Salmos 55
55
SALMO 55 (54)
Oración de un perseguido#Sal 55 Súplica individual. Cruelmente perseguido por sus enemigos (v. 3 [4]) y traicionado por su mejor amigo (vv. 13-15), el salmista pide al Señor que lo defienda y libre de sus adversarios.
1Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. Instrucción#55.1 Instrucción: Véase Sal 32. (1a) n. de David.
2Dios mío, escucha mi oración;
no desatiendas mi súplica.
3-4Hazme caso, contéstame;
en mi angustia te invoco.
Me hacen temblar la voz del enemigo
y los gritos de los malvados.
Me han cargado de aflicciones;
me atacan rabiosamente.
5El corazón me salta en el pecho;
el terror de la muerte ha caído sobre mí.
6Me ha entrado un temor espantoso;
¡estoy temblando de miedo!#55.6 Cf. Job 4.14.
7Y digo:
«Ojalá tuviera yo alas como de paloma;
volaría entonces y podría descansar.
8Volando me iría muy lejos;
me quedaría a vivir en el desierto.
9Correría presuroso a protegerme
de la furia del viento y de la tempestad.»#55.7-9 Cf. Jer 9.1.
10Destrúyelos, Señor, confunde su lenguaje,#55.10 Confunde su lenguaje: posible alusión al episodio de la confusión de las lenguas (Gn 11.7-9).
pues tan sólo veo#55.10 Veo: no como un mero espectador, sino como quien sufre la violencia en carne propia. violencia y discordia,
11que día y noche rondan la ciudad.
Hay en ella maldad e intrigas;
hay en ella corrupción;
12sus calles#55.12 Sus calles: lit. su plaza, es decir, el espacio junto a la puerta de la ciudad, donde se hacían los negocios y el tribunal juzgaba los pleitos. están llenas de violencia y engaño.#55.10-12 Cf. Is 1.21-23; Jer 5.1-5; Hab 1.2-4.
13No me ha ofendido un enemigo,
lo cual yo podría soportar;
ni se ha alzado contra mí el que me odia,
de quien yo podría esconderme.
14¡Has sido tú, mi propio camarada,
mi más íntimo amigo,
15con quien me reunía en el templo de Dios
para conversar amigablemente,
con quien caminaba entre la multitud!#55.15 Con quien caminaba entre la multitud, cuando los israelitas iban en peregrinación al templo de Jerusalén. Cf. Dt 16.16-17.
16¡Que sorprenda la muerte a mis enemigos!
¡Que caigan vivos en el sepulcro,#55.16 ¡Que caigan vivos en el sepulcro…!, como sucedió con los partidarios de Coré, según Nm 16.31-33.
pues la maldad está en su corazón!
17Pero yo clamaré a Dios;
el Señor me salvará.
18Me quejaré y lloraré
mañana, tarde y noche,#55.18 Mañana, tarde y noche: lit. tarde, mañana y mediodía, orden que refleja la costumbre oriental de situar el comienzo del día a la caída del sol.
y él escuchará mi voz.
19En las batallas me librará;
me salvará la vida,
aunque sean muchos mis adversarios.
20Dios, el que reina eternamente,
me oirá y los humillará,
pues ellos no cambian de conducta
ni tienen temor de Dios.
21Levantan la mano contra sus amigos;
no cumplen su promesa de amistad.
22Usan palabras más suaves que la mantequilla,
pero sus pensamientos son de guerra.
Usan palabras más suaves que el aceite,
pero no son sino espadas afiladas.
23Deja tus preocupaciones#55.23 Preocupaciones: traducción probable de una palabra que no vuelve a aparecer en el hebreo bíblico; en los escritos rabínicos tiene el significado de cosa muy pesada. al Señor,
y él te mantendrá firme;
nunca dejará que caiga
el hombre que lo obedece.#55.23 Cuando se recitaba este salmo en el templo de Jerusalén, la exhortación y la consoladora promesa contenidas en este v. eran pronunciadas probablemente por un sacerdote o por un profeta cultual. Véase Sal 12.6 n. Cf. Mt 6.25-34; 1 P 5.7. Véase también Confianza en el Índice temático.
24Dios mío,
los asesinos y mentirosos no vivirán
ni la mitad de su vida;
tú harás que caigan al fondo del sepulcro,
pero yo confío en ti.
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