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Proverbios 22:4-28

Proverbios 22:4-28 TLA

Humíllate y obedece a Dios, y recibirás riquezas, honra y vida. La conducta de los malvados es una trampa para los demás; si te cuidas a ti mismo te apartarás de ella. Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas. El pobre trabaja para el rico; el que pide prestado se hace esclavo del prestamista. Siembra maldad y cosecharás desgracia; con el palo que pegues, serás golpeado. Dios bendice al que es generoso y al que comparte su pan con los pobres. Aleja de ti al buscapleitos y se acabarán los problemas. Al que convence con su sinceridad el rey le brinda su amistad. Dios protege al sabio, pero pone en vergüenza al mentiroso. El haragán siempre pone pretextos para no ir al trabajo; dice que un león en la calle se lo quiere comer. Los besos de la mujer infiel son una trampa sin fondo; Dios no deja sin castigo a los que se enredan con ella. La necedad del niño a golpes se corrige. El rico que roba al pobre para hacerse más rico acabará en la miseria. Presta atención a mis palabras, que son consejos sabios, y ponte a pensar en mis enseñanzas. Si te las aprendes de memoria y las repites al pie de la letra, tendrás una grata experiencia. Confía siempre en Dios. Hoy te doy treinta sabios consejos; los he escrito pensando en ti. Son dignos de confianza, para que sepas responder a quienes te pregunten. No abuses del pobre solo porque es pobre, ni seas injusto con él en los tribunales. Dios es abogado de los pobres, y dejará sin nada a quienes les quiten todo. No te juntes con gente de mal genio ni te hagas amigo de gente violenta, porque puedes volverte como ellos y pondrás tu vida en peligro. No te comprometas a pagar deudas que no sean tuyas, porque si no las pagas te quedarás en la calle. Mantén el tamaño de tu terreno tal como lo recibiste de tus padres.