Jueces 16:1-6
Jueces 16:1-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Un día Sansón fue a Gaza, donde vio a una prostituta. Entonces entró para pasar la noche con ella. Al pueblo de Gaza se le anunció: «¡Sansón ha venido aquí!». Así que rodearon el lugar y toda la noche estuvieron al acecho junto a la puerta de la ciudad. Se quedaron quietos durante toda la noche diciéndose: «Lo mataremos al amanecer». Pero Sansón estuvo acostado allí hasta la medianoche; luego se levantó y arrancó las puertas de la entrada de la ciudad, junto con sus dos postes, con cerrojo y todo. Se las echó al hombro y las llevó hasta la cima del monte que está frente a Hebrón. Pasado algún tiempo, Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila. Los gobernantes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: «Sedúcelo, para que te revele el secreto de su tremenda fuerza y cómo podemos vencerlo, de modo que lo atemos y lo tengamos sometido. Cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata». Dalila dijo a Sansón: —Dime el secreto de tu tremenda fuerza, y cómo se te puede atar y dominar.
Jueces 16:1-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cierto día, Sansón fue a la ciudad de Gaza. Allí vio a una prostituta, y entró a su casa para pasar la noche. Los de Gaza se enteraron de que Sansón estaba allí, así que rodearon el lugar y se pusieron a vigilar la entrada de la ciudad. Decidieron esperar toda la noche y matar a Sansón al amanecer. Pero él se levantó a la medianoche, fue hasta la entrada y arrancó el portón con todo y pilares y cerrojos. Cargó todo sobre sus hombros y se lo llevó a lo alto del cerro que está frente a Hebrón. Después Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. Los jefes filisteos le fueron a decir a ella: «Engaña a Sansón, y averigua el secreto de su gran fuerza. Necesitamos saber cómo vencerlo y atarlo para mantenerlo bajo nuestro poder. Si logras averiguarlo, cada uno de nosotros te dará más de mil monedas de plata». Cuando Sansón fue a visitarla, Dalila le preguntó
Jueces 16:1-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En otra ocasión, Sansón fue a Gaza. Allí vio a una prostituta, y tuvo relaciones con ella. Alguien fue a decir a los habitantes de Gaza que Sansón estaba allí, así que ellos fueron y rodearon la casa, y toda la noche estuvieron vigilando sigilosamente a las puertas de la ciudad, pues decían: «Mañana, cuando salga el sol, lo mataremos.» Pero Sansón durmió hasta la medianoche, y a esa hora se levantó, y fue y arrancó las puertas de la ciudad con todo y sus pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón. Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila. Los jefes filisteos fueron a visitarla, y le dijeron: «Recurre a tu astucia y averigua en qué consiste su gran fuerza, y cómo podemos vencerlo. Entonces vendremos y lo ataremos para controlarlo, y cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata.» Y Dalila le preguntó a Sansón: «Por favor, dime en qué consiste tu impresionante fuerza. Si alguien quisiera vencerte, ¿cómo tendría que sujetarte?»
Jueces 16:1-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Un día Sansón fue a la ciudad de Gaza. Allí vio a una prostituta, y entró en su casa para pasar la noche con ella. Cuando los de Gaza supieron que Sansón estaba en la ciudad, la rodearon; y se quedaron vigilando las puertas de la ciudad todo aquel día. Por la noche se fueron a descansar, pensando que lo matarían cuando amaneciera. Pero Sansón estuvo acostado sólo hasta la medianoche. A esa hora se levantó y arrancó las puertas de la ciudad junto con sus pilares y su tranca, y echándose todo ello al hombro se lo llevó a lo alto del monte que está frente a Hebrón. Después Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. Los jefes de los filisteos fueron a ver a Dalila, y le dijeron: —Engaña a Sansón y averigua de dónde le vienen sus fuerzas extraordinarias, y cómo podríamos vencerlo; así podremos atarlo y tenerlo sujeto. A cambio de tus servicios, cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata. Entonces ella le dijo a Sansón: —Por favor, dime de dónde te vienen tus fuerzas tan extraordinarias. ¿Hay algún modo de atarte sin que te puedas soltar?
Jueces 16:1-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella. Y fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y lo rodearon, y acecharon toda aquella noche a la puerta de la ciudad; y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos. Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón. Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila. Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata. Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado.
Jueces 16:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y Sansón fue a Gaza, y allí vio a una ramera y se llegó a ella. Entonces fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y ellos cercaron el lugar y se apostaron a la puerta de la ciudad toda la noche, acechándolo. Y estuvieron callados toda la noche, diciendo: Esperemos hasta que amanezca, entonces lo mataremos. Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas; entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón. Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila. Y los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata. Dijo, pues, Dalila a Sansón: Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte.
Jueces 16:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cierto día Sansón fue a la ciudad filistea de Gaza y pasó la noche con una prostituta. Pronto corrió la voz de que Sansón estaba allí, así que los hombres de Gaza se reunieron y esperaron toda la noche en las puertas de la ciudad. Se mantuvieron en silencio durante la noche mientras se decían: «Con la luz de la mañana, lo mataremos». Pero Sansón estuvo acostado solamente hasta la medianoche. Luego se levantó, agarró las puertas de la ciudad con los dos postes y las levantó con tranca y todo. Se las puso sobre los hombros y las llevó a cuestas hasta la cima de la colina situada frente a Hebrón. Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. Los gobernantes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: «Seduce a Sansón para que te diga qué lo hace tan fuerte, y cómo es posible dominarlo y atarlo sin que se suelte. Luego, cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata». Así que Dalila le dijo a Sansón: —Dime, por favor, qué te hace tan fuerte, y con qué podrían amarrarte sin que te liberes.