7 Atributos de DiosMuestra

Santidad

Nadie es como nuestro Dios. Es santo y perfecto en razón y acción, esencia de la luz limpia y pura del amor y la gloria. Es único entre los dioses sin vida de las naciones.

Dios eligió mostrar Su grandeza y bondad en una relación especial con el pueblo de Israel. Con la bendición de Su cuidado y provisión vino una expectativa de que el pueblo se consagraría y sería santo como Él es; no divinos, pero separados y únicos en la forma de adoración y conducta diaria. El llamado a ser santos no era simplemente para que Israel pareciera diferente de otros pueblos; se esperaba que fueran santos por asociación, porque Dios es santo. La vida cuidadosa que ellos llevaban en concordancia con los pedidos de Dios ayudaba a identificarlos como Su pertenencia.

Dios dio leyes para la correcta interacción con el pueblo y las cosas a su alrededor. Sus mandamientos estaban conectados con el objetivo de permanecer limpios y puros. Algunas leyes aclaraban lo que no se debía tocar o comer; estas cosas harían a la persona impura. La carta de estas leyes aplicaban sólo al antiguo Israel, pero el espíritu de ellas continúan aplicándose al pueblo de Dios hoy. Como los hebreos, somos llamados a la santidad en cada área de la vida (1Pe 1:14 – 16).

Jesús trajo nueva luz a lo que significa ser limpio. Enseñó que lo que nos santifica viene de adentro; desde el corazón, no de las cosas que tocamos o comemos (Mt 15:1 – 11). Los cristianos viven bajo la protectora gracia de Dios. Nuestro perdón es completo y permanente, no tememos la deshonra que lleve a la pérdida de la justicia que nos fue dada por Cristo. Tocamos y comemos en una cuidadosa libertad construida sobre el Espíritu Santo que vive en nosotros y nuestro discernimiento del pecado.

Somos santos debido a Jesús (Heb 10:10) La Biblia nos llama a seguir creciendo en la santidad al separarnos del pecado (1Th 4:1 – 8). Los cristianos son personas compradas. Dios tiene todo el derecho de esperar nuestra obediencia a Sus preferencias por cómo vivir nuestros días en la tierra. Cuando vivimos vidas santas, nos distinguimos como personas de Dios y lo honramos a través de una feliz obediencia.

Oración de hoy:

Jesús, gracias por hacerme santo. Ayúdame a ser más santo al buscarte cada día. Ayúdame a vivir una vida que te honre a Ti. Amén.

Devocional extraído de La Biblia de Jesús, Edición NVI