Salmos 38:1-12
Salmos 38:1-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
SEÑOR, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu ira. Porque tus flechas me han atravesado y sobre mí ha caído tu mano. Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo; por causa de mi pecado no me quedan huesos sanos. Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada para mí. Por causa de mi insensatez mis llagas hieden y supuran. Estoy agobiado, del todo abatido; todo el día ando afligido. Mi espalda está llena de dolores punzantes; no hay nada sano en mi cuerpo. Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado. Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis suspiros. Late mi corazón con violencia, las fuerzas me abandonan, hasta la luz de mis ojos se apaga. Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas; mis parientes se mantienen a distancia. Tienden sus trampas los que quieren matarme; maquinan mi ruina los que buscan mi mal y todo el día urden engaños.
Salmos 38:1-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Dios mío, si estás enojado, no me reprendas; si estás furioso, no me castigues. 2 (3) Me has herido con tu enojo, has descargado tu mano sobre mí. 3 (4) Tan grande ha sido tu disgusto que nada sano tengo en el cuerpo; tan grande ha sido mi pecado que no tengo paz en los huesos. 4 (5) Ya no aguanto mi maldad; ¡no soporto carga tan pesada! 5 (6) Tan necio he sido, que hasta mis llagas apestan; ¡están llenas de pus! 6 (7) Me siento cansado, y totalmente deprimido; todo el día ando muy triste. 7 (8) Estoy ardiendo en fiebre; nada en mi cuerpo está sano. 8 (9) Estoy muy débil y adolorido; tengo la mente aturdida. ¡Por eso me quejo! 9 (10) Dios mío, pongo ante ti mis más grandes deseos; ¡no te los puedo esconder! 10 (11) Mi corazón late con ansias, las fuerzas me abandonan, la vista se me nubla. 11 (12) Mis amigos más queridos se quedan lejos de mí por causa de mis males; mis parientes cercanos se mantienen a distancia. 12 (13) Los que quieren matarme me ponen trampas; los que buscan mi mal amenazan con destruirme, ¡no hay un solo momento en que no hagan planes contra mí!
Salmos 38:1-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, no me reprendas en tu enojo; ¡no me castigues en tu ira! Tus flechas se han clavado en mí; ¡sobre mí has dejado caer tu mano! Por causa de tu enojo, nada sano hay en mi cuerpo; por causa de mi maldad, no hay paz en mis huesos. Mi pecado pesa sobre mi cabeza; ¡es una carga que ya no puedo soportar! Por causa de mi locura, mis heridas supuran y apestan. Estoy abrumado, totalmente abatido; ¡todo el tiempo ando afligido! La espalda me arde sin cesar; ¡no hay nada sano en todo mi cuerpo! Me siento débil y en gran manera agobiado; ¡mis quejas son las de un corazón atribulado! Señor, tú conoces todos mis deseos; mis anhelos no te son ocultos. Mi corazón se agita, me faltan fuerzas, y hasta mis ojos se van apagando. Mis mejores amigos se alejan de mis males; ¡hasta mis parientes se apartan de mí! Hay quienes conspiran contra mi vida; buscan mi mal y tratan de arruinarme. ¡Todo el tiempo hacen planes contra mí!
Salmos 38:1-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu furor. 2 (3) Pues en mí se han clavado tus flechas; ¡tu mano has descargado sobre mí! 3 (4) Por tu enojo debido a mis pecados, todo mi cuerpo está enfermo; ¡no tengo un solo hueso sano! 4 (5) Mis maldades me tienen abrumado; son una carga que no puedo soportar. 5 (6) Por causa de mi necedad, mis heridas se pudren y apestan. 6 (7) Todo el día ando triste, cabizbajo y deprimido. 7 (8) La espalda me arde de fiebre; ¡tengo enfermo todo el cuerpo! 8 (9) Estoy completamente molido y sin fuerzas; ¡mis quejas son quejas del corazón! 9 (10) Señor, tú conoces todos mis deseos, ¡mis suspiros no son un secreto para ti! 10 (11) Mi corazón late de prisa, las fuerzas me abandonan, ¡aun la vista se me nubla! 11 (12) Mis mejores amigos, y hasta mis parientes, se mantienen a distancia, lejos de mis llagas. 12 (13) Los que me quieren matar, me ponen trampas; los que me quieren perjudicar, hablan de arruinarme y a todas horas hacen planes traicioneros.
Salmos 38:1-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira. Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano. Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado. Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí. Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día. Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne. Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón. Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto. Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya. Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado. Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.
Salmos 38:1-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
SEÑOR, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues en tu furor. Porque tus saetas se han clavado en mí, y sobre mí ha descendido tu mano. Nada hay sano en mi carne a causa de tu indignación; en mis huesos no hay salud a causa de mi pecado. Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como pesada carga, pesan mucho para mí. Mis llagas hieden y supuran. A causa de mi necedad, estoy encorvado y abatido en gran manera, y ando sombrío todo el día. Porque mis lomos están inflamados de fiebre, y nada hay sano en mi carne. Estoy entumecido y abatido en gran manera; gimo a causa de la agitación de mi corazón. ¶Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto. Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan, y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí. Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, y mis parientes se mantienen a distancia. Los que buscan mi vida me tienden lazos; los que procuran mi mal hablan de mi destrucción, y traman traición todo el día.
Salmos 38:1-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Oh SEÑOR, no me reprendas en tu enojo ni me disciplines en tu ira! Tus flechas me han herido muy adentro y tus golpes me aplastan. Debido a tu enojo, todo mi cuerpo está enfermo; mi salud está arruinada a causa de mis pecados. Mi culpa me abruma; es una carga demasiado pesada para soportar. Mis heridas se infectan y dan mal olor a causa de mis necios pecados. Me retuerzo atormentado por el dolor; todo el día estoy lleno de profunda tristeza. Una fiebre galopante me quema por dentro, y mi salud está arruinada. Estoy agotado y totalmente destrozado; mis gemidos salen de un corazón angustiado. Señor, tú sabes lo que anhelo; oyes todos mis suspiros. Mi corazón late aceleradamente, se me acaban las fuerzas y estoy quedando ciego. Mis seres queridos y amigos no se me acercan, por temor a la enfermedad; hasta mi propia familia se mantiene a distancia. Mientras tanto, mis enemigos tienden trampas para matarme. Los que desean mi mal hacen planes para arruinarme; se pasan el día maquinando su traición.