Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Salmos 32:3-5

Salmos 32:3-5 DHH94I

Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo por mi gemir de todo el día, pues de día y de noche tu mano pesaba sobre mí. Como flor marchita por el calor del verano, así me sentía decaer. Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste.

Video for Salmos 32:3-5