Oseas 2:14-23
Oseas 2:14-23 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
«Por eso, ahora voy a seducirla, la llevaré al desierto y le hablaré con ternura. Allí le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de Acor en una puerta de Esperanza. Allí responderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto. »En aquel día», afirma el SEÑOR, «me llamarás “esposo mío” y no me llamarás más “mi señor”. Quitaré de tus labios el nombre de tus baales y nunca más volverás a invocarlos. En aquel día haré un pacto en favor de ellos con los animales del campo, con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra. Eliminaré del país arcos, espadas y guerra, para que todos duerman seguros. Te haré mi esposa para siempre. Te haré mi esposa con derecho y justicia, en gran amor y compasión. Te haré mi esposa con fidelidad y entonces conocerás al SEÑOR. »En aquel día yo responderé», afirma el SEÑOR, «yo responderé al cielo y el cielo responderá a la tierra; la tierra responderá al cereal, al vino nuevo y al aceite y estos responderán a Jezrel. Yo la sembraré para mí en la tierra; mostraré mi amor a Lorrujama. A Loamí lo llamaré Amí; y él me dirá: “Tú eres mi Dios”».
Oseas 2:14-23 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
14 (16) »A pesar de todo eso, llevaré a Israel al desierto, y allí, con mucho cariño, haré que se vuelva a enamorar de mí. 15 (17) Le devolveré sus viñas, y convertiré su desgracia en gran bendición. Volverá a responderme como cuando era joven, como cuando salió de Egipto. 16-17 (18-19) Ya no volverá a serme infiel adorando a otros dioses, sino que me reconocerá como su único Dios. »Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así será. 18 (20) »Cuando llegue ese día, me comprometo a que los israelitas vivirán tranquilos y en paz. No habrá animal que les haga daño ni pueblo que les declare la guerra. 19-20 (21-22) »Israel, Israel, yo volveré a casarme contigo y serás mi esposa para siempre. Cuando tú seas mi esposa, realmente llegarás a conocerme; seré para ti un esposo fiel, sincero y lleno de amor. 21 (23) »Yo soy el Dios de Israel, y te juro que así será. »Israel, cuando llegue ese día, yo haré que el cielo derrame su lluvia sobre la tierra, 22 (24) y que la tierra produzca trigo, vino y aceite en abundancia, y así el valle de Jezreel prosperará. 23 (25) Te daré la tierra, y serás solamente para mí. Y te diré: “No eras mi pueblo, pero ahora ya lo eres”; Tú, por tu parte, me dirás: “¡Y tú eres mi Dios!”»
Oseas 2:14-23 Reina Valera Contemporánea (RVC)
»Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón. Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; allí volverá a cantar, como cuando era joven; como cuando salió de la tierra de Egipto. »Cuando llegue el momento, tú me llamarás Ishí, y nunca más volverás a llamarme Baalí. —Palabra del Señor. »Yo te quitaré de la boca los nombres de los baales, y nunca más volverás a mencionar sus nombres. Cuando llegue ese día, haré por ti un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Pondré fin al arco, la espada y la guerra, y te haré dormir tranquila. Para siempre te tomaré por esposa, y serás mi esposa ante Dios y ante los hombres, con toda misericordia y compasión. Yo te tomaré por esposa, con votos de fidelidad, y tú conocerás a tu Señor. »Cuando llegue ese momento, yo les responderé a los cielos, y los cielos le responderán a la tierra. —Palabra del Señor. »La tierra les responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos le responderán a Jezrel. Yo la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lorrujama, y a Loamí le diré: “Tú eres mi pueblo”, y él me dirá: “Tú eres mi Dios”.»
Oseas 2:14-23 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
14 (16) »Yo la voy a enamorar: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. 15 (17) Luego le devolveré sus viñas, y convertiré el valle de Acor en puerta de esperanza para ella. Allí me responderá como en su juventud, como en el día en que salió de Egipto. 16 (18) Entonces me llamará “Marido mío”, en vez de llamarme “Baal mío”. Yo, el Señor, lo afirmo. 17 (19) Y quitaré de sus labios los nombres de los baales, y jamás volverán a mencionarse. 18 (20) »En aquel tiempo haré en favor de Israel una alianza con los animales salvajes, y con las aves y las serpientes; romperé y quitaré de este país el arco, la espada y la guerra, para que mi pueblo descanse tranquilo. 19 (21) Israel, yo te haré mi esposa para siempre, mi esposa legítima, conforme a la ley, porque te amo entrañablemente. 20 (22) Yo te haré mi esposa y te seré fiel, y tú entonces me conocerás como el Señor. 21 (23) Yo, el Señor, lo afirmo: En aquel tiempo yo responderé al cielo, y el cielo responderá a la tierra; 22 (24) la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. 23 (25) Plantaré a mi pueblo en la tierra exclusivamente para mí; tendré compasión de Lo-ruhama, y a Lo-amí le diré: “Tú eres mi pueblo”, y él me dirá: “¡Tú eres mi Dios!”»
Oseas 2:14-23 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.
Oseas 2:14-23 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón. Le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza. Y allí cantará como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto. Sucederá en aquel día —declara el SEÑOR— que me llamarás Ishí y no me llamarás más Baalí. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por sus nombres. En aquel día haré también un pacto por ellos con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra, y haré que ellos duerman seguros. Te desposaré conmigo para siempre; sí, te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en misericordia y en compasión; te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás al SEÑOR. ¶Y sucederá que en aquel día yo responderé —declara el SEÑOR—, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, y la tierra responderá al trigo, al mosto y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. La sembraré para mí en la tierra, y tendré compasión de la que no recibió compasión, y diré al que no era mi pueblo: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios.
Oseas 2:14-23 Nueva Traducción Viviente (NTV)
«Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente. Le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de esperanza. Allí se me entregará como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven, cuando la liberé de su esclavitud en Egipto. Al llegar ese día —dice el SEÑOR—, me llamarás “esposo mío” en vez de “mi señor”. Oh Israel, yo borraré los muchos nombres de Baal de tus labios y nunca más los mencionarás. En ese día haré un pacto con todos los animales salvajes, las aves de los cielos y los animales que corren sobre la tierra, para que no te hagan daño. Quitaré de la tierra todas las armas de guerra, todas las espadas y todos los arcos, para que puedas vivir sin temor, en paz y seguridad. Te haré mi esposa para siempre, mostrándote rectitud y justicia, amor inagotable y compasión. Te seré fiel y te haré mía, y por fin me conocerás como el SEÑOR. »En ese día, yo responderé —dice el SEÑOR—. Le responderé al cielo cuando clame por nubes, y el cielo contestará a la tierra con lluvia. Entonces la tierra responderá a los clamores sedientos del grano, de las vides y de los olivos. Y ellos a su vez responderán: “Jezreel”, que significa “¡Dios siembra!”. En ese tiempo yo sembraré una cosecha de israelitas y los haré crecer para mí. Demostraré amor a los que antes llamé “no amados”. Y a los que llamé “no son mi pueblo”, yo diré: “Ahora son mi pueblo”. Y ellos responderán: “¡Tú eres nuestro Dios!”».