Entonces Dios le dijo a Moisés: «Extiende el brazo hacia el cielo y ordena que todo Egipto se quede a oscuras. Habrá tanta oscuridad que los egipcios podrán sentirla». Moisés extendió su brazo, y durante tres días todo Egipto quedó a oscuras. Todo estaba tan oscuro que los egipcios no podían verse unos a otros, ni dar un paso sin tropezarse. Sin embargo, en todas las casas israelitas sí había luz. Cuando el rey vio esto, llamó a Moisés y le dijo: —¡Vayan a adorar a su Dios! Pueden llevarse a sus niños, pero dejen aquí sus ovejas y vacas. Moisés le contestó: —De ningún modo. También nuestras vacas y ovejas deben ir con nosotros. No sabemos cuántos sacrificios tendremos que hacer, sino que Dios nos lo dirá cuando lleguemos. Además, también ustedes deben darnos más animales para ofrecérselos a nuestro Dios. Una vez más, Dios hizo que el rey se pusiera terco y no dejara ir a los israelitas. Así que el rey le dijo a Moisés: —¡Largo de aquí! Y más te vale no volver a presentarte ante mí. Si vuelves por acá, mandaré que te maten. Moisés contestó
Leer Éxodo 10
Compartir
Comparar todas las versiones: Éxodo 10:21-29
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos