Salmos 17:6-12
Salmos 17:6-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios mío, a ti clamo porque tú me respondes; inclina a mí tu oído y escucha mi oración. Tú, que salvas con tu diestra a los que buscan escapar de sus adversarios, dame una muestra de tu gran amor. Protégeme como a la niña de tus ojos, escóndeme bajo la sombra de tus alas de los malvados que me atacan, de los enemigos que me han cercado. Han cerrado su insensible corazón y profieren insolencias con su boca. Vigilan de cerca mis pasos, prestos a derribarme. Parecen leones ávidos de presa, leones que yacen al acecho.
Salmos 17:6-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios mío, yo te llamo porque me respondes. Te ruego que me escuches y que atiendas mis ruegos. ¡Demuéstrame que me amas! Yo sé que tienes poder para salvar de sus enemigos a quienes buscan refugio en ti. Cuídame como a tus propios ojos, pues me atacan los malvados; escóndeme bajo tus alas, pues los que quieren matarme ya me tienen rodeado. No tienen sentimientos, hablan solo para ofenderme. Me siguen muy de cerca, no dejan de vigilarme, quieren hacerme caer. Parecen leones en su escondite, en espera de su presa.
Salmos 17:6-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Dios mío, yo te invoco porque tú me respondes; ¡inclina a mí tu oído, y escucha mis palabras! Tú, que salvas de sus perseguidores a los que buscan tu protección, ¡dame una muestra de tu gran misericordia! ¡Cuídame como a la niña de tus ojos! ¡Escóndeme bajo la sombra de tus alas! ¡No dejes que me vean mis malvados enemigos, los opresores que quieren quitarme la vida! Se regodean en su soberbia, y profieren palabras insolentes. Me tienen rodeado por completo, y solo esperan verme caer por tierra. Parecen leones que esperan a su presa; parecen cachorros, echados en su escondite.
Salmos 17:6-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. Dame una clara muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas de los malvados que me atacan, ¡de los enemigos mortales que me rodean! Son engreídos, hablan con altanería; han seguido de cerca mis pasos esperando el momento de echarme por tierra. Parecen leones, feroces leones que agazapados en su escondite esperan con ansias dar el zarpazo.
Salmos 17:6-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, De los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida. Envueltos están con su grosura; Con su boca hablan arrogantemente. Han cercado ahora nuestros pasos; Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite.
Salmos 17:6-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Yo te he invocado, oh Dios, porque tú me responderás; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra maravillosamente tu misericordia, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra huyendo de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas de los impíos que me despojan, de mis enemigos mortales que me rodean. Han cerrado su insensible corazón; hablan arrogantemente con su boca. Ahora nos han cercado en nuestros pasos; fijan sus ojos para echarnos por tierra, como león que ansía despedazar, como leoncillo que acecha en los escondrijos.
Salmos 17:6-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Oh Dios, a ti dirijo mi oración porque sé que me responderás; inclínate y escucha cuando oro. Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras. Con tu gran poder rescatas a los que buscan refugiarse de sus enemigos. Cuídame como cuidarías tus propios ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas. Protégeme de los perversos que me atacan, del enemigo mortal que me rodea. No tienen compasión; ¡escucha cómo se jactan! Me rastrean y me rodean, a la espera de cualquier oportunidad para tirarme al suelo. Son como leones hambrientos, deseosos por despedazarme; como leones jóvenes, escondidos en emboscada.