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Jeremías 50:1-10

Jeremías 50:1-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

La palabra del SEÑOR acerca de Babilonia, el país de los babilonios, vino al profeta Jeremías: «¡Anuncien y proclamen entre las naciones! ¡Proclámenlo, levanten un estandarte! No oculten nada, sino digan: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas y sus ídolos, aterrados!”. Porque la ataca una nación del norte, que dejará su tierra desolada. Las personas y los animales saldrán huyendo y no habrá nadie que la habite. »En aquellos días, en aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá irá llorando en busca del SEÑOR su Dios», afirma el SEÑOR. «Preguntarán por el camino a Sión y hacia allá se encaminarán. Vendrán y se aferrarán al SEÑOR en un pacto eterno, que ya no olvidarán. »Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido; sus pastores lo han descarriado, lo han hecho vagar por las montañas. Ha ido de colina en colina y se ha olvidado de su redil. Todos los que lo encuentran lo devoran. “No somos culpables —decían sus enemigos—, porque ellos pecaron contra el SEÑOR; ¡él es pastizal de justicia, esperanza de sus antepasados!”. »¡Huyan de Babilonia; abandonen el país de los babilonios! Sean como los machos cabríos que guían al rebaño. Porque yo movilizo contra Babilonia una alianza de grandes naciones del norte. Se alistarán contra ella y desde el norte será conquistada. Sus flechas son como expertos guerreros que no vuelven con las manos vacías. Babilonia será saqueada, y todos sus saqueadores se saciarán», afirma el SEÑOR.

Jeremías 50:1-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Dios me dio este mensaje acerca de Babilonia. Me dijo: «A ti, Jeremías, te encargo que se anuncie entre las naciones mi mensaje, para que todos se enteren. Que se agite la señal de victoria y se dé a conocer la noticia: “¡Babilonia será conquistada! ¡El dios Bel quedará en ridículo! ¡El dios Marduc temblará de miedo! ¡Todos los dioses de Babilonia se asustarán y quedarán humillados!” »Del norte vendrá una nación que atacará y destruirá a Babilonia. Hombres y animales saldrán corriendo, y nadie volverá a vivir allí. »Cuando todo esto suceda, la gente de Israel y de Judá vendrá llorando a buscarme, pues yo soy el Dios de Israel. Preguntarán cómo llegar a Jerusalén, y hacia allá se dirigirán. Al llegar, se reunirán conmigo para que hagamos un pacto eterno, del cual nunca más se olvidarán. »Mi pueblo ha perdido el rumbo; ha vivido como un rebaño perdido, pues sus jefes no supieron dirigirlo. Por eso anduvo por las montañas, extraviado y sin rumbo fijo; ¡hasta olvidó su lugar de descanso! Al verlos, sus enemigos se burlaban y les decían: “De esto no tenemos la culpa, pues ustedes pecaron contra Dios; contra el Dios que todo les daba, y en quien confiaban sus antepasados”. »Pueblo mío, ¡salgan ya de Babilonia! ¡Escápense de ese país! ¡Corran al frente de los que huyen! Yo enviaré contra Babilonia grandes naciones del norte que la atacarán, la conquistarán y se quedarán con todas sus riquezas. Sus soldados son de lo mejor; ¡sus flechas siempre dan en el blanco!

Jeremías 50:1-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Por medio del profeta Jeremías el Señor dio este mensaje contra Babilonia, es decir, contra la tierra de los caldeos. «¡Anúncienlo en las naciones! ¡Levanten las banderas y háganlo saber! ¡Ya es del dominio público, así que no lo disimulen! ¡Digan que Babilonia ha sido conquistada, que el dios Bel ha quedado confundido, y que Merodac está deshecho! Las imágenes de sus ídolos han sido destrozadas. La atacó una nación del norte, y dejó desolada su tierra. Ya no hay en ella gente ni animales. ¡Todos huyeron, todos se han ido! »Cuando llegue el momento, vendrán juntos los hijos de Israel y los hijos de Judá, y llorando irán en busca del Señor su Dios. —Palabra del Señor. »Preguntarán por el camino de Sión, y hacia allá se dirigirán, y unos a otros se dirán: “Vengan, hagamos con el Señor un pacto eterno que jamás se olvide.” »Mi pueblo es un rebaño de ovejas perdidas. Sus pastores las hicieron perder el camino, y se descarriaron por los montes. Anduvieron de monte en monte, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que las hallaban, las devoraban; sus enemigos alegaban no cometer ningún pecado, porque antes ellas habían pecado contra el Señor, que es mansión de justicia y esperanza de sus padres. »¡Huyan de Babilonia! ¡Salgan del país de los caldeos! ¡Sean como los machos cabríos, que van al frente del rebaño! Porque yo estoy incitando contra Babilonia a una alianza de poderosos pueblos del norte, y voy a hacer que la ataquen. Desde allá se prepararán para atacarla, y la conquistarán. Son arqueros diestros y valientes, y sus flechas siempre dan en el blanco. Caldea será botín de guerra; todos los que la saqueen quedarán satisfechos. —Palabra del Señor.

Jeremías 50:1-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Mensaje acerca de Babilonia, país de los caldeos, que el Señor comunicó por medio del profeta Jeremías: «Anuncien esto, denlo a conocer entre las naciones. Levanten la señal de anuncio; no oculten nada. Digan: “¡Babilonia fue tomada! ¡El dios Bel quedó en ridículo, el dios Marduc está lleno de terror! ¡Sus ídolos, sus falsos dioses, quedaron en ridículo y llenos de terror!” Porque del norte avanza contra ella una nación que convertirá su país en un desierto. Nadie, ni hombres ni animales, volverá a vivir allí, pues todos se irán huyendo.» El Señor dice: «En aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá vendrá llorando a buscarme a mí, el Señor su Dios. Preguntarán por el camino de Sión, y hacia allá irán, diciendo: “Vayamos al Señor, y unámonos con él en una alianza eterna, que no se olvide nunca.” »Mi pueblo era como ovejas perdidas, mal guiadas por sus pastores, que las dejaron perderse en los montes. Iban de un monte al otro, y hasta olvidaron su corral. Sus enemigos, al encontrarlos, los devoraban y decían: “No es culpa nuestra, porque ellos pecaron contra el Señor, su pastizal seguro, la esperanza de sus antepasados.” »¡Huyan de Babilonia, del país de los caldeos! ¡Salgan como guías al frente del rebaño! Pues voy a hacer que un grupo de poderosos pueblos del norte ataque al mismo tiempo a Babilonia. Se alinearán y la conquistarán. Son guerreros expertos, que disparan sus flechas sin fallar el tiro. Saquearán a los caldeos; los saquearán hasta llenarse. Yo, el Señor, lo afirmo.

Jeremías 50:1-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. Anunciad en las naciones, y haced saber; levantad también bandera, publicad, y no encubráis; decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; destruidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. Porque subió contra ella una nación del norte, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more; huyeron, y se fueron. En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido. Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres. Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño. Porque yo levanto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del norte; desde allí se prepararán contra ella, y será tomada; sus flechas son como de valiente diestro, que no volverá vacío. Y Caldea será para botín; todos los que la saquearen se saciarán, dice Jehová.

Jeremías 50:1-10 La Biblia de las Américas (LBLA)

Palabra que el SEÑOR habló acerca de Babilonia, la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías: Anunciadlo entre las naciones y hacedlo oír; levantad estandarte, hacedlo oír. No lo ocultéis, sino decid: «Ha sido tomada Babilonia, está avergonzado Bel, destrozado Merodac; han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados sus ídolos». Porque ha subido contra ella una nación del norte que hará de su tierra objeto de horror, y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido. En aquellos días y en aquel tiempo —declara el SEÑOR— vendrán los hijos de Israel, ellos junto con los hijos de Judá; vendrán andando y llorando, y al SEÑOR su Dios buscarán. Preguntarán por el camino de Sión, hacia donde volverán sus rostros; vendrán para unirse al SEÑOR en un pacto eterno que no será olvidado. Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo; sus pastores las han descarriado, haciéndolas vagar por los montes; han andado de monte en collado y han olvidado su lugar de descanso. Todos los que los hallaban, los devoraban; y sus enemigos han dicho: «No somos culpables, porque ellos han pecado contra el SEÑOR, morada de justicia, el SEÑOR, esperanza de sus padres». Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos; sed como machos cabríos al frente del rebaño. Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia una horda de grandes naciones de la tierra del norte, que se alinearán para la batalla contra ella; desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero que no vuelve con las manos vacías. Y Caldea se convertirá en botín; todos los que la saqueen se saciarán —declara el SEÑOR.

Jeremías 50:1-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Jeremías recibió el siguiente mensaje del SEÑOR con relación a Babilonia y a la tierra de los babilonios. Esto dice el SEÑOR: «Anúncienlo a todo el mundo y no se callen nada. ¡Levanten una bandera de señales para decirles a todos que caerá Babilonia! Sus imágenes e ídolos serán hechos pedazos. Sus dioses Bel y Merodac serán completamente deshonrados. Pues una nación la atacará desde el norte y traerá tal destrucción que nadie volverá a vivir allí. Desaparecerá todo; huirán tanto las personas como los animales. »En los días venideros —dice el SEÑOR—, el pueblo de Israel volverá a su hogar junto con el pueblo de Judá. Llegarán llorando en busca del SEÑOR su Dios. Preguntarán por el camino a Jerusalén y emprenderán el regreso a su hogar. Se aferrarán al SEÑOR con un pacto eterno que nunca se olvidará. »Mi pueblo ha sido como ovejas perdidas. Sus pastores los llevaron por mal camino y los dejaron sueltos en las montañas. Perdieron su rumbo y no recuerdan cómo regresar al redil. Todos los que los encontraban los devoraban. Sus enemigos decían: “No hicimos nada malo al atacarlos porque ellos pecaron contra el SEÑOR, quien es su verdadero lugar de descanso y la esperanza de sus antepasados”. »Pero ahora, ¡huyan de Babilonia! Abandonen la tierra de los babilonios. Guíen a mi pueblo de regreso al hogar como hace el macho cabrío que va a la cabeza de la manada. Pues estoy levantando un ejército de grandes naciones del norte. Unirán fuerzas para atacar a Babilonia, y esta será conquistada. Las flechas de los enemigos irán directamente al blanco; ¡no errarán! Babilonia será saqueada hasta que los agresores se sacien con el botín. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!