Isaías 23
23
Profecía contra Tiro y Sidón#23.1-8 Cf. Ez 26—28; Jl 3.4-8; Am 1.9-10; Zac 9.1-4; cf. también Mt 11.21-22; Lc 10.13-14. Tiro y Sidón eran importantes puertos de Fenicia, en la costa norte de Palestina (véase Índice de mapas). Los fenicios habían establecido colonias en la isla de Chipre, situada al noroeste de Tiro (v. 1), y durante siglos habían comerciado con el trigo de Egipto (v. 3), transportándolo a distintos destinos, incluso a España, en el extremo occidental del Mediterráneo.
1Profecía contra Tiro:
Las naves de Tarsis#23.1 Tarsis: Véase Sal 48.7(8) n. están gimiendo,
porque el puerto#23.1 El puerto: texto probable; heb. sin casa. ha sido destruido.
El puerto a donde se llegaba de Chipre
ha sido arrasado.
2La gente de Tiro y los comerciantes de Sidón guardan silencio.
Sus agentes atravesaban el mar
3y sus aguas inmensas.
Sacaban sus ganancias
del grano de Sihor, de las cosechas del Nilo,
y comerciaban con las naciones.
4Llénate de vergüenza, Sidón, fortaleza del mar,
pues tendrás que decir:#23.4 Pues tendrás que decir: otra posible traducción: pues el mar dirá; es decir, que el mar, visto como la madre de los marineros, desconocerá a los fenicios, por más que fueran gente de mar.
«Ya no tengo dolores de parto, ya no doy a luz.
Ya no tengo hijos que criar
ni hijas que educar.»
5Cuando llegue la noticia a los egipcios,
se llenarán de angustia por lo que le pasó a Tiro.
6Dirán: «Váyanse a Tarsis,#23.6 Tarsis: considerado entonces como el lugar más lejano del mundo (v. 1). Lo que dirán posiblemente incluye también los vv. 7-8.
pónganse a gemir, habitantes de la costa.»
7¿Es esta la ciudad de origen tan antiguo
y tan amiga de las diversiones?
¿Es esta la que viajaba
para establecerse en lejanas regiones?#23.7 Sobre la importancia del comercio y la influencia de Tiro, cf. Ez 27.1-25.
8¿Quién decretó esto contra Tiro,
la ciudad real,
cuyos comerciantes eran príncipes,
y sus negociantes los más poderosos de la tierra?
9El Señor todopoderoso lo decretó
para humillar todo orgullo
y dejar por el suelo a todos los poderosos de la tierra.
10Pueblo de Tarsis, ponte a cultivar la tierra,#23.10 La tierra: según un ms. antiguo y la versión griega (LXX); otros mss. dicen pasa (o desborda) su tierra como el Nilo .
que el astillero ya no existe.
11El Señor extendió su mano sobre el mar,
hizo temblar a las naciones
y mandó destruir las fortificaciones de Canaán.
12Y dijo a Sidón:
«Déjate de diversiones, muchacha violada.
Aunque resuelvas pasar hasta Chipre,
tampoco allí encontrarás descanso.»
13Miren esta tierra,
tierra destinada a naves.
Los caldeos levantaron torres
y demolieron los palacios de Sidón,
los convirtieron en ruinas.
Ellos fueron los culpables, no Asiria.#23.13 El heb. de este v. es oscuro; se da una traducción probable. Los caldeos: esto es, los babilonios, que infligieron a Tiro una gran derrota (cf. Ez 26.7-14).
14Pónganse a gemir, naves de Tarsis,
porque su fortaleza ha sido destruida.
15En ese tiempo Tiro será echada al olvido durante setenta años, el tiempo que dura la vida de un rey.#23.15 Setenta años: número redondo, que indica un largo período de tiempo (Sal 90.10). Cf. la profecía de Jeremías sobre la duración del exilio en Babilonia (Jer 25.11-12). Al cabo de esos setenta años se le aplicará a Tiro lo que dice aquella canción de la prostituta:
16«Prostituta olvidada,
toma tu arpa, recorre la ciudad,
toca buena música, entona muchos cantos,
a ver si se acuerdan de ti.»#23.16 El profeta se dirige a la ciudad de Tiro como si fuera una prostituta olvidada que ha perdido los encantos de su juventud, y la invita irónicamente a que trate de recuperar su antiguo poderío comercial. Cf. Is 1.7, donde el mensaje profético también se comunica en forma de canción.
17Al cabo de setenta años el Señor volverá a ocuparse de Tiro. Ella volverá a alquilarse y se prostituirá con todos los países de la tierra. 18Pero las ganancias de su comercio serán consagradas al Señor; no serán guardadas ni almacenadas, sino que serán dadas a los que sirven al Señor, para que compren alimentos en abundancia y vestidos finos.#23.17-18 A pesar de su mensaje de condenación, el profeta prevé un tiempo en que Dios permitirá a Tiro restaurar su antiguo comercio, sólo que entonces sus ganancias estarán consagradas al Señor.
Actualmente seleccionado:
Isaías 23: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.