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Éxodo 30:11-38

Éxodo 30:11-38 DHH94I

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Cuando hagas un censo de los israelitas, cada uno de ellos deberá dar una contribución al Señor como rescate por su vida, a fin de que no haya ninguna plaga mortal con motivo del censo. Todo el que sea registrado dará como contribución al Señor cinco gramos de plata, que es la mitad del peso oficial del santuario. Todos los registrados de veinte años para arriba darán esta contribución al Señor, y al dar cada uno al Señor el rescate por su vida, ni el rico dará más de cinco gramos de plata, ni el pobre menos de cinco. Así que recogerás la plata que los israelitas den como rescate por su vida, y la entregarás para el culto de la tienda del encuentro. Eso hará que el Señor se acuerde de los israelitas, y de que dieron el rescate por su vida.» El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Haz una palangana de bronce, con su base del mismo metal, que sirva para lavarse; ponla entre la tienda del encuentro y el altar, y llénala de agua. Aarón y sus hijos sacarán agua de allí para lavarse las manos y los pies. Y se los lavarán cuando entren en la tienda del encuentro, y cuando se acerquen al altar para oficiar y presentar al Señor la ofrenda quemada. Así no morirán. Para que no mueran, deberán lavarse las manos y los pies. Esta será una ley permanente a través de los siglos para Aarón y sus descendientes.» El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Escoge tú mismo las mejores plantas aromáticas: unos seis kilos de la mejor mirra, unos tres kilos de canela y unos tres kilos de caña aromática; unos seis kilos de casia, pesados según el peso oficial del santuario, y tres litros y medio de aceite de oliva. Haz con todo esto el aceite santo de consagrar, de la misma manera que un perfumero prepara sus perfumes. Este será el aceite santo de consagrar, y deberás derramarlo sobre la tienda del encuentro, el arca de la alianza, la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus utensilios, el altar del incienso, el altar de los holocaustos con todos sus utensilios, y la palangana con su base. Así los consagrarás y serán cosas santísimas; cualquier cosa que las toque, quedará consagrada. »Derrama también de ese aceite sobre Aarón y sus hijos, para consagrarlos como mis sacerdotes, y di a los israelitas lo siguiente: “A través de los siglos, este será mi aceite santo de consagrar. No lo derramen sobre cualquier hombre común, ni preparen otro aceite igual a este. Es un aceite santo, y como cosa santa deben tratarlo. Si alguien prepara un aceite igual a este, o lo derrama sobre cualquier extraño, será eliminado de entre su gente.”» El Señor le dijo a Moisés: «Toma una misma cantidad de las siguientes especias: resina, uña aromática, incienso puro y gálbano aromático, y prepara con ellas un incienso puro y santo, mezclándolo todo bien, como un perfumero al hacer sus perfumes. Muele muy fina una parte, y ponla ante el arca de la alianza, en la tienda del encuentro, o sea donde yo me encontraré contigo. Este incienso será de lo más sagrado para ustedes, y no deben preparar para su propio uso otro incienso igual a este que has preparado. Es del Señor, y para ti será una cosa sagrada. El que prepare un incienso igual para disfrutar de su aroma, será eliminado de entre su gente.»