S. Lucas 10:2-9
S. Lucas 10:2-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
«La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo—. Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo. ¡Vayan ustedes! ¡Presten atención! Porque los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero ni bolsa ni sandalias; tampoco se detengan a saludar a nadie por el camino. »En cualquier casa que entren, digan primero: “Paz a esta casa”. Si hay allí alguien que promueva la paz, la paz de ustedes reinará en ella; y si no, la paz regresará a ustedes. Quédense en esa casa, coman y beban de lo que ellos tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. »Cuando entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan. Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios está cerca de ustedes”.
S. Lucas 10:2-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Jesús les dijo: «Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente. Y ahora, vayan; pero tengan cuidado, porque yo los envío como quien manda corderos a una cueva de lobos. »No lleven dinero, ni mochila ni zapatos, ni se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando lleguen a alguna casa, saluden a todos los que vivan allí, deseándoles que les vaya bien. Si la gente merece el bien, el deseo de ustedes se cumplirá; pero si no lo merece, no se cumplirá su deseo. No anden de casa en casa. Quédense con una sola familia, y coman y beban lo que allí les den, porque el trabajador merece que le paguen. »Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos, y díganles que el reino de Dios ya está cerca.
S. Lucas 10:2-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Les dijo: «Ciertamente, es mucha la mies, pero son pocos los segadores. Por tanto, pidan al Señor de la mies que envíe segadores a cosechar la mies. Y ustedes, pónganse en camino. Pero tengan en cuenta que yo los envío como a corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni calzado; ni se detengan en el camino a saludar a nadie. En cualquier casa adonde entren, antes que nada digan: “Paz a esta casa.” Si allí hay gente de paz, la paz de ustedes reposará sobre esa gente; de lo contrario, la paz volverá a ustedes. Quédense en esa misma casa, y coman y beban lo que les den, porque el obrero es digno de su salario. No vayan de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren, y los reciban, coman lo que les ofrezcan. Sanen a los enfermos que allí haya, y díganles: “El reino de Dios se ha acercado a ustedes.”
S. Lucas 10:2-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Les dijo: «Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: “Paz a esta casa.” Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán. Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes.”
S. Lucas 10:2-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
S. Lucas 10:2-9 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa que entréis, decid primero: «Paz a esta casa». Y si hay allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; pero si no, se volverá a vosotros. Permaneced entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os sirvan; sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: «Se ha acercado a vosotros el reino de Dios».
S. Lucas 10:2-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Y les dio las siguientes instrucciones: «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos. Ahora vayan, y recuerden que los envío como ovejas en medio de lobos. No lleven con ustedes nada de dinero, ni bolso de viaje, ni un par de sandalias de repuesto; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. »Cuando entren en la casa de alguien, primero digan: “La paz de Dios sea sobre esta casa”. Si los que viven en la casa son gente de paz, la bendición permanecerá; si no lo son, la bendición regresará a ustedes. No cambien de una casa a otra. Quédense en un lugar, coman y beban lo que les den. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen recibir su salario. »Si entran en un pueblo donde los reciben bien, coman todo lo que les ofrezcan. Sanen a los enfermos y díganles: “El reino de Dios ahora está cerca de ustedes”.