Daniel decidió no comer ni beber lo mismo que el rey, porque para él eso era un pecado. Por eso le pidió a Aspenaz que no los obligara a pecar ni a él ni a sus amigos, comiendo esos alimentos. Y aunque Dios había hecho que Daniel le cayera bien a Aspenaz, de todos modos Aspenaz le dijo: «El rey ya decidió lo que ustedes deben comer y beber. Y yo le tengo miedo. Si llega a ver que ustedes tienen cara de enfermos, mientras que los otros jóvenes se ven sanos, me mandará matar. Y de eso ustedes tendrán la culpa». Entonces Daniel fue a hablar con quien estaba encargado de cuidar de él y de sus amigos, y le dijo: «Nosotros somos sus humildes servidores. Yo le ruego a usted que haga con nosotros una prueba de diez días. Durante ese tiempo, denos usted de comer solamente verduras, y de beber solamente agua. Pasados los diez días, compare usted nuestra cara con la de los jóvenes que comen lo que come el rey. Entonces podrá usted hacer con nosotros lo que le parezca mejor». El encargado de cuidarlos aceptó hacer lo que Daniel le propuso, y diez días después Daniel y sus amigos se veían más sanos y fuertes que los jóvenes que comían lo mismo que el rey. Entonces el encargado de ellos dejó de darles el vino y la comida que estaban obligados a beber y comer, y en vez de eso les daba a comer verduras. Estos cuatro jóvenes recibieron de Dios mucha inteligencia y sabiduría para entender toda clase de libros y de ciencias. Además, Daniel podía entender el significado de los sueños y las visiones. Cuando se cumplió el plazo que el rey había puesto, Aspenaz llevó a los jóvenes ante el rey Nabucodonosor. El rey conversó con todos los jóvenes, pero no encontró entre todos ellos uno solo tan inteligente como Daniel y sus amigos Ananías, Misael y Azarías. Por lo tanto, los cuatro se quedaron al servicio del rey, haciendo todo lo que el rey les pedía, aunque lo hacían mejor y con más sabiduría que todos los sabios y adivinos del reino juntos. Fue así como Daniel se quedó en Babilonia hasta un año después de la llegada del rey Ciro de Persia.
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3 Dias
"¿Somos influenciados?", es un devocional de 3 días diseñado especialmente para ti. En él hablaremos acerca del tema que ha sido tendencia en nuestra sociedad actual, la influencia. Además, desarrollaremos la pregunta: ¿Quién nos está influenciando?
Ni antes, ni hoy, ni mañana, ¡nunca será fácil guardarse para Dios! Se requiere carácter y mucha fe en Dios y en las convicciones. Este reto es duro pero no imposible. Daniel y sus compañeros nos dan grandes lecciones y en este plan vamos a meditar en sus decisiones.
Este plan devocional de tres días te invita a reflexionar sobre la vida consagrada a Dios a pesar de vivir en una cultura hostil. A lo largo de este devocional, descubrirás cómo la fe inquebrantable y la confianza en Dios te lleva a experimentar Su presencia y protección sobrenatural, incluso en los momentos más difíciles. Entenderás cómo vivir una vida consagrada a Dios puede marcar la diferencia en cualquier circunstancia.
4 dias
No puede el ser humano tener el control absoluto de su vida, sin la ayuda de Dios. Seria en vano dedicar nuestras vidas a El, si podemos controlarnos automáticamente, entonces no lo necesitamos.
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