La Palabra de Dios para cada necesidadMuestra

HIJOS DE DIOS

Solo míralo, ¡somos llamados hijos de Dios!

En el devocional anterior vimos que Dios es el Padre que ha extendido su maravilloso amor hacia nosotros. Inmediatamente después de enfatizar esto, el apóstol Juan nos recuerda que nosotros, si hemos elegido seguir a Jesús, somos llamados "hijos de Dios". Esto es lo que realmente somos. Esta es nuestra verdadera identidad. Nuestra autoimagen no se basa en lo que hacemos. Nuestra autoestima no se basa en nuestros logros. No, nuestra verdadera identidad se basa en algo más duradero y seguro. ¿Qué mejor fundamento que la revelación central del Nuevo Testamento: que los que conocen a Jesús son hijos e hijas adoptivos del Padre? ¿Es así como te ves a ti mismo? Si no es así, permíteme animarte a que construyas tu identidad sobre esta verdad. Déjame animarte a que hagas lo que el apóstol Juan dice aquí y "solo míralo". Considera, reflexiona, medita sobre esta verdad y luego deléitate en su belleza. Si lo haces, siempre tendrás la profunda certeza de que tu seguridad está en tu posición como hijo de Dios, no en tu trabajo.

ORACIÓN

Querido Padre, quiero alabarte porque me amas por lo que soy, un hijo de Dios. Gracias por este honor. En el nombre de Jesús. Amén.