Mientras no te confesé mi pecado, las fuerzas se me fueron acabando de tanto llorar. Me castigabas día y noche, y fui perdiendo fuerzas, como una flor que se marchita bajo el calor del sol.
Leer Salmos 32
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 32:3-4
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos