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Salmos 18:1-26

Salmos 18:1-26 DHH94I

1 (2b) Tú, Señor, eres mi fuerza; ¡yo te amo! 2 (3) Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite. 3 (4) Tú, Señor, eres digno de alabanza: cuando te llamo, me salvas de mis enemigos. 4 (5) La muerte me enredó en sus lazos; sentí miedo ante el torrente destructor. 5 (6) La muerte me envolvió en sus lazos; ¡me encontré en trampas mortales! 6 (7) En mi angustia llamé al Señor, pedí ayuda a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mis gritos llegaron a sus oídos! 7 (8) Hubo entonces un fuerte temblor de tierra: los montes se estremecieron hasta sus bases; fueron sacudidos por la furia del Señor. 8 (9) De su nariz brotaba humo, y de su boca un fuego destructor; ¡por la boca lanzaba carbones encendidos! 9 (10) Descorrió la cortina del cielo, y descendió. ¡Debajo de sus pies había grandes nubarrones! 10 (11) Montó en un ser alado, y voló deslizándose sobre las alas del viento. 11 (12) Tomó como escondite, como tienda de campaña, la densa oscuridad que lo rodeaba y los nubarrones cargados de agua. 12 (13) Un fulgor relampagueante salió de su presencia; brotaron de las nubes granizos y carbones encendidos. 13 (14) El Señor, el Altísimo, hizo oír su voz de trueno desde el cielo; granizos y carbones encendidos. 14 (15) Lanzó sus rayos como flechas, y a mis enemigos hizo huir en desorden. 15 (16) El fondo del mar quedó al descubierto; las bases del mundo quedaron a la vista por la voz amenazante del Señor, por el fuerte soplo que lanzó. 16 (17) Dios me tendió la mano desde lo alto, y con su mano me sacó del mar inmenso. 17 (18) Me salvó de enemigos poderosos que me odiaban y eran más fuertes que yo. 18 (19) Me atacaron cuando yo estaba en desgracia, pero el Señor me dio su apoyo: 19 (20) me sacó a la libertad; ¡me salvó porque me amaba! 20 (21) El Señor me ha dado la recompensa que merecía mi limpia conducta, 21 (22) pues yo he seguido el camino del Señor; ¡jamás he renegado de mi Dios! 22 (23) Yo tengo presentes todos sus decretos; ¡jamás he rechazado sus leyes! 23 (24) Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad. 24 (25) El Señor me ha recompensado por mi limpia conducta en su presencia. 25 (26) Tú, Señor, eres fiel con el que es fiel, irreprochable con el que es irreprochable, 26 (27) sincero con el que es sincero, pero sagaz con el que es astuto.