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Salmo 18:1-26

Salmo 18:1-26 LBLA

Yo te amo, SEÑOR, fortaleza mía. El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable. Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos. ¶Los lazos de la muerte me cercaron, y los torrentes de iniquidad me atemorizaron; los lazos del Seol me rodearon; las redes de la muerte surgieron ante mí. En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de Él llegó a sus oídos. ¶Entonces la tierra se estremeció y tembló; los cimientos de los montes temblaron y fueron sacudidos, porque Él se indignó. Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía; carbones fueron por él encendidos. También inclinó los cielos, y descendió con densas tinieblas debajo de sus pies. Cabalgó sobre un querubín, y voló; y raudo voló sobre las alas del viento. De las tinieblas hizo su escondedero, su pabellón a su alrededor; tinieblas de las aguas, densos nubarrones. Por el fulgor de su presencia se desvanecieron sus densas nubes en granizo y carbones encendidos. El SEÑOR también tronó en los cielos, y el Altísimo dio su voz: granizo y carbones encendidos. Y envió sus saetas, y los dispersó, y muchos relámpagos, y los confundió. Entonces apareció el lecho de las aguas, y los cimientos del mundo quedaron al descubierto a tu reprensión, oh SEÑOR, al soplo del aliento de tu nariz. ¶Extendió la mano desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el SEÑOR fue mi sostén. También me sacó a un lugar espacioso; me rescató, porque se complació en mí. ¶El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios. Pues todas sus ordenanzas estaban delante de mí, y no alejé de mí sus estatutos. También fui íntegro para con Él, y me guardé de mi iniquidad. Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a la pureza de mis manos delante de sus ojos. ¶Con el benigno te muestras benigno, con el íntegro te muestras íntegro. Con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz.

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