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Jeremías 6:10-19

Jeremías 6:10-19 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

¿A quién hablaré? ¿A quién advertiré? ¿Quién podrá escucharme? Tienen tapados los oídos y no pueden comprender. La palabra del SEÑOR los ofende; no se complacen en ella. Pero yo estoy lleno de la ira del SEÑOR, y ya no puedo contenerme. «Derrama tu ira en la calle sobre los niños, sobre los grupos de jóvenes, porque serán capturados el marido y la mujer, la gente madura y la entrada en años. Sus casas, sus campos y sus mujeres caerán en manos extrañas, porque yo voy a extender mi mano contra los habitantes del país», afirma el SEÑOR. «Desde el más pequeño hasta el más grande, todos codician ganancias injustas; desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el engaño. Curan por encima la herida de mi pueblo y les desean: “¡Paz, paz!”, cuando en realidad no hay paz. ¿Acaso se han avergonzado de la abominación que han cometido? ¡No, no se han avergonzado de nada y ni siquiera saben lo que es la vergüenza! Por eso, caerán con los que caigan; cuando los castigue, serán derribados», dice el SEÑOR. Así dice el SEÑOR: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, ¡y sigan por él! Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “¡No lo seguiremos!”. Yo aposté centinelas para ustedes y dije: “Presten atención al toque de trompeta”. Pero ellos dijeron: “No prestaremos atención”. Por eso, ¡escuchen, naciones! ¡Comunidad, conoce lo que te espera! Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis palabras, sino que rechazaron mi Ley.

Jeremías 6:10-19 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Y yo, Jeremías, pregunto: «¿Con quién voy a poder hablar? ¿Quién va a hacerme caso? Se tapan los oídos porque no quieren escuchar. Se burlan de la palabra de Dios porque no la quieren obedecer. ¡Me invade la ira de Dios, y ya no puedo contenerme!» Dios me dijo: «Da rienda suelta a tu enojo sobre las pandillas de jóvenes, sobre los hombres y sus esposas, y aun sobre los ancianos. ¡Todos ellos serán capturados! »Yo voy a castigar a todos los que viven en Judá. Sus casas, campos y mujeres pasarán a manos de otros. Les juro que así será. »Todos desean lo que no es suyo, desde el más chico hasta el más grande. Ya no se puede confiar ni en el profeta ni en el sacerdote. Con pañitos de agua tibia pretenden curar las heridas de mi pueblo. Insisten en que todo está bien, cuando en realidad todo está mal. Han cometido los pecados más asquerosos, pero ni vergüenza les da, pues ya ni saben lo que es tener vergüenza. Por eso, voy a castigarlos, y todos serán destruidos. Les juro que así será. »También les he dicho: “Deténganse en los cruces de camino, y pregunten qué camino deben seguir, y no se aparten de él. Solo siguiendo el mejor camino podrán descansar. ¡Pero ustedes se niegan a seguirlo!” »Yo les he enviado mensajeros para advertirles del peligro, pero ustedes no han prestado atención. Por eso quiero que las naciones sepan lo que le espera a mi pueblo. Quiero que todo el mundo me escuche: por los pecados que han cometido voy a enviarles una desgracia, pues no quisieron hacerme caso, y rechazaron mis enseñanzas.

Jeremías 6:10-19 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»¿A quién hablaré, para que oigan? ¿A quién le llamaré la atención? ¡No pueden escuchar porque tienen tapados los oídos! Ellos no aman la palabra del Señor. ¡Les resulta vergonzosa! Por tanto, la ira del Señor se me escapa; ya estoy cansado de contenerme. Voy a derramarla sobre los niños en la calle, lo mismo que sobre las reuniones de jóvenes, porque serán hechos cautivos el marido y la mujer, el viejo y el anciano. Voy a extender mi mano contra los habitantes de la tierra; y sus casas, sus propiedades, y hasta sus mujeres, pasarán a otras manos. —Palabra del Señor. »Y es que todos ellos son mentirosos y avaros. Todos, desde el más chico hasta el más grande, desde el profeta hasta el sacerdote. Se les hace fácil sanar la herida de mi pueblo con solo decir: “¡Paz, paz!” ¡Pero no hay paz! ¿Acaso se han avergonzado de sus actos repugnantes? ¡Claro que no! ¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza! Por eso, cuando yo los castigue, caerán muertos entre los muertos.» —Palabra del Señor. Así ha dicho el Señor: «Deténganse en los caminos y pregunten por los senderos de otros tiempos; miren bien cuál es el buen camino, y vayan por él. Así hallarán ustedes el descanso necesario. Pero ustedes dijeron: “No iremos por allí.” También les puse vigilantes que les advirtieran: “Presten atención al sonido de la trompeta.” Pero ustedes dijeron: “No vamos a prestar atención.” Por lo tanto, naciones, ¡escuchen! Y ustedes, mi pueblo, ¡entiendan lo que va a suceder! ¡Óyeme bien, tierra! Voy a traer sobre este pueblo un mal, que es producto de sus pensamientos, pues no quisieron obedecer mis palabras y aborrecieron mi enseñanza.

Jeremías 6:10-19 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Yo respondí: «¿Quién me va a oír, si les hablo y les doy este aviso? Tienen tapados los oídos, Señor, y no pueden escuchar; se burlan de tu palabra, no les agrada. Estoy lleno de tu ira, Señor; ya no puedo contenerla.» El Señor me dijo: «Derrámala sobre los muchachos en la calle, sobre las pandillas de jóvenes. Se llevarán presos a los maridos con sus esposas y a los ancianos cargados de años. Sus casas, sus campos y sus esposas pasarán a ser de otros. Porque voy a levantar mi mano para castigar a los que viven en este país. Yo, el Señor, lo afirmo. »Todos, grandes y pequeños, solo piensan en las ganancias mal habidas; profetas y sacerdotes, todos cometen fraudes. Tratan por encima las heridas de mi pueblo; dicen que todo está bien, cuando todo está tan mal. ¡Debería darles vergüenza de hacer esas cosas que no soporto! Pero no, no sienten vergüenza, ¡ya ni saben lo que es avergonzarse! Por eso, cuando yo los castigue, tropezarán y caerán como los otros. Yo, el Señor, lo digo.» El Señor dice a su pueblo: «Párense en los caminos y miren, pregunten por los senderos antiguos, dónde está el mejor camino; síganlo y encontrarán descanso.» Pero ellos dicen: «No, no queremos seguirlo.» El Señor puso centinelas, y dijo al pueblo: «Pongan atención a la señal de alarma.» Pero el pueblo dijo: «No queremos hacer caso.» Por eso dice el Señor: «Escuchen, naciones, sepan lo que va a pasarle a mi pueblo. Escucha, tierra: Voy a traer a este pueblo una desgracia que es consecuencia de sus planes malvados; porque no hicieron caso de mis palabras, sino que despreciaron mi ley.

Jeremías 6:10-19 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman. Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansado de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano. Y sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehová. Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová. Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos. Por tanto, oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá. Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley.

Jeremías 6:10-19 La Biblia de las Américas (LBLA)

¿A quiénes hablaré y advertiré, para que oigan? He aquí, sus oídos están cerrados, y no pueden escuchar. He aquí, la palabra del SEÑOR les es oprobio; no se deleitan en ella. Pero yo estoy lleno del furor del SEÑOR, estoy cansado de retenerlo. Derrámalo sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes; porque serán apresados tanto el marido como la mujer, el viejo y el muy anciano. Y sus casas serán entregadas a otros, juntamente con sus campos y sus mujeres; porque extenderé mi mano contra los habitantes de esta tierra —declara el SEÑOR. Porque desde el menor hasta el mayor, todos ellos codician ganancias, y desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el engaño. Y curan a la ligera el quebranto de mi pueblo, diciendo: «Paz, paz», pero no hay paz. ¿Se han avergonzado de la abominación que han cometido? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun han sabido ruborizarse; por tanto caerán entre los que caigan; en la hora que yo los castigue serán derribados —dice el SEÑOR. Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: «No andaremos en él.» Y puse centinelas sobre vosotros, que dijeran: «Escuchad el sonido de la trompeta». Pero dijeron: «No escucharemos». Por tanto, oíd, naciones, y entiende, congregación, lo que se hará entre ellos. Oye, tierra: he aquí, yo traigo una calamidad sobre este pueblo, el fruto de sus planes, porque no han escuchado mis palabras, y han desechado mi ley.

Jeremías 6:10-19 Nueva Traducción Viviente (NTV)

¿A quién puedo advertir? ¿Quién escuchará cuando yo hable? Tienen sordos los oídos y no pueden oír. Ellos desprecian la palabra del SEÑOR. No quieren escuchar para nada. Por eso ahora estoy lleno de la furia del SEÑOR. ¡Sí, estoy cansado de contenerla! «Derramaré mi furia sobre los niños que juegan en las calles y sobre las reuniones de jóvenes, sobre esposos y esposas y sobre los que son viejos y canosos. Sus casas serán dadas a los enemigos, al igual que sus campos y sus esposas porque levantaré mi puño poderoso contra la gente de esta tierra —dice el SEÑOR—. Desde el menos importante hasta el más importante, sus vidas están dominadas por la avaricia. Desde los profetas hasta los sacerdotes, todos son unos farsantes. Ofrecen curas superficiales para la herida mortal de mi pueblo. Dan garantías de paz cuando no hay paz. ¿Se avergüenzan de sus actos repugnantes? De ninguna manera, ¡ni siquiera saben lo que es sonrojarse! Por lo tanto, estarán entre los caídos en la matanza; serán derribados cuando los castigue», dice el SEÑOR. SEÑOR Esto dice el SEÑOR: «Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma. Pero ustedes responden: “¡No, ese no es el camino que queremos!”. Puse centinelas sobre ustedes, que dijeron: “Estén atentos al sonido de alarma”. Pero ustedes respondieron: “¡No! ¡No prestaremos atención!”. »Por lo tanto, naciones, escuchen esto; tomen nota de la situación de mi pueblo. ¡Escuchen, habitantes de toda la tierra! Traeré desastre sobre mi pueblo. Es el fruto de sus propias intrigas, porque se niegan a escucharme; han rechazado mi palabra.

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