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2 CORINTIOS 4

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Proclamar, ante todo, la verdad
1Por eso, conscientes de que Dios nos ha confiado, en su misericordia, este servicio, lejos de darnos por vencidos, 2renunciamos a actuar de forma oculta y avergonzada, así como a proceder con astucia o a falsear el mensaje de Dios. Por el contrario, frente al juicio que puedan hacer de nosotros los demás en la presencia de Dios, proclamamos abiertamente la verdad. 3Y si el mensaje evangélico que anunciamos#4,3: mensaje evangélico que anunciamos: Lit. nuestro evangelio. Ver nota a Rm 1,1. está encubierto, lo está solamente para aquellos que van por el camino de la perdición, 4para esos incrédulos cuya mente está de tal manera cegada por el dios de este mundo#4,4: dios de este mundo: Suponiendo que con esta expresión se designara a Satanás (ver 1 Co 2,6; Ef 2,2; Jn 12,31), nuestro texto es el único en que Satanás recibe el apelativo de “dios”., que ya no son capaces de distinguir el resplandor del glorioso mensaje evangélico de Cristo, que es imagen de Dios.#Col 1,15; Heb 1,3. 5Porque no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor, presentándonos como servidores de ustedes por amor a Jesús. 6Pues el mismo Dios que dijo: Resplandezca la luz desde el seno de las tinieblas es el que la ha hecho resplandecer en nuestros corazones#4,6: de las tinieblas: No es una cita textual de Gn 1,3, sino una acomodación rabínica de dicho pasaje.— en nuestros corazones: Pablo compara la obra creadora de Dios al comienzo de los tiempos (ver Gn 1,3ss) con su propio llamamiento a la fe (ver Hch 9,1-19; Is 9,1)., para que irradiemos la luz del conocimiento glorioso de Dios reflejado en el rostro de Cristo.
Un tesoro en vasijas de barro
7Pero este tesoro lo guardamos en vasijas de barro para que conste que su extraordinario valor procede de Dios y no de nosotros. 8Nos acosan por todas partes, pero no hasta el punto de abatirnos; estamos en apuros, pero sin llegar a ser presa de la desesperación;#6,4-5; 11,23-33; 12,7-10; Rm 8,36-37; 1 Co 15,31. 9nos persiguen, pero no quedamos abandonados; nos derriban, pero no consiguen rematarnos. 10Por todas partes vamos reproduciendo en el cuerpo la muerte dolorosa de Jesús, para que también en nuestro cuerpo resplandezca la vida de Jesús. 11En efecto, mientras vivimos, estamos de continuo en trance de muerte por causa de Jesús para que, a través de nuestra naturaleza mortal, se haga manifiesta la vida de Jesús. 12De modo que en nosotros actúa el poder de la muerte; en ustedes, en cambio, el poder de la vida.
13Pero como tenemos aquel espíritu de fe del que dice la Escritura: Creí y por eso hablé, también nosotros creemos y, en consecuencia, hablamos,#Sal 116,10. 14pues sabemos que quien resucitó a Jesús, el Señor, también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos congregará con ustedes en su presencia.#Rm 8,11; 1 Co 6,14; 15,15.20. 15Todo esto es para el bien de ustedes. Así, cuantos más participen del favor de Dios, tanto más crecerá la acción de gracias para gloria de Dios.
En espera de una vida mejor
16Esta es la razón por la que nunca nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desmoronando, nuestro ser interior#4,16: nuestro ser interior: Ver nota a Rm 7,22. En este pasaje de 2 Co, Pablo utiliza la expresión con un sentido en cierto modo distinto. Ver también 1 Co 12,2; Ef 4,22-24; Col 3,9-10, donde se emplean una serie de fórmulas que, sin ser del todo equivalentes, expresan todas ellas el cambio que la acción de Dios produce en el ser humano. va recibiendo día tras día nueva vida. 17Pues nuestras penalidades de hoy, que son leves y pasajeras, nos producirán para siempre una riqueza#4,17: riqueza: Lit. peso... de gloria: Evoca Pablo el término hebreo kebod que significa al mismo tiempo “peso”, “poder”, “majestad” y, en última instancia, “gloria”. inmensa e incalculable de gloria.#Rm 8,17-18; 1 Pe 1,6-7. 18Y es que nuestro objetivo no son las cosas que ahora vemos, sino las que no vemos todavía. Esto que ahora vemos, pasa; lo que aún no se ve, permanece para siempre.#5,7; Heb 11,1-3.

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