Oh Dios de mi alabanza,
no calles.
Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa;
con lengua mentirosa han hablado contra mí.
Me han rodeado también con palabras de odio,
y sin causa han luchado contra mí.
En pago de mi amor, obran como mis acusadores,
pero yo oro.
Así me han pagado mal por bien,
y odio por mi amor.
¶Pon a un impío sobre él,
y que un acusador esté a su diestra.
Cuando sea juzgado, salga culpable,
y su oración se convierta en pecado.
Sean pocos sus días,
y que otro tome su cargo;
sean huérfanos sus hijos,
y viuda su mujer;
vaguen errantes sus hijos, y mendiguen,
y busquen el sustento lejos de sus hogares en ruinas.
Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,
y extraños saqueen el fruto de su trabajo.
Que no haya quien le extienda misericordia,
ni haya quien se apiade de sus huérfanos;
sea exterminada su posteridad,
su nombre sea borrado en la siguiente generación.
¶Sea recordada ante el SEÑOR la iniquidad de sus padres,
y no sea borrado el pecado de su madre.
Estén continuamente delante del SEÑOR,
para que Él corte de la tierra su memoria;
porque él no se acordó de mostrar misericordia,
sino que persiguió al afligido, al necesitado
y al de corazón decaído para matarlos.
También amaba la maldición, y esta vino sobre él;
no se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.
Se vistió de maldición como si fuera su manto,
y entró como agua en su cuerpo,
y como aceite en sus huesos.
Séale como vestidura con que se cubra,
y por cinto con que se ciña siempre.
Sea esta la paga del SEÑOR para mis acusadores,
y para los que hablan mal contra mi alma.