S. Lucas 4:1-12
S. Lucas 4:1-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
S. Lucas 4:1-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre. —Si eres el Hijo de Dios —propuso el diablo—, ordénale a esta piedra que se convierta en pan. Jesús respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre”. Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo. —Sobre estos reinos y todo su esplendor —le dijo—, te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada y puedo dársela a quien yo quiera. Así que, si me adoras, todo será tuyo. Jesús contestó: —Escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”. Luego el diablo lo llevó a Jerusalén e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del Templo y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí. Pues escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te protejan con sumo cuidado. En sus manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna”. —Está dicho: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —respondió Jesús.
S. Lucas 4:1-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El Espíritu de Dios llenó a Jesús con su poder. Y cuando Jesús se alejó del río Jordán, el Espíritu lo guio al desierto. Allí, durante cuarenta días, el diablo trató de hacerlo caer en sus trampas, y en todo ese tiempo Jesús no comió nada. Cuando pasaron los cuarenta días, Jesús sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: —Si en verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan. Jesús le contestó: —La Biblia dice: “No solo de pan vive la gente”. Después el diablo llevó a Jesús a un lugar alto. Desde allí, en un momento, le mostró todos los países más ricos y poderosos del mundo, y le dijo: —Todos estos países me los dieron a mí, y puedo dárselos a quien yo quiera. Yo te haré dueño de todos ellos, si te arrodillas delante de mí y me adoras. Jesús le respondió: —La Biblia dice: “Adoren a Dios, y obedézcanlo solo a él.” Finalmente, el diablo llevó a Jesús a la ciudad de Jerusalén, hasta la parte más alta del templo, y allí le dijo: —Si en verdad eres el Hijo de Dios, tírate desde aquí, pues la Biblia dice: “Dios mandará a sus ángeles para que te cuiden. Ellos te sostendrán, para que no te lastimes los pies contra ninguna piedra.” Jesús le contestó
S. Lucas 4:1-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que esta piedra se convierta en pan.» Jesús le respondió: «Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, [sino de toda palabra de Dios].”» Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto, y en un instante le mostró todos los reinos del mundo, y le dijo: «Yo te daré poder sobre todos estos reinos y sobre sus riquezas, porque a mí han sido entregados, y yo puedo dárselos a quien yo quiera. Si te arrodillas delante de mí, todos serán tuyos.» Jesús le respondió: «Escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”» Entonces el diablo lo llevó a Jerusalén, lo puso sobre la parte más alta del templo, y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, lánzate hacia abajo. Porque está escrito: »“A sus ángeles mandará alrededor de ti, para que te protejan”; y también: »“En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con piedra alguna.”» Jesús le respondió: «También está dicho: “No tentarás al Señor tu Dios.”»
S. Lucas 4:1-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto. Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre. El diablo entonces le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le contestó: —La Escritura dice: “No solo de pan vivirá el hombre.” Luego el diablo lo levantó y, mostrándole en un momento todos los países del mundo, le dijo: —Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países. Porque yo lo he recibido, y se lo daré al que quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó: —La Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él.” Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí; porque la Escritura dice: “Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan. Te levantarán con sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.” Jesús le contestó: —También dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”
S. Lucas 4:1-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le respondió: Escrito está: «NO SOLO DE PAN VIVIRá EL HOMBRE». Llevándole a una altura, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo. Y el diablo le dijo: Todo este dominio y su gloria te daré; pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy. Por tanto, si te postras delante de mí, todo será tuyo. Respondiendo Jesús, le dijo: Escrito está: «AL SEÑOR TU DIOS ADORARáS, Y A ÉL SOLO SERVIRáS». Entonces el diablo le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí, pues escrito está: «A SUS áNGELES TE ENCOMENDARá PARA QUE TE GUARDEN», y: «EN LAS MANOS TE LLEVARáN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA». Respondiendo Jesús, le dijo: Se ha dicho: «NO TENTARASAL SEÑOR TU DIOS».
S. Lucas 4:1-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán y fue guiado por el Espíritu en el desierto, donde fue tentado por el diablo durante cuarenta días. Jesús no comió nada en todo ese tiempo y comenzó a tener mucha hambre. Entonces el diablo le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se transforme en pan. Jesús le dijo: —¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan”. Entonces el diablo lo llevó a una parte alta y desplegó ante él todos los reinos del mundo en un solo instante. —Te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos —le dijo el diablo—, porque son míos para dárselos a quien yo quiera. Te daré todo esto si me adoras. Jesús le respondió: —Las Escrituras dicen: “Adora al SEÑOR tu Dios y sírvele únicamente a él”. Entonces el diablo lo llevó a Jerusalén, al punto más alto del templo, y dijo: —Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan y te guarden. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”. Jesús le respondió: —Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al SEÑOR tu Dios”.