho. Un hombre era especialmente difícil con una azafata, y sin embargo, la azafata era un modelo de gracia y amabilidad. Después de un largo tiempo, Hendricks comentó a la azafata,
«He quedado muy impresionado con la forma en que manejó a ese pasajero difícil. ¿Podría darme su nombre para poder escribir a la empresa para la que trabaja?» La respuesta lo sorprendió. «Señor, muchas, muchas gracias. Pero debe saber que no trabajo para American Airlines. Señor, trabajo para Jesucristo».
Continuó explicando que era cristiana desde hacía seis meses, y que tres meses antes había llevado a su esposo al Señor. Sus vidas se habían transformado por completo. Antes de cada viaje, ellos oraban juntos por su ministerio en el vuelo. Esta azafata, era una nueva cristiana que entendía de qué se trata el trabajo.
En definitiva, el trabajo es un acto de adoración.
Cuando trabajes, hagas lo que hagas, hazlo para el Señor. Para ti, Señor, para ti.
Transforma tu trabajo en adoración.
Escrituras
Acerca de este Plan
En la carta de Pablo a los efesios, realiza muchas preguntas a la iglesia sobre la naturaleza de su relación con su Salvador y cómo afecta la vida del creyente. Estas selecciones de Efesios 6, son una reflexión sobre varios temas prácticos en la vida de un cristiano: la crianza de los hijos, la oración, el trabajo y la guerra espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells y a El Centro Network por proporcionar este plan. Para más información de estas organizaciones ingresa a http://www.jeffhwells.com y http://elcentronetwork.com