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2 Crónicas 22:1-9

2 Crónicas 22:1-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey, en lugar de Joram, a su hijo menor, Ocozías, pues las bandas de salteadores que junto con los árabes habían invadido el campamento, habían matado a todos los hijos mayores de Joram, rey de Judá. Así pues, Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, comenzó a reinar. Tenía veintidós años cuando empezó a reinar, y reinó en Jerusalén un año. Su madre se llamaba Atalía, y era descendiente de Omrí. Y Ocozías también siguió los pasos de Ahab y su dinastía, pues su madre le daba malos consejos, y por causa de sus relaciones familiares con la casa de Ahab, sus hechos fueron malos a los ojos del Señor. Ellos, en efecto, fueron sus consejeros después de la muerte de su padre, y lo llevaron a la ruina. Por seguir sus consejos, Ocozías se alió con Joram, hijo de Ahab y rey de Israel, para pelear en Ramot de Galaad contra Hazael, rey de Siria. Pero los sirios hirieron a Joram, y este regresó a Jezreel para curarse de las heridas que le habían hecho en Ramot durante el combate contra Hazael, rey de Siria. Entonces, como Joram estaba enfermo, Ocozías fue a Jezreel a visitarlo. Dios tenía dispuesto que Ocozías muriera al ir a visitar a Joram. Apenas llegó, salió con Joram a encontrarse con Jehú, hijo de Nimsí. Pero Dios había escogido a Jehú para que aniquilara a la familia de Ahab. Cuando Jehú estaba haciendo justicia contra la familia de Ahab, encontró a los jefes de Judá y a los parientes de Ocozías, que estaban al servicio de este, y los mató. Mandó buscar también a Ocozías, que se había escondido en Samaria, y lo apresaron, se lo llevaron a Jehú y lo mataron. Pero lo enterraron, teniendo en cuenta que era hijo de Josafat, quien había buscado sinceramente al Señor. De esta manera no quedó nadie de la familia de Ocozías que fuera capaz de recuperar el poder real.

2 Crónicas 22:1-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

A la muerte de Jorán, los habitantes de Jerusalén proclamaron rey a Ocozías, su hijo menor, pues a sus hijos mayores los habían asesinado las bandas de árabes que habían venido al campamento. Así fue como Ocozías, hijo de Jorán, comenzó a reinar en Judá. Tenía veintidós años cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén un año. Su madre era Atalía, nieta de Omrí. También Ocozías siguió el mal ejemplo de la familia de Acab, pues su madre le aconsejaba que hiciera lo malo. Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como lo había hecho la familia de Acab. En efecto, una vez muerto su padre, Ocozías tuvo como consejeros a miembros de esa familia, para su perdición. Por consejo de ellos, Ocozías, junto con Jorán, hijo de Acab, rey de Israel, marchó hacia Ramot de Galaad para hacerle guerra a Jazael, rey de Aram, pero en la batalla los arameos hirieron a Jorán. Por eso tuvo que regresar a Jezrel para reponerse de las heridas que había recibido en Ramot cuando luchó contra Jazael, rey de Aram. Como Jorán, hijo de Acab, convalecía en Jezrel, Ocozías, hijo de Jorán, rey de Judá, fue a visitarlo. Dios había dispuesto que Ocozías muriera cuando fuera a visitar a Jorán. Tan pronto como Ocozías llegó, salió acompañado de Jorán para encontrarse con Jehú, hijo de Nimsi, al que el SEÑOR había ungido para exterminar a la familia de Acab. Mientras Jehú ejecutaba el juicio contra la familia de Acab, se encontró con los oficiales de Judá y con los parientes de Ocozías que estaban al servicio de este y los mató. Luego mandó a buscar a Ocozías, que se había escondido en Samaria; pero lo apresaron y lo llevaron ante Jehú, quien ordenó matarlo. Sin embargo, le dieron sepultura, porque decían: «Es el hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón». Y en la familia de Ocozías no quedó nadie capaz de retener el reino.

2 Crónicas 22:1-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Los que ayudaron a los árabes en su ataque contra Judá, mataron a todos los hijos de Joram, excepto al menor de ellos, que se llamaba Ocozías. Por esa razón, la gente de Jerusalén lo nombró rey. La madre de Ocozías se llamaba Atalía y era nieta de Omrí. Ocozías tenía cuarenta y dos años de edad cuando comenzó a reinar en Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró solo un año. Tras la muerte de su padre, Ocozías siguió los consejos de su madre y de sus parientes, los descendientes de Ahab. Pero sus consejos llevaron a este rey al fracaso, pues Ocozías desobedeció a Dios. Por ejemplo, siguiendo los consejos de sus parientes, Ocozías se unió a Joram, el rey de Israel, para luchar en contra de Hazael rey de Siria. Pelearon en Ramot de Galaad, y durante la batalla Joram resultó herido, por lo que tuvo que regresar a Jezreel para que le curaran las heridas. Luego Ocozías fue a Jezreel a visitarlo. Dios había decidido que Ocozías muriera durante aquella visita a Joram, y ya había elegido a Jehú hijo de Nimsí, para que matara a toda la familia de Ahab. Y así sucedió; Jehú encontró a los jefes principales de Judá y a los ayudantes de Ocozías, que eran familiares de este, y los mató. Ocozías había salido con Joram para encontrarse con Jehú, pero al enterarse de lo que Jehú había hecho, huyó y se escondió en Samaria. Sin embargo, los hombres de Jehú lo atraparon, lo llevaron preso ante Jehú, y lo mataron. Como Ocozías había sido nieto de Josafat, que había servido a Dios con toda sinceridad, decidieron enterrarlo. Después de esto ya no hubo en la familia de Ocozías nadie que pudiera ser rey en Judá.

2 Crónicas 22:1-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Para suceder al rey Jorán de Judá, los habitantes de Jerusalén proclamaron rey a Ocozías, su hijo menor. Ocozías llegó al trono porque una banda de árabes llegó al campamento y mató a todos los hijos mayores de Jorán. Ocozías comenzó a reinar cuando tenía veintidós años, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, y era hija de Omri. Pero también Ocozías siguió el mal ejemplo de la casa de Ajab, pues su madre lo aconsejaba a que hiciera lo malo. Para su perdición, Ocozías hizo lo malo a los ojos del Señor, a la manera de la casa de Ajab, pues después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros. Ocozías se dejó llevar por los consejos de ellos, y en alianza con el rey Jorán de Israel, hijo de Ajab, declaró la guerra al rey Jazael de Siria, pero en Ramot de Galaad los sirios hirieron de muerte a Jorán. Este volvió entonces a Jezrel para curarse de las heridas que le habían hecho en Ramot durante el combate contra el rey Jazael de Siria, y como Jorán hijo de Ajab se hallaba enfermo en Jezrel, el rey Ocozías de Judá, hijo de Jorán, fue a visitarlo. Todo esto venía de Dios, para que Ocozías fuera destruido al llegar adonde estaba Jorán, porque en cuanto Ocozías llegó, se unió a Jorán para atacar a Jehú hijo de Nimsi, al cual el Señor había escogido para exterminar a la familia de Ajab. Al dictar Jehú sentencia contra la casa de Ajab, encontró a los jefes de Judá y a los sobrinos de Ocozías, que estaban al servicio de este, y los mató. Luego buscó a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, y cuando lo hallaron, lo llevaron ante Jehú y lo mataron. Pero le dieron sepultura, porque dijeron: «Era hijo de Josafat, quien de todo corazón buscó al Señor.» Y la casa de Ocozías no tenía el poder suficiente para retener el reino.

2 Crónicas 22:1-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había venido con los árabes al campamento, había matado a todos los mayores, por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente. Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición. Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram. Y volvió para curarse en Jezreel de las heridas que le habían hecho en Ramot, peleando contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram, rey de Judá, para visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque allí estaba enfermo. Pero esto venía de Dios, para que Ocozías fuese destruido viniendo a Joram; porque habiendo venido, salió con Joram contra Jehú hijo de Nimsi, al cual Jehová había ungido para que exterminara la familia de Acab. Y haciendo juicio Jehú contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató. Y buscando a Ocozías, el cual se había escondido en Samaria, lo hallaron y lo trajeron a Jehú, y le mataron; y le dieron sepultura, porque dijeron: Es hijo de Josafat, quien de todo su corazón buscó a Jehová. Y la casa de Ocozías no tenía fuerzas para poder retener el reino.

2 Crónicas 22:1-9 La Biblia de las Américas (LBLA)

Entonces los habitantes de Jerusalén hicieron rey en su lugar a Ocozías, su hijo menor, porque la banda de hombres que vinieron con los árabes al campamento había matado a todos los hijos mayores. Por lo cual Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, comenzó a reinar. Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre era Atalía, nieta de Omri. Él también anduvo en los caminos de la casa de Acab, porque su madre fue su consejera para que hiciera lo malo. E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como había hecho la casa de Acab, porque después de la muerte de su padre ellos fueron sus consejeros para perdición suya. Anduvo también conforme al consejo de ellos, y fue con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, a hacer guerra contra Hazael, rey de Aram, en Ramot de Galaad. Los arameos hirieron a Joram, y este volvió a Jezreel para ser curado de las heridas que le habían hecho en Ramot, cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Entonces Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, descendió a visitar a Joram, hijo de Acab, en Jezreel, porque estaba enfermo. La destrucción de Ocozías vino de Dios, por ir a visitar a Joram. Pues cuando llegó, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había ungido para exterminar la casa de Acab. Y sucedió que cuando Jehú estaba ejecutando justicia contra la casa de Acab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías sirviendo a Ocozías, y los mató. También buscó a Ocozías, y lo prendieron cuando estaba escondido en Samaria; lo llevaron a Jehú y lo mataron, pero le dieron sepultura, pues decían: Es hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón. Y no quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino.

2 Crónicas 22:1-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Entonces el pueblo de Jerusalén proclamó como siguiente rey a Ocozías, el hijo menor de Yoram, ya que bandas saqueadoras que llegaron con los árabes habían matado a todos los hijos mayores. Por eso Ocozías, hijo de Yoram, reinó sobre Judá. Ocozías tenía veintidós años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén un año. Su madre se llamaba Atalía y era nieta del rey Omri. Ocozías también siguió el mal ejemplo de la familia del rey Acab, porque su madre lo animaba a hacer lo malo. Hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, igual que la familia de Acab. Los parientes de Acab incluso llegaron a ser asesores de Ocozías después de la muerte de su padre y lo llevaron a la ruina. Siguiendo su mal consejo, Ocozías se unió a Joram, hijo del rey Acab de Israel, en su guerra contra el rey Hazael de Aram en Ramot de Galaad. Cuando los arameos hirieron a Joram en la batalla, él regresó a Jezreel para recuperarse de las heridas que había recibido en Ramot. Como Joram estaba herido, el rey Ocozías de Judá fue a visitarlo a Jezreel. Ahora bien, Dios había decidido que esta visita sería la ruina de Ocozías. Mientras estaba allí, Ocozías salió con Joram para encontrarse con Jehú, nieto de Nimsi, a quien el SEÑOR había designado para destruir la dinastía de Acab. Mientras Jehú llevaba a cabo el juicio contra la familia de Acab, por casualidad se encontró con algunos de los funcionarios de Judá y con parientes de Ocozías que viajaban con él. Entonces Jehú los mató a todos. Luego los hombres de Jehú buscaron a Ocozías y lo encontraron escondido en la ciudad de Samaria. Lo llevaron ante Jehú, quien lo mató. Ocozías recibió un entierro digno, porque la gente decía: «Era el nieto de Josafat, un hombre que buscó al SEÑOR con todo el corazón»; pero ninguno de los sobrevivientes de la familia de Ocozías estaba en condiciones de gobernar el reino.