Salmos 119:103-114
Salmos 119:103-114 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Cuán dulces son tus palabras en mi boca! ¡Son más dulces que la miel en mis labios! Tus mandamientos me han dado inteligencia; por eso odio toda senda de mentira. Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino! Me comprometí, y no me arrepiento: voy a obedecer tus justas sentencias. Señor, me encuentro muy afligido; dame vida, conforme a tu promesa. Señor, espero que te agraden mis votos; enséñame a entender tus juicios. Mi vida está siempre en peligro, pero yo no me olvido de tu ley. Gente malvada me ha tendido trampas, pero yo no me he apartado de tus mandamientos. Tengo tu palabra como herencia eterna, porque ella me alegra el corazón. De corazón me dispongo a cumplir tus estatutos siempre, hasta el fin de mis días. No soporto a la gente hipócrita, pero amo tus enseñanzas. Tú eres mi escondite; eres mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:103-114 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Qué dulces son a mi paladar tus palabras! Son más dulces que la miel. Tus mandamientos me dan entendimiento; ¡con razón detesto cada camino falso de la vida! Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Lo prometí una vez y volveré a prometerlo: obedeceré tus justas ordenanzas. He sufrido mucho, oh SEÑOR; restaura mi vida, como lo prometiste. SEÑOR, acepta mi ofrenda de alabanza y enséñame tus ordenanzas. Mi vida pende de un hilo constantemente, pero no dejaré de obedecer tus enseñanzas. Los malvados me han tendido sus trampas, pero no me apartaré de tus mandamientos. Tus leyes son mi tesoro; son el deleite de mi corazón. Estoy decidido a obedecer tus decretos hasta el final. Detesto a los que tienen divididas sus lealtades, pero amo tus enseñanzas. Tú eres mi refugio y mi escudo; tu palabra es la fuente de mi esperanza.
Salmos 119:103-114 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira. Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. Hice un juramento y lo he confirmado: que cumpliré tus justas leyes. SEÑOR, es mucho lo que he sufrido; dame vida conforme a tu palabra. SEÑOR, acepta las ofrendas que brotan de mis labios; enséñame tus leyes. Mi vida pende de un hilo, pero no me olvido de tu Ley. Los malvados me han tendido una trampa, pero no me aparto de tus preceptos. Tus mandatos son mi herencia permanente; son la alegría de mi corazón. Inclino mi corazón a cumplir tus estatutos para siempre y hasta el fin. Aborrezco a los hipócritas, pero amo tu Ley. Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:103-115 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Me das tanta sabiduría que no soporto la mentira. ¡Tu palabra es para mí más dulce que la miel! Tu palabra es una lámpara que alumbra mi camino. Cumpliré la promesa que te hice: obedeceré tus justos mandamientos. Dios mío, ¡ya es mucho lo que he sufrido! Mi vida está siempre en peligro, pero nunca olvido tus enseñanzas. Los malvados me ponen trampas, pero yo obedezco tus mandamientos. Recibe con agrado esta alabanza que te ofrezco, y enséñame tu palabra. Cumple tu promesa y dame ánimo. Tus enseñanzas son mías; ¡son la alegría de mi corazón! He decidido cumplirlas para siempre y hasta el fin. ¡Déjenme solo, gente malvada! ¡Los odio porque no son sinceros! Pero a ti, Dios mío, te amo y quiero seguir tus enseñanzas. Tú me das refugio y protección; tus promesas me llenan de esperanza.
Salmos 119:103-114 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Tu promesa es más dulce a mi paladar que la miel a mi boca. De tus preceptos he sacado entendimiento; por eso odio toda conducta falsa. Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino. Hice un juramento, y lo voy a cumplir: ¡pondré en práctica tus justos decretos! Señor, me siento muy afligido; ¡dame vida, conforme a tu promesa! Acepta, Señor, las ofrendas de mis labios, y enséñame tus decretos. Siempre estoy en peligro de muerte, pero no me olvido de tu enseñanza. Los malvados me ponen trampas, pero no me aparto de tus preceptos. Mi herencia eterna son tus mandatos, porque ellos me alegran el corazón. De corazón he decidido practicar tus leyes, para siempre y hasta el fin. Odio a la gente hipócrita, pero amo tu enseñanza. Tú eres quien me ampara y me protege; en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:103-114 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra. Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y me enseñes tus juicios. Mi vida está de continuo en peligro, Mas no me he olvidado de tu ley. Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos De continuo, hasta el fin. Aborrezco a los hombres hipócritas; Mas amo tu ley. Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado.
Salmos 119:103-114 La Biblia de las Américas (LBLA)
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, más que la miel a mi boca. De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira. ¶Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas. Estoy profundamente afligido; SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra. Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, y enséñame tus ordenanzas. En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley. Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos. Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin. ¶Aborrezco a los hipócritas, empero amo tu ley. Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.