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 ¿Cómo puedo usar mejor mi tiempo para servir a Dios y a los demás?

El libro de Proverbios del Antiguo Testamento es una colección de palabras breves de sabiduría unidas libremente entre sí para enseñarle al lector habilidades de vida, incluyendo la administración del tiempo. El último capítulo del libro es único. En detalle describe las actividades diarias de la «mujer ejemplar», quien es esencialmente la personificación de la sabiduría. La manera en la que intercalaba sus responsabilidades al mismo tiempo de mantener los propósitos de Dios en el centro de todo ello es una inspiración para cada seguidor de Dios [lee Proverbios 31:10-31].

Cuando damos nuestro tiempo para servir a los propósitos de Dios, particularmente a los que no nos pueden corresponder, Dios no solo lo nota, sino que también nos recompensa grandemente [lee Mateo 25:31-46].

VERSÍCULO CLAVE

«Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él» (Colosenses 3:17, NVI).

IDEA CLAVE

Ofrezco mi tiempo para cumplir con los propósitos de Dios.

APLICACIÓN CLAVE: ¿Qué cambio produce esto en mi modo de vivir?

Une la práctica de la oración con la práctica de ofrecer tu tiempo. Pídele a Dios que te muestre cómo usar tu tiempo sabiamente y en tal manera que le traiga gloria a Él.

Darle acceso total a que te hable en cualquier momento con respecto a tus planes va a marcar la diferencia a medida que sirvas en su nombre en tu pequeño rincón del mundo.

El autor de Job nos dice: «Los días del hombre ya están determinados; tú has decretado los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar» (Job 14:5, NVI). Multiplicar depende completamente de Dios. Tú das; Él multiplica. ¿Qué pasaría si cada mañana o cada noche oraras: «Padre, mi tiempo es tuyo, muéstrame, dirígeme, háblame acerca de lo que quieres que haga, acerca de cómo usar este precioso don sabiamente»; y que después lo escucharas, confiaras en Él y lo obedecieras?