Los Juegos Olímpicos de Invierno y la BibliaMuestra

La Biblia Inspira a Anne Abernathy a lo Largo de su Permanencia en la Carrera Olímpica

La llamaban la «Abuela Luge». 

No, Anne Abernathy no fue literalmente abuela a lo largo de su carrera olímpica, pero casi siempre fue la mayor de todos. A los 29 años se embarcó en una travesía insólita como una atleta de luge competitiva representando a las Islas Vírgenes de los EE.UU. que duró casi veinticinco años.

Antes de competir en seis Juegos Olímpicos de Invierno fue actriz profesional, y le dijo a TheGoal.com que un versículo bíblico musical tenía un significado especial para ella en la pista también:

«Porque Tú has sido mi ayuda, y a la sombra de Tus alas canto gozoso» (Salmos 63:7, NBLH).

Abernathy hizo su primera aparición olímpica en los juegos de 1988 en Calgary donde se convirtió en la primera mujer de las Islas Vírgenes en competir en los Juegos Olímpicos de Invierno. Sin que el público lo supiera, estaba siendo tratada por un linfoma no hodgkiniano en esa época y lidió con el cáncer varias veces durante su carrera. 

También compitió en los juegos de 1992 en Albertville, los juegos de 1994 en Lillehammer, los juegos de 1998 en Nagano, los juegos de 2002 en Salt Lake City (donde se convirtió en la mujer de mayor edad en competir en cualquier justa olímpica de invierno) y en los juegos 2006 de Torino (donde rompió su propio récord a los 53 años de edad).

Durante su carrera, Abernathy tuvo varios momentos difíciles. En 1999, se rompió una rodilla y un hombro. Dos años después, sufrió una lesión severa en la cabeza que la dejó inconsciente en el fondo de la pista durante veinte minutos. Abernathy perdió tres años de recuerdos y sufrió desmayos y convulsiones, pero aún así, venció las probabilidades que tenía en contra para volver a tiempo para los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City.

«Aferrarme a la Palabra de Dios me ha ayudado a seguir adelante», dijo en Path To Victory: A Winter Sports New Testament [El sendero a la victoria: Nuevo Testamento de los Juegos de Invierno].

En esa misma historia compartió cómo Romanos 8:26 la ayudó a manejar la pérdida de su madre e hizo referencia a Hebreos 12:1-12 como el pasaje que también ha sido importante para ella durante desafíos difíciles.



 

«Veo las dificultades y las pruebas como parte de mi entrenamiento y creo que me han hecho fuerte —dijo Abernathy—. Cuando estás pasando por momentos de prueba, no siempre tienes las respuestas, así que te animo a seguir volviendo a la Palabra de Dios y a seguir orando. Cuando perseveras, sales siendo una persona mucho más fuerte».