Salmos 5:3-8
Salmos 5:3-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos y quedo a la espera de tu respuesta. Tú no eres un Dios que se complace en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a todos los malhechores. Tú destruyes a los mentirosos y detestas a los asesinos y traidores. Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo Templo. SEÑOR, por causa de mis enemigos, dirígeme en tu justicia; endereza tu senda delante de mí.
Salmos 5:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1-3 (2-4) Mi rey y mi Dios, escucha con atención mis palabras; toma en cuenta mis súplicas, escucha mi llanto, pues a ti dirijo mi oración. Tan pronto como amanece te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta. 4 (5) A ti, Dios mío, no te agrada la maldad. Por eso los malvados no pueden vivir contigo; 5 (6) no soportas a los orgullosos ni amas a los malhechores. 6 (7) ¡Tú destruyes a los mentirosos, y rechazas a los tramposos y asesinos! 7 (8) Pero a mí me quieres tanto que me dejas entrar en tu templo, y allí me dejas hacer mis oraciones. 8 (9) Dios mío, ¡enséñame a hacer el bien! ¡Llévame por el buen camino, pues no quiero que mis enemigos triunfen sobre mí!
Salmos 5:3-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Oh, Señor, por la mañana escucharás mi voz; por la mañana me presentaré ante ti, y esperaré. No eres un Dios que se complazca en la maldad; los malvados no pueden habitar contigo. Los perversos no pueden presentarse ante ti, pues aborreces a todos los malhechores. Tú, Señor, destruyes a los mentirosos, y rechazas a los asesinos y mentirosos. Yo, por el contrario, y por tu gran misericordia, puedo entrar en tu templo y alabarte reverente. Guíame, Señor, en tu justicia, y por causa de mis adversarios endereza tu camino delante de mí.
Salmos 5:3-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
3 (4) De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta. 4 (5) No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, 5 (6) ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. Tú odias a los malhechores, 6 (7) destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. 7 (8) En cambio yo, por tu gran amor, puedo entrar en tu templo; ¡puedo adorarte con toda reverencia mirando hacia tu santo templo! 8 (9) Señor, por causa de mis enemigos guíame en tu justicia, llévame por el buen camino.
Salmos 5:3-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
Salmos 5:3-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré. ¶Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo. Los que se ensalzan no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruyes a los que hablan falsedad; el SEÑOR abomina al hombre sanguinario y engañador. Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia. ¶SEÑOR, guíame en tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mí tu camino.
Salmos 5:3-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
SEÑOR, escucha mi voz por la mañana; cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera. Oh Dios, la maldad no te agrada; no puedes tolerar los pecados de los malvados. Por lo tanto, los orgullosos no pueden estar en tu presencia, porque aborreces a todo el que hace lo malo. Destruirás a los que dicen mentiras; el SEÑOR detesta a los asesinos y a los engañadores. Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa; adoraré en tu templo con la más profunda reverencia. Guíame por el camino correcto, oh SEÑOR, o mis enemigos me conquistarán; allana tu camino para que yo lo siga.