Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo sufriendo con firmeza. De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo.
Lee Romanos 8
Escuchar Romanos 8
Compartir
Comparar todas las versiones: Romanos 8:25-27
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira clips de enseñanzas y más!
Inicio
Biblia
Planes
Vídeos