Proverbios 30:1-33
Proverbios 30:1-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los dichos de Agur, hijo de Jaqué, contienen el siguiente mensaje. Cansado estoy, oh Dios: cansado, oh Dios, y agotado. Soy demasiado torpe para ser humano y me falta el sentido común. No he dominado la sabiduría humana ni conozco al Santo. ¿Quién sino Dios sube a los cielos y desciende de ellos? ¿Quién retiene el viento en sus puños? ¿Quién envuelve los océanos en su manto? ¿Quién ha creado el mundo entero? ¿Cuál es su nombre? ¿Y el nombre de su hijo? ¡Dime, si los sabes! Toda palabra de Dios demuestra ser verdadera. Él es un escudo para todos los que buscan su protección. No agregues nada a sus palabras, o podría reprenderte y ponerte al descubierto como un mentiroso. Oh Dios, te ruego dos favores; concédemelos antes de que muera. Primero, ayúdame a no mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades. Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el SEÑOR?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios. Nunca difames al empleado ante su patrón, porque te maldecirá, y sufrirás las consecuencias. Algunas personas maldicen a su padre y no son agradecidas con su madre. Se consideran puras en su propia opinión, pero están sucias y no se han lavado. Contemplan a su alrededor con soberbia y miran a otros con desdén. Tienen los dientes como espadas y los colmillos como cuchillos. Devoran al pobre de la tierra y a los necesitados de entre la humanidad. La sanguijuela tiene dos bocas que chupan, y gritan: «¡Más, más!». Hay tres cosas que nunca se sacian; no, son cuatro las que nunca dicen «¡basta!»: la tumba, la matriz estéril, el desierto árido y el fuego abrasador. El ojo que se burla de su padre y desprecia las instrucciones de su madre será arrancado por los cuervos del valle y devorado por los buitres. Hay tres cosas que me asombran; no, son cuatro las que no comprendo: cómo planea el águila por el cielo, cómo se desliza la serpiente sobre la roca, cómo navega el barco en el océano, y cómo ama el hombre a la mujer. La mujer adúltera devora al hombre, luego se limpia la boca y dice: «¿Qué hice de malo?». Hay tres cosas que hacen temblar la tierra; no, son cuatro las que no puede soportar: al esclavo que llega a ser rey, al necio autoritario que prospera, a la mujer amargada que finalmente encuentra marido, y a la criada que toma el lugar de su señora. Hay cuatro cosas sobre la tierra que son pequeñas pero extraordinariamente sabias: Las hormigas no son fuertes, pero almacenan su alimento todo el verano. Los damanes no son poderosos, pero construyen su hogar entre las rocas. Las langostas no tienen rey, pero marchan en fila. Las lagartijas son fáciles de atrapar, pero se encuentran hasta en los palacios reales. Hay tres cosas que caminan con paso firme y majestuoso; no, son cuatro las que se dan aires al andar: el león, rey de los animales, que no retrocede ante nada, el gallo que se pavonea, el macho cabrío, y el rey al frente de su ejército. Si como un necio has sido orgulloso o has tramado el mal, tapa tu boca de vergüenza. Así como al batir la crema se obtiene mantequilla y al golpearse la nariz sale sangre, al provocar el enojo surgen peleas.
Proverbios 30:1-33 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dichos de Agur, hijo de Jaqué. Mensaje. Palabras de este varón: «Cansado estoy, oh Dios; cansado estoy, oh Dios, y débil. Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. No he adquirido sabiduría ni tengo conocimiento del Dios Santo. ¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en sus manos o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo? Seguramente tú lo sabes. »Toda palabra de Dios es purificada; Dios es escudo a los que en él buscan refugio. No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso. »Solo dos cosas te pido, Dios; no me las niegues antes de que muera: Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el SEÑOR?”. Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. »No ofendas al esclavo delante de su amo, pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias. »Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza. Hay quienes se creen muy importantes y a todos miran con desdén. Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo. »La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”: el sepulcro, el vientre estéril, la tierra, que nunca se sacia de agua, y el fuego, que nunca dice “¡Basta!”. »Al que mira con desdén a su padre y desprecia a su anciana madre, que los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman los buitres. »Tres cosas hay que me causan asombro y una cuarta que no alcanzo a comprender: el rastro del águila en el cielo, el rastro de la serpiente en la roca, el rastro del barco en alta mar y el rastro del hombre en la mujer joven. »Así procede la adúltera: come, se limpia la boca y afirma: “Nada malo he cometido”. »Tres cosas hacen temblar la tierra y una cuarta la hace estremecer: el siervo que llega a ser rey, el necio al que le sobra comida, la mujer rechazada que llega a casarse y la criada que suplanta a su señora. »Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios: las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano; los tejones, animalitos de poca monta, pero que construyen su casa entre las rocas; las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta; las lagartijas, que se atrapan con la mano, pero habitan hasta en los palacios de reyes. »Tres cosas hay que caminan con elegancia y una cuarta de paso imponente: el león, poderoso entre las bestias, que no retrocede ante nada; el gallo altivo, el macho cabrío y el rey al frente de su ejército. »Si como un necio te has engreído o si algo maquinas, ponte a pensar que batiendo la leche se obtiene mantequilla, que sonándose fuerte sangra la nariz y que provocando la ira se acaba peleando».
Proverbios 30:1-33 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dichos de Agur, hijo de Jaqué. Mensaje. Palabras de este varón: «Cansado estoy, oh Dios; cansado estoy, oh Dios, y débil. Soy el más ignorante de todos los hombres; no hay en mí discernimiento humano. No he adquirido sabiduría ni tengo conocimiento del Dios Santo. ¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en sus manos o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo? Seguramente tú lo sabes. »Toda palabra de Dios es purificada; Dios es escudo a los que en él buscan refugio. No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso. »Solo dos cosas te pido, Dios; no me las niegues antes de que muera: Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas, sino solo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el SEÑOR?”. Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. »No ofendas al esclavo delante de su amo, pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias. »Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza. Hay quienes se creen muy importantes y a todos miran con desdén. Hay quienes tienen espadas por dientes y cuchillos por mandíbulas; para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de este mundo. »La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”: el sepulcro, el vientre estéril, la tierra, que nunca se sacia de agua, y el fuego, que nunca dice “¡Basta!”. »Al que mira con desdén a su padre y desprecia a su anciana madre, que los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman los buitres. »Tres cosas hay que me causan asombro y una cuarta que no alcanzo a comprender: el rastro del águila en el cielo, el rastro de la serpiente en la roca, el rastro del barco en alta mar y el rastro del hombre en la mujer joven. »Así procede la adúltera: come, se limpia la boca y afirma: “Nada malo he cometido”. »Tres cosas hacen temblar la tierra y una cuarta la hace estremecer: el siervo que llega a ser rey, el necio al que le sobra comida, la mujer rechazada que llega a casarse y la criada que suplanta a su señora. »Cuatro cosas hay pequeñas en el mundo, pero que son más sabias que los sabios: las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano; los tejones, animalitos de poca monta, pero que construyen su casa entre las rocas; las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en formación perfecta; las lagartijas, que se atrapan con la mano, pero habitan hasta en los palacios de reyes. »Tres cosas hay que caminan con elegancia y una cuarta de paso imponente: el león, poderoso entre las bestias, que no retrocede ante nada; el gallo altivo, el macho cabrío y el rey al frente de su ejército. »Si como un necio te has engreído o si algo maquinas, ponte a pensar que batiendo la leche se obtiene mantequilla, que sonándose fuerte sangra la nariz y que provocando la ira se acaba peleando».
Proverbios 30:1-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Estas son las palabras de Agur, hijo de Jaqué de Masa. Agur les habló a Itiel y a Ucal de la siguiente manera: «Soy el más ignorante entre los ignorantes; no tengo capacidad de razonar. No tengo sabiduría, y mucho menos conocimiento de quién es Dios. »Al cielo nadie ha subido; del cielo nadie ha bajado. No hay nadie que pueda retener el viento en un puño, ni envolver el mar en un manto. Nadie sabe quién puso los límites de la tierra; ¡nadie lo conoce, ni sabe quién es su hijo! »Toda palabra de Dios ha pasado la prueba de fuego. Dios protege como escudo a los que buscan su protección. No añadas a sus palabras ninguna idea tuya, porque puede reprenderte y mostrar que eres un mentiroso. »Dios mío, antes de mi muerte concédeme solo dos cosas; ¡no me las niegues! Manténme alejado de la mentira, y no me hagas pobre ni rico; ¡aléjame de toda falsedad y dame solo el pan de cada día! Porque si llego a ser rico tal vez me olvide de ti y hasta me atreva a decir que no te conozco. Y si vivo en la pobreza, puedo llegar a robar y así ponerte en vergüenza. »No hables mal de un esclavo ante su amo, porque el esclavo podría hablar mal de ti y quedarás en ridículo ante todos. »Algunos hablan mal de sus padres, y hasta los maldicen. Hay quienes se creen perfectos, pero están llenos de pecado. Hay quienes se creen superiores, y a todos miran con desprecio. Hay quienes aman tanto el dinero que despojan a los pobres y a los indefensos de este mundo; les sacan hasta el último centavo, y los dejan desnudos en la calle. »La chupasangre tiene dos hijas: una se llama “Dame”, y la otra, “Damemás”. Es amiga del que ama el dinero, pues este siempre quiere más. »Hay tres, y hasta cuatro cosas que nunca quedan satisfechas: la mujer estéril que pide hijos, la tierra que pide más agua, el fuego que pide más leña y la tumba que pide más muertos. »El que desobedece y desprecia a sus padres, bien merece que los cuervos le saquen los ojos y que los buitres se lo coman vivo. »Hay tres, y hasta cuatro cosas que me parecen increíbles y que no alcanzo a comprender: cómo saber que un águila ha pasado por el cielo; cómo saber que una serpiente ha pasado por una roca; cómo saber que un barco ha pasado por el mar; y cómo saber que un hombre se ha acostado con una mujer. »La mujer infiel se acuesta con otro hombre, luego se baña y dice: “¡Aquí no ha pasado nada!” »Hay tres, y hasta cuatro personas que la tierra no soporta y que la hacen estremecerse: El sirviente que llega a gobernar, el tonto que llega a ser muy rico, la mujer infiel que vuelve a casarse, y la sirvienta que llega a ser la señora de la casa. »Hay cuatro cosas en el mundo que a pesar de ser pequeñas son más sabias que los sabios: Las hormigas, insectos muy pequeños que guardan comida en el verano, para tener suficiente en el invierno; los tejones, animalitos que por ser indefensos hacen sus cuevas entre las rocas; los saltamontes, que aunque no tienen comandante son tan ordenados y disciplinados como un ejército, y las lagartijas, que son fáciles de atrapar pero viven libres en los palacios. »Hay tres, y hasta cuatro cosas que caminan con elegancia: el león con su gran melena, que sin miedo reina en la selva; el gallo vanidoso, con su roja cresta; el carnero de la montaña con sus enormes cuernos; y el rey con su corona de oro que marcha frente a su ejército. »Si te portas como un tonto, y te crees muy importante y haces planes contra otros, ten presente lo siguiente: Si bates la leche, sacarás mantequilla; si te suenas fuerte la nariz, te sacarás sangre; y si buscas pleitos, pleitos tendrás».
Proverbios 30:1-33 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Palabras proféticas de Agur, hijo de Jaqué, dirigidas a Itiel, a Itiel y a Ucal. ¡No hay nadie más ignorante que yo! ¡No hay en mí raciocinio humano! No tengo estudios ni sabiduría; ¡no tengo conocimiento alguno del Dios santo! ¿Quién puede subir al cielo, y bajar de allí? ¿Quién puede retener el viento entre sus puños? ¿Quién puede retener el mar en un paño? ¿Quién estableció los límites de la tierra? ¿Sabes su nombre, y el nombre de su hijo? Las palabras de Dios son todas puras; Dios es el escudo de quienes en él confían. No añadas a sus palabras, y él no te reprenderá, y tampoco resultarás un mentiroso. Solamente dos cosas te he pedido; ¡concédemelas antes de que muera! Aparta de mí la vanidad y la mentira, y no me des pobreza ni riquezas. Dame solo el pan necesario, no sea que, una vez satisfecho, te niegue y diga: «¿Y quién es el Señor?» O que, por ser pobre, llegue yo a robar y ofenda el nombre de mi Dios. No acuses al siervo ante su amo, no sea que te maldiga y sufras el castigo. Hay algunos que maldicen a su padre y no bendicen a su madre. Hay algunos que se creen muy puros, aunque no se han purificado de su inmundicia. Hay algunos que miran con altanería y mantienen en alto la mirada. Hay algunos cuyos dientes parecen espadas y cuyas muelas parecen cuchillos, ¡dispuestos a devorar a los pobres de la tierra, a la gente menesterosa de este mundo! La sanguijuela tiene dos hijas que no saben más que pedir. Tres cosas hay que nunca se sacian, y aun la cuarta nunca está satisfecha: El sepulcro, la matriz estéril, la tierra seca, que demanda más agua, y el fuego, que jamás deja de arder. A quien mira con desprecio a su padre y tiene en poco la enseñanza de la madre, ¡que los cuervos del valle le saquen los ojos!, ¡que los aguiluchos se lo coman vivo! Hay tres cosas que me son incomprensibles, y aun la cuarta no la alcanzo a comprender: el rastro del águila en el aire, el rastro de la serpiente sobre las rocas, el rastro del barco al surcar el mar, y el rastro del hombre en la doncella. La mujer adúltera se porta así: Come, se limpia la boca, y afirma: «No he hecho nada malo.» Hay tres cosas que sacuden a la tierra, y una cuarta que no puede tolerar: el siervo que llega a ser rey, el necio que se harta de pan, la solterona que llega a casarse, y la criada que suplanta a su ama. Hay cuatro cosas muy pequeñas en la tierra, pero que son más sabias que los sabios: las hormigas, ejército nada fuerte, pero que en el verano almacena su comida; los damanes, ejército sin recursos, pero que ponen su casa en la roca; las langostas, que no tienen rey, pero que avanzan en perfecta formación; y la araña, que se puede atrapar con la mano, pero que se halla en el palacio del rey. Tres animales caminan con paso airoso, y el cuarto se pavonea al andar: el león, el más fuerte de los animales, al que nada lo hace retroceder; el pavo real, el macho cabrío, y el rey, a quien nadie resiste. Si en tu necedad has querido enaltecerte, o has hecho planes malvados, reflexiona: Si bates la leche, obtienes mantequilla; si te suenas fuerte la nariz, esta te sangra; y si provocas la ira de alguien, provocas un pleito.
Proverbios 30:1-33 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Dichos de Agur, hijo de Jaqué de Masá. Agur habló a Itiel y a Ucal de la siguiente manera: Soy el más estúpido de los hombres, no hay en mí entendimiento humano. No he adquirido sabiduría, ni sé nada acerca del Santísimo. ¿Quién ha subido y bajado del cielo? ¿Quién puede contener el viento en su puño? ¿Quién envuelve al mar en su capa? ¿Quién estableció los límites de la tierra? ¡No me digas que sabes su nombre, y aun el nombre de su hijo! El Señor protege a los que en él confían; todas sus promesas son dignas de confianza. No añadas nada a lo que él diga; de lo contrario, te puede reprender y te hará quedar como mentiroso. Solo dos cosas te he pedido, oh Dios; concédemelas antes de que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira, y no me hagas rico ni pobre; dame solo el pan necesario, porque si me sobra, podría renegar de ti y decir que no te conozco; y si me falta, podría robar y ofender así tu divino nombre. No hables mal del esclavo delante de su amo, pues te puede maldecir y sufrirás las consecuencias. Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. Hay quienes se creen muy limpios, y no se han limpiado de sus impurezas. Hay quienes se creen importantes, y miran a otros con altanería. Hay quienes tienen espadas en vez de dientes y puñales en vez de muelas, para acabar por completo con la gente pobre del país. Dos hijas tiene la sanguijuela, que solo saben pedir. Hay tres cosas, y hasta cuatro, que nunca se satisfacen: el sepulcro, la mujer estéril, la tierra falta de agua y el fuego insatisfecho. El que mira a su padre con desprecio y se burla de su madre anciana, merece que los cuervos le saquen los ojos y que las águilas lo devoren. Hay tres cosas, y hasta cuatro, que me asombran y no alcanzo a comprender: el camino del águila en el cielo, el camino de la víbora en las rocas, el camino de un barco en alta mar y el camino del hombre en la mujer. La mujer infiel hace lo siguiente: come, se limpia la boca y afirma que no ha hecho nada malo. Hay tres tipos de gente, y hasta cuatro, que son insoportables y hacen temblar a un país: el esclavo que llega a ser rey, el tonto que tiene comida de sobra, la mujer despreciada que encuentra marido y la esclava que toma el lugar de su señora. Hay cuatro animalitos en la tierra que son más sabios que los sabios: las hormigas, gran ejército sin fuerza que asegura su comida en el verano; los tejones, grupo no muy numeroso que vive entre las peñas; las langostas, que sin tener rey marchan en orden perfecto; las lagartijas, que caben en un puño y llegan hasta el palacio del rey. Hay tres valientes, y hasta cuatro, que tienen un paso airoso: el león, el animal más terrible, que no huye ante nada ni ante nadie; el gallo orgulloso, el macho cabrío y el rey que marcha al frente de su ejército. Si tontamente te has dado importancia y has hecho planes malvados, ponte a pensar que si bates la leche, obtendrás mantequilla, si te suenas fuerte, te sangrará la nariz, y si irritas a otro, acabarás en una pelea.
Proverbios 30:1-33 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, Ni tengo entendimiento de hombre. Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo. ¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso. Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. No acuses al siervo ante su señor, No sea que te maldiga, y lleves el castigo. Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres. La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta! El Seol, la matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta! El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los hijos del águila. Tres cosas me son ocultas; Aun tampoco sé la cuarta: El rastro del águila en el aire; El rastro de la culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio del mar; Y el rastro del hombre en la doncella. El proceder de la mujer adúltera es así: Come, y limpia su boca Y dice: No he hecho maldad. Por tres cosas se alborota la tierra, Y la cuarta ella no puede sufrir: Por el siervo cuando reina; Por el necio cuando se sacia de pan; Por la mujer odiada cuando se casa; Y por la sierva cuando hereda a su señora. Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas; La araña que atrapas con la mano, Y está en palacios de rey. Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea muy bien: El león, fuerte entre todos los animales, Que no vuelve atrás por nada; El ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; Y el rey, a quien nadie resiste. Si neciamente has procurado enaltecerte, O si has pensado hacer mal, Pon el dedo sobre tu boca. Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla, Y el que recio se suena las narices sacará sangre; Y el que provoca la ira causará contienda.
Proverbios 30:1-33 La Biblia de las Américas (LBLA)
Palabras de Agur, hijo de Jaqué: el oráculo. D eclaración del hombre a Itiel, a Itiel y a Ucal. Ciertamente soy el más torpe de los hombres, y no tengo inteligencia humana. Y no he aprendido sabiduría, ni tengo conocimiento del Santo. ¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién recogió los vientos en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en su manto? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre o el nombre de su hijo? Ciertamente tú lo sabes. ¶Probada es toda palabra de Dios; Él es escudo para los que en Él se refugian. No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda y seas hallado mentiroso. ¶Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, no me des pobreza ni riqueza; dame a comer mi porción de pan, no sea que me sacie y te niegue, y diga: ¿Quién es el SEÑOR?, o que sea menesteroso y robe, y profane el nombre de mi Dios. ¶No difames al esclavo ante su amo, no sea que te acuse y seas hallado culpable. ¶Hay gente que maldice a su padre, y no bendice a su madre; gente que se tiene por pura, pero no está limpia de su inmundicia; gente de ojos altivos, cuyos párpados se alzan en arrogancia; gente cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres. ¶La sanguijuela tiene dos hijas, que dicen: ¡Dame! ¡Dame! Hay tres cosas que no se saciarán, y una cuarta que no dirá: ¡Basta! El Seol, la matriz estéril, la tierra que jamás se sacia de agua, y el fuego que nunca dice: ¡Basta! Al ojo que se mofa del padre, y escarnece a la madre, lo sacarán los cuervos del valle, y lo comerán los aguiluchos. ¶Hay tres cosas que son incomprensibles para mí, y una cuarta que no entiendo: el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del barco en medio del mar, y el camino del hombre en la doncella. Así es el camino de la mujer adúltera: come, se limpia la boca, y dice: No he hecho nada malo. ¶Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta no se puede sostener: por el esclavo cuando llega a ser rey, por el necio cuando se sacia de pan, por la mujer odiada cuando se casa, y por la sierva cuando suplanta a su señora. ¶Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, pero son sumamente sabias: las hormigas, pueblo sin fuerza, que preparan su alimento en el verano; los tejones, pueblo sin poder, que hacen su casa en la peña; las langostas, que no tienen rey, pero todas salen en escuadrones; y el lagarto, que se puede agarrar con las manos, pero está en los palacios de los reyes. ¶Hay tres cosas majestuosas en su marcha, y una cuarta de elegante caminar: el león, poderoso entre las fieras, que no retrocede ante ninguna; el gallo, que se pasea erguido, asimismo el macho cabrío, y el rey cuando tiene el ejército con él. ¶Si has sido necio en ensalzarte, o si has tramado el mal, pon la mano sobre tu boca; porque batiendo la leche se saca mantequilla, y apretando la nariz sale sangre, y forzando la ira se produce contienda.
Proverbios 30:1-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los dichos de Agur, hijo de Jaqué, contienen el siguiente mensaje. Cansado estoy, oh Dios: cansado, oh Dios, y agotado. Soy demasiado torpe para ser humano y me falta el sentido común. No he dominado la sabiduría humana ni conozco al Santo. ¿Quién sino Dios sube a los cielos y desciende de ellos? ¿Quién retiene el viento en sus puños? ¿Quién envuelve los océanos en su manto? ¿Quién ha creado el mundo entero? ¿Cuál es su nombre? ¿Y el nombre de su hijo? ¡Dime, si los sabes! Toda palabra de Dios demuestra ser verdadera. Él es un escudo para todos los que buscan su protección. No agregues nada a sus palabras, o podría reprenderte y ponerte al descubierto como un mentiroso. Oh Dios, te ruego dos favores; concédemelos antes de que muera. Primero, ayúdame a no mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades. Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el SEÑOR?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios. Nunca difames al empleado ante su patrón, porque te maldecirá, y sufrirás las consecuencias. Algunas personas maldicen a su padre y no son agradecidas con su madre. Se consideran puras en su propia opinión, pero están sucias y no se han lavado. Contemplan a su alrededor con soberbia y miran a otros con desdén. Tienen los dientes como espadas y los colmillos como cuchillos. Devoran al pobre de la tierra y a los necesitados de entre la humanidad. La sanguijuela tiene dos bocas que chupan, y gritan: «¡Más, más!». Hay tres cosas que nunca se sacian; no, son cuatro las que nunca dicen «¡basta!»: la tumba, la matriz estéril, el desierto árido y el fuego abrasador. El ojo que se burla de su padre y desprecia las instrucciones de su madre será arrancado por los cuervos del valle y devorado por los buitres. Hay tres cosas que me asombran; no, son cuatro las que no comprendo: cómo planea el águila por el cielo, cómo se desliza la serpiente sobre la roca, cómo navega el barco en el océano, y cómo ama el hombre a la mujer. La mujer adúltera devora al hombre, luego se limpia la boca y dice: «¿Qué hice de malo?». Hay tres cosas que hacen temblar la tierra; no, son cuatro las que no puede soportar: al esclavo que llega a ser rey, al necio autoritario que prospera, a la mujer amargada que finalmente encuentra marido, y a la criada que toma el lugar de su señora. Hay cuatro cosas sobre la tierra que son pequeñas pero extraordinariamente sabias: Las hormigas no son fuertes, pero almacenan su alimento todo el verano. Los damanes no son poderosos, pero construyen su hogar entre las rocas. Las langostas no tienen rey, pero marchan en fila. Las lagartijas son fáciles de atrapar, pero se encuentran hasta en los palacios reales. Hay tres cosas que caminan con paso firme y majestuoso; no, son cuatro las que se dan aires al andar: el león, rey de los animales, que no retrocede ante nada, el gallo que se pavonea, el macho cabrío, y el rey al frente de su ejército. Si como un necio has sido orgulloso o has tramado el mal, tapa tu boca de vergüenza. Así como al batir la crema se obtiene mantequilla y al golpearse la nariz sale sangre, al provocar el enojo surgen peleas.