Salmos 126
126
SALMO 126 (125)
¡Haz que cambie nuestra suerte!#Sal 126 Canto de acción de gracias y súplica. Después de haber recordado la acción del Señor en favor de su pueblo, el salmista pide al Señor que lleve a buen término la obra comenzada (v. 4). Cf. Sal 85.
1aCántico de las subidas.#126.1a Cántico de las subidas: Véanse Sal 120 nota *; 120. (1a) n.
1bCuando el Señor cambió la suerte de Sión,#126.1b Cambió la suerte de Sión: otra posible traducción: hizo volver la cautividad de Sión. Véase Sal 85.2 n.
nos pareció que estábamos soñando.
2Entonces nuestra boca y nuestros labios
se llenaron de risas y gritos de alegría;
entonces los paganos decían:
«¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!»#126.2 Los pueblos que se habían burlado de Israel y de su Dios (Sal 79.10; cf. 115.2) tienen que reconocer ahora el poder del Señor, tal como se había anunciado en Ez 36.36.
3Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros,
y estábamos alegres.
4¡Señor, haz que cambie de nuevo nuestra suerte,
como cambia el desierto con las lluvias!#126.4 Como cambia el desierto con las lluvias: lit. como los torrentes del Négueb. El Négueb es un desierto situado al sur de Palestina, cuyos arroyos se secan en verano y vuelven a llenarse de agua en la estación de las lluvias.
5Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
6Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con manojos de trigo entre los brazos.#126.6 Sobre esta metáfora, véase Sal 4.8 n.
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Texto Bíblico: Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1994.