MATEO 26
26
La Pascua de Jesús (26–28)
Complot contra Jesús
(Mc 14,1-2; Lc 22,1-2; Jn 11,43-45)
1Cuando Jesús terminó todos estos discursos, dijo a sus discípulos:
2—Como sabéis, dentro de dos días es la Pascua, y el Hijo del hombre va a ser entregado para que lo crucifiquen.#17,22 y par.; 20,18 y par.; 27,26; Ex 12,1-27; Lc 24,7; Jn 19,16; Rm 4,25; 1 Co 11,23 (ver Ga 2,20; Ef 5,2).
3Por entonces se reunieron los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo en casa de Caifás, el sumo sacerdote. 4Allí tomaron el acuerdo de tender una trampa a Jesús para prenderlo y darle muerte. 5Dijeron, sin embargo:
—No lo hagamos durante la fiesta, a fin de evitar que se altere el orden público.
Unción de Jesús en Betania
(Mc 14,3-9; Jn 12,1-8)
6Estaba Jesús en Betania, en casa de un tal Simón, a quien llamaban el leproso,#Lc 7,36-37. 7cuando una mujer que llevaba un perfume muy caro en un frasco de alabastro se acercó a él y vertió el perfume sobre su cabeza mientras estaba sentado a la mesa. 8Esta acción molestó a los discípulos, que dijeron:
—¿A qué viene tal derroche? 9Este perfume podía haberse vendido por muy buen precio y haber dado el importe a los pobres.
10Pero Jesús, advirtiendo lo que pasaba, les dijo:
—¿Por qué molestáis a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es bueno. 11A los pobres los tendréis siempre entre vosotros, pero a mí no me tendréis siempre.#Dt 15,11. 12Al verter este perfume sobre mí, es como si preparara mi cuerpo para el entierro. 13Os aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie el evangelio, se recordará también a esta mujer y lo que hizo.
Judas traiciona a Jesús
(Mc 14,10-11; Lc 22,3-6)
14Entonces uno de los doce discípulos, el llamado Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes#Za 11,12 (ver Ex 21,32); Jn 11,57. 15y les propuso:
—¿Qué recompensa me daréis si os entrego a Jesús?
Le ofrecieron treinta monedas de plata. 16Desde aquel momento, Judas comenzó a buscar una oportunidad para entregarles a Jesús.
Los discípulos preparan la cena de Pascua
(Mc 14,12-16; Lc 22,7-13)
17El primer día de los Panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
—¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?#ver 1 Co 5,7-8.
18Jesús les contestó:
—Id a la ciudad, a casa de fulano, y dadle este recado: «El Maestro dice: Mi hora está cerca y voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos».#Jn 13,1.
19Los discípulos hicieron lo que Jesús les había encargado y prepararon la cena de Pascua.
Jesús anuncia la traición de Judas
(Mc 14,17-21; Lc 22,14.21.23; Jn 13,21-30)
20Al anochecer, Jesús se sentó a la mesa con los Doce 21y, mientras cenaban, dijo:
—Os aseguro que uno de vosotros va a traicionarme.
22Los discípulos, muy tristes, comenzaron a preguntarle uno tras otro:
—¿Acaso seré yo, Señor?
23Jesús les contestó:
—El que va a traicionarme es uno que come en mi propio plato.#Sal 41,9. 24Es cierto que el Hijo del hombre tiene que seguir su camino, como dicen de él las Escrituras. Sin embargo, ¡ay de aquel que traiciona al Hijo del hombre! Mejor le sería no haber nacido.#11,21; 18,6-7 y par.; Is 53,9; Sal 22,6-7.15.17.
25Judas, el traidor, le preguntó:
—¿Acaso soy yo, Maestro?
Jesús le contestó:
—Tú lo has dicho.
La Cena del Señor
(Mc 14,22-25; Lc 22,14-23; 1 Co 11,23-25)
26Durante la cena, Jesús tomó pan, bendijo a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
—Tomad, comed: esto es mi cuerpo.#14,19 y par.; 15,36 y par.; Jn 6,11; 1 Co 10,16.
27Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias a Dios y la pasó a sus discípulos, diciendo:
—Bebed todos de ella, 28porque esto es mi sangre, con la que Dios confirma la alianza, y que va a ser derramada en favor de todos para perdón de los pecados.#Ex 24,8; Jr 31,31; Za 9,11; Mc 1,4; Lc 1,77; 3,3; 24,47; Hch 2,38; 5,31; 10,43; 13,38; Ef 1,7; Col 1,14; Heb 9,20.22; 10,18. 29Os digo que no volveré a beber de este fruto de la vid hasta el día aquel en que beba con vosotros un vino nuevo en el reino de mi Padre.
30Cantaron después el himno y salieron hacia el monte de los Olivos.
Jesús predice la negación de Pedro
(Mc 14,27-31; Lc 22,31-34; Jn 13,36-38)
31Jesús les dijo entonces:
—Esta noche todos me abandonaréis, porque así lo dicen las Escrituras: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.#26,56; Za 13,7; Jn 16,32. 32Pero después de mi resurrección iré antes que vosotros a Galilea.#28,7.16.
33Pedro le contestó:
—¡Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré!
34Jesús insistió:
—Te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, tú me habrás negado tres veces.#26,69-75 y par.
35Pedro insistió:
—¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo!
Y lo mismo decían los otros discípulos.#Jn 11,16.
Jesús ora en Getsemaní
(Mc 14,32-42; Lc 22,39-46)
36Llegó Jesús, acompañado de sus discípulos, al lugar llamado Getsemaní, y les dijo:
—Quedaos aquí sentados mientras yo voy un poco más allá a orar.#14,23; Lc 6,12; 9,28; Heb 5,7.
37Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentirse afligido y angustiado;#17,1; Mc 5,37; Lc 8,51. 38entonces les dijo:
—Me está invadiendo una tristeza de muerte. Quedaos aquí y velad conmigo.#Jon 4,9; Jn 12,27.
39Se adelantó unos pasos más y, postrándose rostro en tierra, oró así:
—Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
40Volvió entonces adonde estaban los discípulos y, al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:
—¿Ni siquiera habéis podido velar una hora conmigo? 41Velad y orad para que no desfallezcáis en la prueba. Es cierto que tenéis buena voluntad, pero os faltan las fuerzas.#6,13.
42Por segunda vez se alejó de ellos y oró así:#6,10.
—Padre mío, si no es posible que esta copa de amargura pase sin que yo la beba, hágase lo que tú quieras.
43Regresó de nuevo adonde estaban los discípulos, y volvió a encontrarlos dormidos pues tenían los ojos cargados de sueño. 44Así que los dejó como estaban y, apartándose de ellos, oró por tercera vez con las mismas palabras. 45Cuando volvió, les dijo:
—¿Aún seguís durmiendo y descansando? Mirad que ha llegado la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.#Jn 12,23; 13,1; 17,1. 46¡Levantaos, vámonos! Ya está aquí el que me va a entregar.
Jesús es arrestado
(Mc 14,43-50; Lc 22,47-53; Jn 18,3-12)
47Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó Judas, uno de los Doce. Venía acompañado de un numeroso tropel de gente armada con espadas y garrotes, enviada por los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo. 48Judas, el traidor, les había dado esta contraseña:
—Aquel a quien yo bese, ese es; apresadlo.
49Así que apenas llegó, se acercó a Jesús y lo saludó diciendo:
—¡Hola, Maestro!
Y lo besó.
50Jesús le dijo:
—Amigo, lo que has venido a hacer, hazlo ya.
Entonces se abalanzaron sobre Jesús y, echándole mano, lo apresaron. 51De pronto, uno de los que estaban con Jesús sacó la espada y, de un golpe, le cortó una oreja al criado del sumo sacerdote.#Jn 18,26. 52Pero Jesús le dijo:
—Guarda tu espada en su vaina, pues todos los que empuñan espada, a espada morirán.#Gn 9,6; Ap 13,10. 53¿Acaso piensas que no puedo pedir ayuda a mi Padre, y que él me enviaría ahora mismo más de doce legiones de ángeles? 54Pero en ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras según las cuales las cosas tienen que suceder así?#1,22.
55Entonces dijo Jesús a aquel tropel de gente:
—¿Por qué habéis venido a arrestarme con espadas y garrotes, como si yo fuera un ladrón? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me habéis arrestado. 56Pero todo esto sucede para que se cumpla lo que escribieron los profetas.
Y en aquel momento, todos los discípulos de Jesús lo abandonaron y huyeron.#26,31; Za 13,7; Jn 16,32.
Jesús ante el Consejo Supremo
(Mc 14,53-65; Lc 22,54-55.63-71; Jn 18,12-14.19-24)
57Los que habían apresado a Jesús lo llevaron a casa de Caifás, el sumo sacerdote, donde se hallaban reunidos los maestros de la ley y los ancianos. 58Pedro, que lo había seguido de lejos hasta la mansión del sumo sacerdote, entró también y se sentó junto a los criados para ver en qué terminaba todo aquello. 59Los jefes de los sacerdotes y el pleno del Consejo Supremo andaban buscando un testimonio falso contra Jesús para condenarlo a muerte. 60Pero no lo encontraban, a pesar de los muchos testigos falsos que comparecían ante ellos. Finalmente comparecieron dos,#Sal 27,12; 35,11; Hch 6,13. 61que dijeron:
—Este ha afirmado: «Yo puedo derribar el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días».#27,40; Jn 2,19; Hch 6,14.
62Levantándose entonces el sumo sacerdote, dijo a Jesús:
—¿No tienes nada que alegar a lo que estos testifican contra ti?
63Pero Jesús permaneció en silencio. Entonces el sumo sacerdote le conminó:
—¡En nombre del Dios vivo, te exijo que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!#26,31; 27,12.14; Is 53,7; Lc 23,9; Jn 19,8 (ver Hch 8,32).
64Jesús le respondió:
—Tú lo has dicho. Y añadiré que más adelante veréis al Hijo del hombre sentado junto al Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.#24,30; Dn 7,13; Sal 110,1.
65Al oír esto, el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras y exclamó:
—¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testimonios? ¡Ya habéis oído su blasfemia!#Lv 24,16 (ver Jn 19,7). 66¿Qué os parece?
Ellos contestaron:
—¡Que merece la muerte!
67Y se pusieron a escupirle en la cara y a darle puñetazos mientras otros lo abofeteaban 68diciendo:
—¡Adivina, Mesías, quién te ha pegado!#Is 50,6 (ver 53,5.7).
Pedro niega a Jesús
(Mc 14,66-72; Lc 22,56-62; Jn 18,15-18.25-27)
69Entre tanto, Pedro estaba sentado fuera, en el patio. Se le acercó una criada, y le dijo:
—Tú eres uno de los que acompañaban a Jesús, el galileo.
70Pedro lo negó delante de todos, diciendo:
—¡No sé de qué hablas!
71Luego se dirigió hacia la puerta y, cuando salía, lo vio otra criada, que aseguró a los que estaban allí:
—Este también andaba con Jesús de Nazaret.#2,23.
72Otra vez lo negó Pedro, jurando:
—¡No sé quién es ese hombre!
73Algo más tarde se acercaron a Pedro unos que estaban allí, y le dijeron:
—Pues no cabe duda de que tú eres de los suyos; el acento mismo te delata.
74Entonces él comenzó a maldecir y jurar:
—¡No sé quién es ese hombre!
Y al instante cantó un gallo.#26,34. 75Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces». Y saliendo de allí, se echó a llorar amargamente.
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