Éxodo 30
30
El altar del incienso#30.1-10 Este altar estaba en el Lugar Santo (véase Ex 26.1-37 n.). La descripción cabría más lógicamente al final del cap. 25.
(Ex 37.25-28)
1»Haz también un altar de madera de acacia, para quemar incienso. 2Tiene que ser cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho, y de noventa centímetros de altura, y los cuernos del altar deben formar una sola pieza con el altar mismo. 3Recubre de oro puro su parte superior, sus cuatro lados y sus cuernos, y ponle un ribete de oro alrededor. 4Ponle también unas argollas de oro debajo del ribete, dos en las esquinas de un lado y dos en las esquinas del otro, para pasar por ellas los travesaños con que va a ser transportado. 5Haz los travesaños de madera de acacia, y recúbrelos de oro. 6Pon luego el altar ante el velo que está junto al arca de la alianza, ante la tapa que lo cubre, donde yo me encontraré contigo. 7Todas las mañanas, a la hora de preparar las lámparas, Aarón quemará incienso aromático sobre este altar, 8y lo quemará también al atardecer, a la hora de encender las lámparas. Esto se hará en la presencia del Señor siempre, a través de los siglos. 9No ofrezcas sobre este altar ningún otro incienso, ni holocaustos, ni ofrendas de cereales, ni tampoco ofrendas de vino derramado. 10Este altar estará completamente consagrado al Señor, y una vez al año#30.10 Una vez al año: referencia al Día del Perdón o de la Expiación, celebrado anualmente (Lv 16). ofrecerá Aarón sobre los cuernos del altar la sangre del sacrificio para obtener el perdón de los pecados. Una vez al año, todos los años, sobre este altar se ofrecerá el sacrificio para obtener el perdón de los pecados.»
El rescate por la vida#30.11-16 Los antiguos israelitas consideraban que el censo atentaba contra una prerrogativa de Dios, ya que él es el único que tiene derecho a conocer el número de sus súbditos (cf. 2 S 24.10-16). Por eso, en este primer censo de Moisés, descrito en detalle en Nm 1, cada israelita tenía que presentar una ofrenda como rescate de su propia vida.
11El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
12«Cuando hagas un censo de los israelitas, cada uno de ellos deberá dar una contribución al Señor como rescate por su vida, a fin de que no haya ninguna plaga mortal con motivo del censo. 13Todo el que sea registrado dará como contribución al Señor cinco gramos de plata, que es la mitad del peso oficial del santuario.#30.13 Cf. Ex 38.25-26; Mt 17.24. Peso oficial del santuario: Lit. siclo del santuario, que es de 20 gueras (equivalente a unos 10 gr.). El siclo, unidad de peso empleada en las transacciones comerciales, variaba según el país, la época y el uso a que se destinaba. El siclo israelita ordinario, a diferencia del siclo del santuario, era de unos 11 g. Véase la Tabla de pesas, monedas y medidas. 14Todos los registrados de veinte años para arriba darán esta contribución al Señor, 15y al dar cada uno al Señor el rescate por su vida, ni el rico dará más de cinco gramos de plata, ni el pobre menos de cinco. 16Así que recogerás la plata que los israelitas den como rescate por su vida, y la entregarás para el culto de la tienda del encuentro. Eso hará que el Señor se acuerde de los israelitas, y de que dieron el rescate por su vida.»
La palangana de bronce#30.17-21 La palangana que servía para las purificaciones rituales se colocaba en el atrio exterior de la tienda del encuentro (véase Ex 27.9-19 n.).
(Ex 38.8)
17El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
18«Haz una palangana de bronce, con su base del mismo metal,#30.18 Cf. Ex 38.8. que sirva para lavarse; ponla entre la tienda del encuentro y el altar, y llénala de agua. 19Aarón y sus hijos sacarán agua de allí para lavarse las manos y los pies. 20Y se los lavarán cuando entren en la tienda del encuentro, y cuando se acerquen al altar para oficiar y presentar al Señor la ofrenda quemada. Así no morirán. 21Para que no mueran, deberán lavarse las manos y los pies. Esta será una ley permanente a través de los siglos para Aarón y sus descendientes.»
El aceite de consagrar
(Ex 37.29)
22El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
23«Escoge tú mismo las mejores plantas aromáticas: unos seis kilos de la mejor mirra, unos tres kilos de canela y unos tres kilos de caña aromática; 24unos seis kilos de casia, pesados según el peso oficial del santuario, y tres litros y medio de aceite de oliva. 25Haz con todo esto el aceite santo de consagrar, de la misma manera que un perfumero prepara sus perfumes. Este será el aceite santo de consagrar, 26y deberás derramarlo sobre la tienda del encuentro, el arca de la alianza, 27la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus utensilios, el altar del incienso, 28el altar de los holocaustos con todos sus utensilios, y la palangana con su base. 29Así los consagrarás y serán cosas santísimas; cualquier cosa que las toque, quedará consagrada.
30»Derrama también de ese aceite sobre Aarón y sus hijos, para consagrarlos como mis sacerdotes, 31y di a los israelitas lo siguiente: “A través de los siglos, este será mi aceite santo de consagrar. 32No lo derramen sobre cualquier hombre común, ni preparen otro aceite igual a este. Es un aceite santo, y como cosa santa deben tratarlo. 33Si alguien prepara un aceite igual a este, o lo derrama sobre cualquier extraño, será eliminado de entre su gente.”»
El incienso
(Ex 37.29)
34El Señor le dijo a Moisés:
«Toma una misma cantidad de las siguientes especias: resina, uña aromática, incienso puro y gálbano aromático,#30.34 Esta resina era probablemente el estacte, un producto que se extrae de la mirra. La uña aromática era el reborde que cierra la valva de ciertos moluscos y que al quemarse produce un olor penetrante. El gálbano era la resina del arbusto llamado férula o cañaheja. 35y prepara con ellas un incienso puro y santo, mezclándolo todo bien, como un perfumero al hacer sus perfumes. 36Muele muy fina una parte, y ponla ante el arca de la alianza, en la tienda del encuentro, o sea donde yo me encontraré contigo. Este incienso será de lo más sagrado para ustedes, 37y no deben preparar para su propio uso otro incienso igual a este que has preparado. Es del Señor, y para ti será una cosa sagrada. 38El que prepare un incienso igual para disfrutar de su aroma, será eliminado de entre su gente.»#30.22-38 Cf. Ex 37.29.
Actualmente seleccionado:
Éxodo 30: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.