Proverbios 11:1-16
Proverbios 11:1-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas. Con el orgullo viene la deshonra; con la humildad, la sabiduría. A los justos los guía su integridad; a los infieles los destruye su perversidad. En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte. La justicia endereza el camino de los íntegros, pero la maldad hace caer a los malvados. La justicia de los íntegros los libra, pero la codicia atrapa a los traidores. Muere el malvado y con él, su esperanza; muere también su ilusión de poder. El justo se salva de la calamidad, pero la desgracia le sobreviene al malvado. Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento. Cuando los justos prosperan, la ciudad se alegra; cuando los malvados perecen, hay gran regocijo. La bendición de los justos enaltece a la ciudad, pero la boca de los malvados la destruye. El falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua. La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta. Sin dirección, la nación fracasa; la victoria se alcanza con muchos consejeros. El fiador de un extraño saldrá perjudicado; negarse a dar fianza es vivir seguro. La mujer bondadosa se gana el respeto; los hombres violentos solo ganan riquezas.
Proverbios 11:1-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios rechaza a los tramposos, pero acepta a los honrados. El orgulloso termina en la vergüenza, y el humilde llega a ser sabio. Al bueno lo guía la justicia; al traidor lo destruye la hipocresía. Cuando te enfrentes al Gran Juez, de nada te servirán las riquezas; solo haciendo lo que es justo te librarás de la muerte. Cuando somos honrados, todo en la vida es más fácil; pero a los malvados su propia maldad los destruye. Cuando somos honrados, estamos a salvo del mal; pero a los traidores su ambición los domina. Cuando mueren los malvados, mueren con ellos su esperanza y sus sueños de grandeza. A los malvados les cae la desgracia, pero los buenos quedan a salvo. Los chismes de los malvados destruyen a sus semejantes, pero a la gente honrada la salva la sabiduría. Cuando los buenos triunfan, la ciudad se alegra; cuando los malvados mueren, todo el mundo hace fiesta. La presencia de los buenos trae bienestar a la ciudad; la presencia de los malvados solo le trae desgracias. El que es imprudente critica a su amigo; el que piensa lo que dice sabe cuándo guardar silencio. La gente chismosa todo lo cuenta; la gente confiable sabe callar. Sin buenos gobernantes, la nación fracasa; con muchos consejeros puede salvarse. Si te comprometes a pagar las deudas de un desconocido, te metes en grandes problemas; evita esos compromisos y vivirás tranquilo. La mujer bondadosa gana respeto, y el hombre emprendedor gana riquezas.
Proverbios 11:1-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Al Señor le repugnan las pesas falsas, pero le agradan las pesas cabales. Con la soberbia llega también la deshonra, pero la sabiduría acompaña a los humildes. La integridad guía a los hombres rectos pero la perversidad destruye a los pecadores. De nada sirven las riquezas en el día de la ira, pero la justicia te librará de la muerte. La justicia corrige el rumbo del hombre cabal, pero el impío tropieza por su maldad. La justicia de los rectos los pone a salvo, pero a los pecadores los atrapa su pecado. Con el malvado muere su esperanza; muere la expectación de los malvados. El justo se libra de la tribulación, y su lugar lo ocupa el impío. El impío daña a su prójimo con sus labios, pero a los justos los salva la sabiduría. Si a los justos les va bien, la ciudad se alegra; también hay fiesta cuando los impíos perecen. La bendición de los justos enaltece a la ciudad; la boca de los impíos la trastorna. El falto de cordura menosprecia a su prójimo; el hombre prudente sabe guardar silencio. Quien es chismoso da a conocer el secreto; quien es ecuánime es también reservado. Cuando no hay buen guía, la gente tropieza; la seguridad depende de los muchos consejeros. Avala a un extraño y vivirás angustiado; evita dar fianzas y vivirás tranquilo. La mujer agraciada acrecienta su honra; la gente violenta acrecienta sus riquezas.
Proverbios 11:1-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor reprueba las balanzas falsas y aprueba las pesas exactas. El orgullo acarrea deshonra; la sabiduría está con los humildes. A los hombres rectos los guía su rectitud; a los hombres falsos los destruye su falsedad. De nada servirán las riquezas el día del juicio, pero la justicia libra de la muerte. La justicia endereza el camino del justo, pero el malvado cae por su propia maldad. La justicia libera a los hombres rectos, pero la codicia aprisiona a los traidores. Cuando el malvado muere, mueren con él sus esperanzas e ilusiones. Dios libra de la angustia al justo, y en su lugar pone al malvado. Las palabras del malvado destruyen a sus semejantes, pero la inteligencia del justo los salva. Cuando los justos prosperan, la ciudad se alegra; cuando los malvados mueren, salta de alegría. Con la bendición de los justos se construye una ciudad, pero las palabras de los malvados la destruyen. El imprudente habla mal de su amigo; el prudente guarda silencio. El chismoso todo lo cuenta; la persona digna de confianza guarda el secreto. Si no hay buen gobierno, la nación fracasa; el triunfo depende de los muchos consejeros. Mal resulta salir fiador de un extraño; el que evita dar fianzas vive tranquilo. La mujer agraciada recibe honores, y el hombre audaz obtiene riquezas.
Proverbios 11:1-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada. Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría. La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos. No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte. La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su impiedad caerá. La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados en su pecado. Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá. El justo es librado de la tribulación; Mas el impío entra en lugar suyo. El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría. En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla. El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo. Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad. Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro. La mujer agraciada tendrá honra, Y los fuertes tendrán riquezas.
Proverbios 11:1-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
La balanza falsa es abominación al SEÑOR, pero el peso cabal es su deleite. Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. La integridad de los rectos los guiará, mas la perversidad de los pérfidos los destruirá. De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte. La justicia del íntegro enderezará su camino, pero el impío caerá por su propia impiedad. La justicia de los rectos los librará, mas los pérfidos en su codicia serán atrapados. Cuando muere el hombre impío, su esperanza se acaba, y la expectación de los poderosos perece. El justo es librado de tribulación, y el impío toma su lugar. Con la boca el impío destruye a su prójimo, mas por el conocimiento los justos serán librados. Con el bien de los justos, se regocija la ciudad, y cuando perecen los impíos, hay gritos de alegría. Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, pero por la boca de los impíos, es derribada. Él que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio. Él que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas. Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria. Ciertamente sufrirá el que sale fiador por un extraño, pero el que odia salir fiador está seguro. La mujer agraciada alcanza honra, y los poderosos alcanzan riquezas.
Proverbios 11:1-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR detesta el uso de las balanzas adulteradas, pero se deleita en pesas exactas. El orgullo lleva a la deshonra, pero con la humildad viene la sabiduría. La honestidad guía a la gente buena; la deshonestidad destruye a los traicioneros. Las riquezas no servirán para nada en el día del juicio, pero la vida recta puede salvarte de la muerte. La honestidad dirige los pasos de los justos; los perversos caen bajo el peso de su pecado. La justicia rescata a las personas buenas; los traidores quedan atrapados por su propia ambición. Cuando los perversos mueren, sus esperanzas mueren con ellos, porque confían en sus propias y deficientes fuerzas. Los justos son rescatados de dificultades, y estas caen sobre los perversos. Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras, pero el conocimiento rescatará a los justos. Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa; grita de alegría cuando el perverso muere. Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar, pero las palabras de los perversos la destruyen. Es necio denigrar al vecino; una persona sensata guarda silencio. El chismoso anda contando secretos; pero los que son dignos de confianza saben guardar una confidencia. Sin liderazgo sabio, la nación se hunde; la seguridad está en tener muchos consejeros. Es peligroso dar garantía por la deuda de un desconocido; es más seguro no ser fiador de nadie. La mujer bondadosa se gana el respeto, pero los hombres despiadados solo ganan riquezas.