Isaías dijo: «Jerusalén, tú que nunca has sido madre ni has podido tener hijos, lanza gritos de alegría, entona alegres canciones, porque Dios dice: “Jerusalén, mujer abandonada, tendrás más hijos que la mujer casada”. »Nación de Israel, agranda tu tienda de campaña, extiende las cuerdas y clava bien las estacas, porque te vas a extender de un extremo al otro. Tus hijos conquistarán muchas naciones y ocuparán las ciudades que ahora están deshabitadas. »No tengas miedo, pues no te insultarán ni pasarás vergüenza. Cuando eras joven pasaste la vergüenza de no tener hijos. Después te quedaste sola como una viuda. Pero no volverás a acordarte de tu vergüenza, porque Dios es tu creador y te tomará por esposa. »El Dios santo de Israel es tu salvador; es el Dios todopoderoso y reina en toda la tierra. »Pueblo de Israel, tú eras como una esposa joven, que quedó abandonada y afligida, pero tu Dios vuelve a llamarte y te dice: “Solo por un momento te dejé abandonada, pero con gran ternura te aceptaré de nuevo. ”Cuando me enojé contigo, me alejé de ti por un poco de tiempo, pero muy pronto tuve compasión de ti y te manifesté mi amor eterno”». Dios le dijo al pueblo de Israel: «Después que cubrí toda la tierra con las aguas del diluvio, yo le juré a Noé: “Nunca más habrá otro diluvio”. Del mismo modo, ahora te juro que nunca más me enojaré contigo ni volveré a amenazarte. Las montañas podrán cambiar de lugar, los cerros podrán venirse abajo, pero mi amor por ti no cambiará. Siempre estaré a tu lado y juntos viviremos en paz. Te juro que tendré compasión de ti.
Leer Isaías 54
Compartir
Comparar todas las versiones: Isaías 54:1-10
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos