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Salmos 37:1-18

Salmos 37:1-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

No te enojes a causa de los malvados ni envidies a los malhechores; porque pronto se marchitan, como la hierba; como la hierba verde, pronto se secan. Confía en el SEÑOR y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el SEÑOR y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino; confía en él y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el SEÑOR y espera en él con paciencia; no te enojes ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. Refrena la ira, deja la furia; no te enojes, pues esto conduce al mal. Porque los malvados serán exterminados, pero los que esperan en el SEÑOR heredarán la tierra. Dentro de poco los malvados dejarán de existir; por más que los busques, no los encontrarás. Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de gran bienestar. Los malvados conspiran contra los justos y rechinan los dientes contra ellos; pero el Señor se ríe de los malvados, pues sabe que les llegará su hora. Los malvados sacan la espada y tensan el arco para abatir al pobre y al necesitado, para matar a los que viven con rectitud. Pero su propia espada les atravesará el corazón y su arco quedará hecho pedazos. Más vale lo poco de un justo que la abundancia de muchos malvados; porque el brazo de los malvados será quebrado, pero el SEÑOR sostendrá a los justos. El SEÑOR conoce la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre.

Salmos 37:1-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1 (1b) No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los malhechores, pues son como la hierba que al cortarla pronto se seca. Tú debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios. Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor; así todos verán con claridad que tú eres justo y recto. Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe; no te enojes por causa de los que prosperan ni por los que hacen planes malvados. No des lugar al enojo ni te dejes llevar por la ira; eso es lo peor que puedes hacer. Los malvados serán destruidos, pero los que esperan en Dios recibirán la tierra prometida. Dentro de poco no habrá malvados; podrás buscar y rebuscar, pero no encontrarás uno solo. En cambio, la gente humilde recibirá la tierra prometida y disfrutará de mucha paz. Los malvados, en su enojo, miran con rabia a los buenos y buscan hacerles mal; pero Dios se burla de ellos, pues sabe que pronto serán destruidos. Los malvados sacan la espada y preparan sus arcos y flechas para matar a la gente pobre, a los que viven honradamente. ¡Pero sus arcos y sus flechas quedarán hechos pedazos, y será su propia espada la que les parta el corazón! Más vale un pobre honrado que muchos ricos malvados. Dios pondrá fin al poder de los malvados, pero apoyará a los que son honrados. Dios conoce la conducta de los que viven honradamente; la tierra prometida será de ellos para siempre.

Salmos 37:1-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)

No te alteres por causa de los malvados, ni sientas envidia de los que practican el mal, porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como la hierba verde. Confía en el Señor, y practica el bien; así heredarás la tierra y la verdad te guiará. Disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas. Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo; hará brillar tu justicia como la luz, y tu derecho como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor, y espera en él; no te alteres por los que prosperan en su camino, ni por los que practican la maldad. Desecha la ira y el enojo; no te alteres, que eso empeora las cosas. Un día, todos los malvados serán destruidos, pero si esperas en el Señor heredarás la tierra. Un poco más, y los malvados dejarán de existir; los buscarás, pero no los hallarás. Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de gran bienestar. Los malvados conspiran contra los justos, y rechinan los dientes contra ellos, pero el Señor se burla de ellos porque sabe que ya viene su hora. Los malvados sacan la espada, tensan el arco, para derribar a los pobres y necesitados, para acabar con los hombres cabales; pero su espada les partirá el corazón, y su arco se romperá en mil pedazos. Es mejor lo poco del hombre justo que las riquezas de muchos pecadores, porque el Señor sostiene a los justos pero pondrá fin al poder de los malvados. El Señor cuida de los hombres honrados; y mantendrá la herencia de ellos para siempre.

Salmos 37:1-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

1 (1b) No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los malhechores, pues pronto se secan, como el heno; ¡se marchitan como la hierba! Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y manténte fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia a que él te ayude. No te irrites por el que triunfa en la vida, por el que hace planes malvados. Deja el enojo, abandona el furor; no te enojes, porque eso empeora las cosas. Pues los malvados serán arrojados del país, pero los que confían en el Señor tomarán posesión de él. Dentro de poco no habrá malvados; por más que los busques, no volverás a encontrarlos. Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz. El malvado trama hacer daño al hombre bueno, y le lanza miradas cargadas de odio. Pero el Señor se ríe, porque sabe que al malvado se le acerca su hora. Los malvados sacan la espada y tensan el arco para hacer caer a los pobres y humildes, ¡para matar a los de buena conducta! Pero su propia espada se les clavará en el corazón, y sus arcos quedarán hechos pedazos. Lo poco que tiene el hombre bueno es mejor que la mucha riqueza de los malos. Porque el Señor pondrá fin a los malos, pero sostendrá a los buenos. El Señor cuida de los que viven sin tacha, y la herencia de ellos durará para siempre.

Salmos 37:1-18 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz. Maquina el impío contra el justo, Y cruje contra él sus dientes; El Señor se reirá de él; Porque ve que viene su día. Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder. Su espada entrará en su mismo corazón, Y su arco será quebrado. Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores. Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Mas el que sostiene a los justos es Jehová. Conoce Jehová los días de los perfectos, Y la heredad de ellos será para siempre.

Salmos 37:1-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

No te irrites a causa de los malhechores; no tengas envidia de los que practican la iniquidad. Porque como la hierba pronto se secarán, y se marchitarán como la hierba verde. Confía en el SEÑOR, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. ¶Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. Deja la ira y abandona el furor; no te irrites, solo harías lo malo. Porque los malhechores serán exterminados, mas los que esperan en el SEÑOR poseerán la tierra. Un poco más y no existirá el impío; buscarás con cuidado su lugar, pero él no estará allí. Mas los humildes poseerán la tierra, y se deleitarán en abundante prosperidad. ¶El impío trama contra el justo, y contra él rechina sus dientes. El Señor se ríe de él, porque ve que su día se acerca. Los impíos han sacado la espada y entesado el arco, para abatir al afligido y al necesitado, para matar a los de recto proceder. Su espada penetrará en su propio corazón, y sus arcos serán quebrados. ¶Mejor es lo poco del justo que la abundancia de muchos impíos. Porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el SEÑOR sostiene a los justos. El SEÑOR conoce los días de los íntegros, y su herencia será perpetua.

Salmos 37:1-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)

No te inquietes a causa de los malvados ni tengas envidia de los que hacen lo malo. Pues como la hierba, pronto se desvanecen; como las flores de primavera, pronto se marchitan. Confía en el SEÑOR y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el SEÑOR, y él te concederá los deseos de tu corazón. Entrega al SEÑOR todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará. Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer, y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía. Quédate quieto en la presencia del SEÑOR, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones. ¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos, que eso únicamente causa daño. Pues los perversos serán destruidos, pero los que confían en el SEÑOR poseerán la tierra. Pronto los perversos desaparecerán; por más que los busques, no los encontrarás. Los humildes poseerán la tierra y vivirán en paz y prosperidad. Los malvados conspiran contra los justos; les gruñen de manera desafiante. Pero el Señor simplemente se ríe, porque ve que el día de su juicio se acerca. Los perversos sacan sus espadas y ponen cuerdas a sus arcos para matar al pobre y al oprimido, para masacrar a los que hacen lo correcto. Pero sus espadas atravesarán su propio corazón, y se les quebrarán los arcos. Es mejor ser justo y tener poco que ser malvado y rico. Pues la fuerza de los malvados será destrozada, pero el SEÑOR cuida a los justos. Día a día el SEÑOR cuida a los inocentes, y ellos recibirán una herencia que permanece para siempre.