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Salmos 69:9-34

Salmos 69:9-34 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído las burlas de los que te insultan. Cuando lloro y ayuno, tengo que soportar sus insultos; cuando me visto de luto, soy objeto de burlas. Los que se sientan a la puerta murmuran contra mí; los borrachos me dedican parodias. Pero yo, SEÑOR, elevo a ti una oración en el tiempo de tu buena voluntad. Por tu gran amor, oh Dios, respóndeme; por tu fidelidad, sálvame. Sácame del lodo; no permitas que me hunda. Líbrame de los que me odian y de las aguas profundas. No dejes que me arrastre la corriente; no permitas que me trague el abismo ni que el foso cierre sus fauces sobre mí. Respóndeme, SEÑOR, por tu bondad y tu gran amor; por tu inmensa misericordia, vuélvete hacia mí. No escondas tu rostro de este siervo tuyo; respóndeme pronto, que estoy angustiado. Ven a mi lado y rescátame; redímeme, por causa de mis enemigos. Tú bien sabes cómo me insultan, me avergüenzan y denigran; sabes quiénes son mis adversarios. Los insultos me han destrozado el corazón; para mí ya no hay remedio. Esperé compasión y no la hubo; busqué consuelo y no lo hallé. En mi comida pusieron hiel; para calmar mi sed me dieron vinagre. Que se conviertan en trampa sus banquetes y su prosperidad, en lazo. Que se les nublen los ojos para que no vean y que se encorven sus espaldas para siempre. Descarga tu furia sobre ellos; que tu ardiente ira los alcance. Que su campamento quede desierto y que nadie habite sus tiendas de campaña. Pues al que has afligido lo persiguen y se burlan del dolor del que has herido. Añade a sus pecados más pecados; no los hagas partícipes de tu salvación. Que sean borrados del libro de la vida; que no queden inscritos con los justos. Y a mí, que estoy pobre y adolorido, que me proteja, Dios mío, tu salvación. Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al SEÑOR que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas. Los pobres verán esto y se alegrarán; ¡reanímense ustedes, los que buscan a Dios! Porque el SEÑOR oye a los necesitados y no desprecia a su pueblo cautivo. Que lo alaben los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueve en ellos

Salmos 69:9-34 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

9 (10) El amor que siento por tu templo me quema como un fuego; por eso me siento ofendido cuando te ofenden a ti. 10 (11) Si me aflijo y no como, tengo que aguantar sus insultos; 11 (12) y si me visto de luto, tengo que soportar sus ofensas. 12 (13) ¡Toda la gente del pueblo y hasta los borrachos hablan mal de mí! 13 (14) Dios mío, te ruego que me respondas en el mejor momento. Yo sé que me amas, así que ven a salvarme. 14-15 (15-16) ¡Líbrame de los que me odian! ¡Sácame del barro en que me hundo! ¡Sácame de esta profunda corriente que me arrastra! Siento que me traga un remolino; ¡no me dejes morir! 16 (17) Dios mío, tú me amas y eres bueno; ¡respóndeme! Tú eres un Dios compasivo; ¡préstame atención! 17 (18) No me des la espalda, pues estoy en problemas; ¡date prisa! 18 (19) ¡Acércate a mí, y sálvame de mis enemigos! 19 (20) Tú siempre los estás viendo y sabes muy bien que me ofenden, me avergüenzan y me insultan. 20 (21) Cuando escucho sus ofensas, se me rompe el corazón; ¡no tengo ánimo para nada! Esperaba hallar apoyo y consuelo, y no los recibí; 21 (22) cuando tuve hambre, me dieron a comer veneno; cuando tuve sed, me dieron a beber vinagre. 22 (23) ¡Haz que sus fiestas y banquetes se conviertan en una trampa para ellos! 23 (24) ¡Haz que se les nublen los ojos para que no puedan ver! ¡Haz que se queden sin fuerzas! 24 (25) ¡Descarga tu enojo sobre ellos! ¡No los dejes escapar! 25 (26) ¡Que sus casas se queden vacías! ¡Que nadie viva en ellas! 26 (27) Aunque tú ya me afligiste y me hiciste sufrir, mis enemigos me persiguen y se burlan de mí. 27 (28) ¡Págales mal por mal! ¡No los dejes disfrutar de tu perdón! 28 (29) ¡Bórralos del libro de la vida! ¡No pongas su nombre en la lista de la gente buena! 29 (30) Dios mío, ¡levántame, dame ánimo! Yo soy muy pobre y humilde, 30 (31) pero te alabaré con mis canciones, ¡te pondré en alto con mi alabanza! 31 (32) Eso te será más agradable que recibir muchas ofrendas. 32 (33) Cuando vean esto los pobres que te buscan, se pondrán muy alegres, y recobrarán el ánimo. 33 (34) Tú, Dios mío, atiendes a los pobres; ¡no te olvidas de tu pueblo que se encuentra cautivo! 34 (35) ¡Que te alaben cielo y tierra! ¡Que te alabe el mar y todo lo que hay en él!

Salmos 69:9-34 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Y es que mi amor por tu casa me consume; ¡caen sobre mí los insultos de los que te ofenden! Aflijo mi cuerpo con ayunos y sollozos, y por esto la gente me insulta. Dejé mi ropa y me vestí de cilicio, y ahora soy para la gente motivo de burla. Los consejeros del pueblo hablan mal de mí, ¡y hasta los borrachos me componen parodias! Pero yo oro a ti, Señor, en el momento de tu buena voluntad; ¡escúchame, Dios mío, por tu gran misericordia y por la verdad de tu salvación! ¡Sácame del lodo! ¡No dejes que me hunda! ¡Líbrame de los que me odian, y de las aguas profundas! ¡No dejes que me ahogue la corriente! ¡No permitas que me trague el abismo, ni que este pozo cierre sobre mí sus fauces! Señor, por tu bondad y misericordia, ¡respóndeme! Por tu infinita piedad, ¡dígnate mirarme! ¡No le vuelvas la espalda a este siervo tuyo! ¡Date prisa, y escúchame, que estoy angustiado! ¡Acércate, y ven a salvarme la vida! ¡Líbrame, por causa de mis enemigos! Tú sabes de mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; ante ti están todos mis adversarios. Las burlas me han roto el corazón, y estoy acongojado. Esperaba compasión, y nadie me la tuvo; alguien que me consolara, y a nadie hallé. Cuando tuve hambre, me dieron ajenjo; cuando tuve sed, me dieron vinagre. ¡Que sean sus banquetes una trampa para ellos! ¡Que sus sacrificios de paz les sean un tropiezo! ¡Que sus ojos se nublen y pierdan la vista! ¡Haz que pierdan para siempre su vigor! ¡Descarga tu enojo sobre ellos! ¡Que el furor de tu enojo los alcance! ¡Que sea destruido su campamento, y no haya en sus tiendas quien las habite! Porque persiguen al que tú has herido, y divulgan el dolor de los que tú has golpeado. Añade maldad a su maldad; ¡no les concedas tu perdón! ¡Bórralos del libro de la vida! ¡Que no queden registrados entre los justos! Pero a mí, que estoy pobre y afligido, ¡ponme, oh Dios, en alto con tu salvación! Así alabaré entre cánticos tu nombre; ¡te exaltaré con alabanzas! Así, Señor, te agradarás de mí más que si te ofreciera un toro o un becerro. Al ver esto, los oprimidos se alegrarán. Busquen a Dios, y vivirá su corazón; porque el Señor escucha a los menesterosos, y no rechaza a los que están prisioneros. ¡Que lo alaben los cielos y la tierra, los mares y todo lo que hay en ellos!

Salmos 69:9-34 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

9 (10) Me consume el celo por tu casa; en mí han recaído las ofensas de los que te insultan. 10 (11) Cuando lloro y ayuno, se burlan de mí; 11 (12) si me visto de luto, soy el hazmerreír de todos. 12 (13) Ando de boca en boca, y los borrachos me hacen canciones. 13 (14) Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! 14 (15) ¡No dejes que me hunda en el lodo! ¡Ponme a salvo de los que me odian y de las aguas profundas! 15 (16) ¡No dejes que me arrastre la corriente! ¡No dejes que el profundo remolino me trague y se cierre tras de mí! 16 (17) Señor, respóndeme; ¡tú eres bueno y todo amor! Por tu inmensa ternura, fíjate en mí; ¡no rechaces a este siervo tuyo! ¡Respóndeme pronto, que estoy en peligro! 18 (19) Acércate a mí, y sálvame; ¡líbrame de mis enemigos! 19 (20) Tú conoces las ofensas, la vergüenza y la deshonra que he sufrido; tú sabes quiénes son mis enemigos. 20 (21) Las ofensas me han roto el corazón; ¡estoy sin ánimo y sin fuerzas! Inútilmente he buscado quien me consuele y compadezca. 21 (22) En mi comida pusieron veneno, y cuando tuve sed me dieron a beber vinagre. 22 (23) ¡Que su mesa y sus comidas de amistad se conviertan en trampa para ellos! 23 (24) ¡Haz que se queden ciegos y que siempre les tiemblen las piernas! 24 (25) Descarga tu enojo sobre ellos; ¡que tu furia encendida los alcance! 25 (26) Que su campamento se vuelva un desierto, y que nadie viva en sus tiendas; 26 (27) pues persiguen al que has afligido y se burlan del dolor del que has herido. 27 (28) Devuélveles mal por mal; ¡que no alcancen tu perdón! 28 (29) ¡Bórralos del libro de la vida! ¡No los pongas en la lista de los justos! 29 (30) Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. 30 (31) Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud, 31 (32) y el Señor quedará más complacido que si le ofreciera un toro en sacrificio o un novillo con cuernos y pezuñas. 32 (33) Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; 33 (34) pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. 34 (35) ¡Alaben al Señor el cielo, la tierra y el mar, y todos los seres que en ellos viven!

Salmos 69:9-34 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Porque me consumió el celo de tu casa; Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí. Lloré afligiendo con ayuno mi alma, Y esto me ha sido por afrenta. Puse además cilicio por mi vestido, Y vine a serles por proverbio. Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, Y me zaherían en sus canciones los bebedores. Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame. Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. No me anegue la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca. Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; Mírame conforme a la multitud de tus piedades. No escondas de tu siervo tu rostro, Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate a mi alma, redímela; Líbrame a causa de mis enemigos. Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; Delante de ti están todos mis adversarios. El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé. Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre. Sea su convite delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien, por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz temblar continuamente sus lomos. Derrama sobre ellos tu ira, Y el furor de tu enojo los alcance. Sea su palacio asolado; En sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste, Y cuentan del dolor de los que tú llagaste. Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos entre los justos. Mas a mí, afligido y miserable, Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey, O becerro que tiene cuernos y pezuñas; Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, Porque Jehová oye a los menesterosos, Y no menosprecia a sus prisioneros. Alábenle los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

Salmos 69:9-34 La Biblia de las Américas (LBLA)

Porque el celo por tu casa me ha consumido, y los vituperios de los que te injurian han caído sobre mí. Cuando lloraba afligiendo con ayuno mi alma, eso se convirtió en afrenta para mí. Cuando hice de cilicio mi vestido, me convertí en proverbio para ellos. Hablan de mí los que se sientan a la puerta, y soy la canción de los borrachos. ¶Pero yo elevo a ti mi oración, oh SEÑOR, en tiempo propicio; oh Dios, en la grandeza de tu misericordia, respóndeme con tu verdad salvadora. Sácame del cieno y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo de las aguas. No me cubra la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca. ¶Respóndeme, oh SEÑOR, pues buena es tu misericordia; vuélvete a mí, conforme a tu inmensa compasión, y no escondas tu rostro de tu siervo, porque estoy en angustia; respóndeme pronto. Acércate a mi alma y redímela; por causa de mis enemigos, rescátame. Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia; todos mis adversarios están delante de ti. ¶La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; esperé compasión, pero no la hubo; busqué consoladores, pero no los hallé. Y por comida me dieron hiel, y para mi sed me dieron a beber vinagre. ¶Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y cuando estén en paz, se vuelva una trampa. Núblense sus ojos para que no puedan ver, y haz que sus lomos tiemblen continuamente. Derrama sobre ellos tu indignación, y que el ardor de tu ira los alcance. Sea desolado su campamento, y nadie habite en sus tiendas. Porque han perseguido al que ya tú has herido, y cuentan del dolor de aquellos que tú has traspasado. Añade iniquidad a su iniquidad, y que no entren en tu justicia. Sean borrados del libro de la vida, y no sean inscritos con los justos. ¶Pero yo estoy afligido y adolorido; tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. Con cántico alabaré el nombre de Dios, y con acción de gracias le exaltaré. Y esto agradará al SEÑOR más que el sacrificio de un buey, o de un novillo con cuernos y pezuñas. Esto han visto los humildes y se alegran. Viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios. Porque el SEÑOR oye a los necesitados, y no menosprecia a los suyos que están presos. ¶Alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve.

Salmos 69:9-34 Nueva Traducción Viviente (NTV)

El celo por tu casa me ha consumido, y los insultos de aquellos que te insultan han caído sobre mí. Cuando lloro y ayuno, se burlan de mí. Cuando me visto de tela áspera en señal de dolor, se ríen de mí. Soy el blanco de los chismes de la ciudad, y todos los borrachos cantan de mí. Pero sigo orando a ti, SEÑOR, con la esperanza de que esta vez me muestres tu favor. En tu amor inagotable, oh Dios, responde a mi oración con tu salvación segura. Rescátame del lodo; ¡no dejes que me hunda aún más! Sálvame de aquellos que me odian y sácame de estas aguas profundas. No permitas que el torrente me cubra, ni que las aguas profundas me traguen, ni que el foso de la muerte me devore. Contesta a mis oraciones, oh SEÑOR, pues tu amor inagotable es maravilloso; cuida de mí, pues tu misericordia es muy abundante. No te escondas de tu siervo; contéstame rápido, ¡porque estoy en graves dificultades! Ven y rescátame; líbrame de mis enemigos. Tú conoces mi vergüenza, mi desprecio y mi deshonra; ves todo lo que hacen mis enemigos. Sus insultos me han destrozado el corazón, y estoy desesperado. Si al menos una persona me tuviera compasión; si tan solo alguien volviera y me consolara. En cambio, de comida, me dan veneno y me ofrecen vino agrio para la sed. Que la abundante mesa servida ante ellos se convierta en una trampa, y que su prosperidad se vuelva un engaño. Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver, y haz que sus cuerpos tiemblen continuamente. Derrama tu furia sobre ellos; consúmelos en el ardor de tu enojo. Que sus casas queden desoladas y sus carpas, desiertas. A quien tú has castigado, agregan insultos; añaden dolor a quienes tú has herido. Amontona sus pecados en una enorme pila, y no los dejes en libertad. Borra sus nombres del libro de la vida; no dejes que sean incluidos entre los justos. Estoy afligido y dolorido; rescátame, oh Dios, con tu poder salvador. Entonces alabaré el nombre de Dios con cánticos, y lo honraré con acción de gracias. Pues al SEÑOR esto le agradará más que el sacrificio de ganado o que presentar un toro con cuernos y pezuñas. Los humildes verán a su Dios en acción y se pondrán contentos; que todos los que buscan la ayuda de Dios reciban ánimo. Pues el SEÑOR oye el clamor de los necesitados; no desprecia a su pueblo encarcelado. Alábenlo el cielo y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve.