Profecía Y PromesaMuestra

Habrá hambres y terremotos Uno de los resultados más tristes de la rebelión de Adán y Eva es que toda la naturaleza está fuera de control. El hermoso mundo que Dios hizo para que fuera nuestro hogar ahora lucha con los agricultores que le deben arrebatar una cosecha al suelo seco y espinoso con su sudor. En el Edén toda la naturaleza era Paraíso; ahora, nuestro mundo se vuelve loco de vez en cuando, y desencadena explosiones enormes de energía destructiva: tsunamis, huracanes, avalanchas, terremotos y tornados golpean de repente, y destruyen y matan. Luego está la muerte lenta de la sequía y el hambre. En el Edén, la distribución del agua era predecible y consistente. Ahora, desde hace miles de años, las lluvias y el deshielo son erráticos y a veces están completamente ausentes. Los cultivos se marchitan, los animales languidecen, la gente puede morir. Esperen estas cosas, dice Jesús: “habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es solo principio de dolores” (Mateo 24:7,8). Algún día estos desastres dejarán de ocurrir; pero, por ahora, son parte de nuestro entorno. Esté alerta.