Salmos 22:12-21
Salmos 22:12-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Muchos toros me rodean; fuertes toros de Basán me cercan. Contra mí abren sus fauces leones que rugen y desgarran a su presa. Como agua he sido derramado; dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mis entrañas. Se ha secado mi vigor como la arcilla; la lengua se me pega al paladar. Me has hundido en el polvo de la muerte. Como perros me han rodeado; me ha cercado una banda de malvados; me han traspasado las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos; con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme. Se repartieron entre ellos mi manto y sobre mi ropa echaron suertes. Pero tú, SEÑOR, no te alejes; fuerza mía, ven pronto en mi auxilio. Libra mi vida de la espada, mi preciosa vida del poder de esos perros. Rescátame de la boca de los leones; sálvame de los cuernos de los toros salvajes.
Salmos 22:12-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
12 (13) Me rodean mis enemigos, parecen toros bravos de Basán. 13 (14) Parecen leones feroces, que se lanzan contra mí con ganas de despedazarme. 14 (15) Me he quedado sin fuerzas, ¡estoy totalmente deshecho! ¡Mi corazón ha quedado como cera derretida! 15 (16) Tengo reseca la garganta, y pegada la lengua al paladar; me dejaste tirado en el suelo, como si ya estuviera muerto. 16 (17) Una banda de malvados, que parece manada de perros, me rodea por todos lados y me desgarra pies y manos, 17 (18) ¡hasta puedo verme los huesos! Mis enemigos me vigilan sin cesar, 18 (19) hicieron un sorteo para ver quién se queda con mi ropa. 19 (20) Dios mío, tú eres mi apoyo, ¡no me dejes! ¡Ven pronto en mi ayuda! 20-21 (21-22) ¡Respóndeme, sálvame la vida! ¡No dejes que me maten! ¡No dejes que me despedacen! Mis enemigos parecen perros, parecen toros que quieren atacarme, parecen leones que quieren devorarme.
Salmos 22:12-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Mucha gente poderosa me rodea; son fuertes como toros de Basán. Como leones feroces y rugientes, abren sus fauces, dispuestos a atacarme. Me voy diluyendo, como el agua; tengo todos los huesos dislocados. El corazón, dentro del pecho, se me derrite como la cera. Tengo seca, muy seca, la garganta; la lengua se me pega al paladar; ¡me has lanzado al polvo de la muerte! Me ha cercado una banda de malvados; ¡me tienen rodeado, como perros! ¡Han taladrado mis manos y mis pies! Puedo contarme todos los huesos, mientras ellos se regodean al verme. Echan a la suerte mis vestidos y se los reparten por sorteo. Pero tú, Señor, ¡no te alejes! Tú eres mi fuerza, ¡ven pronto en mi ayuda! ¡Rescata de la espada y de esos perros la única vida que tengo! ¡Sálvame de las fauces de esos leones! ¡Líbrame de los cuernos de esos búfalos!
Salmos 22:12-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
12 (13) Mis enemigos me han rodeado como toros, como bravos toros de Basán; 13 (14) rugen como leones feroces, abren la boca y se lanzan contra mí. 14 (15) Soy como agua que se derrama; mis huesos están dislocados. Mi corazón es como cera que se derrite dentro de mí. 15 (16) Tengo la boca seca como una teja; tengo la lengua pegada al paladar. ¡Me has hundido hasta el polvo de la muerte! 16 (17) Como perros, una banda de malvados me ha rodeado por completo; me han desgarrado las manos y los pies. 17 (18) ¡Puedo contarme los huesos! Mis enemigos no me quitan la vista de encima; 18 (19) se han repartido mi ropa entre sí, y sobre ella echan suertes. 19 (20) Pero tú, Señor, que eres mi fuerza, ¡no te alejes!, ¡ven pronto en mi ayuda! 20 (21) Líbrame de morir a filo de espada, no dejes que me maten esos perros, 21 (22) sálvame de la boca de esos leones, ¡defiéndeme de los cuernos de esos toros!
Salmos 22:12-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente. He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
Salmos 22:12-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Muchos toros me han rodeado; toros fuertes de Basán me han cercado. Avidos abren su boca contra mí, como león rapaz y rugiente. Soy derramado como agua, y todos mis huesos están descoyuntados; mi corazón es como cera; se derrite en medio de mis entrañas. Como un tiesto se ha secado mi vigor, y la lengua se me pega al paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malhechores; me horadaron las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos. Ellos me miran, me observan; reparten mis vestidos entre sí, y sobre mi ropa echan suertes. ¶Pero tú, oh SEÑOR, no estés lejos; fuerza mía, apresúrate a socorrerme. Libra mi alma de la espada, mi única vida de las garras del perro. Sálvame de la boca del león y de los cuernos de los búfalos; respóndeme.
Salmos 22:12-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mis enemigos me rodean como una manada de toros; ¡toros feroces de Basán me tienen cercado! Como leones abren sus fauces contra mí; rugen y despedazan a su presa. Mi vida se derrama como el agua, y todos mis huesos se han dislocado. Mi corazón es como cera que se derrite dentro de mí. Mi fuerza se ha secado como barro cocido; la lengua se me pega al paladar. Me acostaste en el polvo y me diste por muerto. Mis enemigos me rodean como una jauría de perros; una pandilla de malvados me acorrala. Han atravesado mis manos y mis pies. Puedo contar cada uno de mis huesos; mis enemigos me miran fijamente y se regodean. Se reparten mi vestimenta entre ellos y tiran los dados por mi ropa. ¡Oh SEÑOR, no te quedes lejos! Tú eres mi fuerza; ¡ven pronto en mi auxilio! Sálvame de la espada; libra mi preciosa vida de estos perros. Arrebátame de las fauces del león y de los cuernos de estos bueyes salvajes.