2 Timoteo 2:8-10

Un soldado debe ser capacitado intelectual y físicamente, pasando pruebas rigurosas y manteniendo una estricta disciplina, con características como lealtad, fidelidad, valor y compromiso. Pablo le dice a Timoteo que un buen soldado de Jesús debe ser fuerte en la gracia de Jesucristo y discipular a otros. Al llegar a Cristo, seguimos disciplinas espirituales que forman nuestro carácter y nos preparan para enfrentar tribulaciones diarias, defendiendo el mensaje del Evangelio.

Si has sido salvo por Jesucristo, has recibido el sello del Espíritu de Dios; es decir, has sido revestido de poder, de una gracia sobrenatural que te entrenará para enfrentar grandes batallas, batallas que te llevarán a avanzar de gloria y en gloria y de victoria en victoria, no sólo como hijo, sino como soldado de Su ejército.

Mi anhelo con este devocional es que puedas contagiarte con gratitud a Dios y a tu semejante, que dejes atrás tus culpas, el miedo y la amargura. Que pidas sabiduría a Dios y en medio del viaje aprendas a disfrutar del recorrido. Que vivas día a día buscando el rostro de Dios.

¿Puede un cristiano olvidarse de Jesús? El apóstol Pablo exhortó al joven Timoteo a no dejar de recordar a Jesucristo. Dado que vivimos en la era de las distracciones todos corremos el riesgo de desenfocarnos de Jesús. A través de este plan devocional quiero invitarte a que redescubras la importancia del conocimiento bíblico de Cristo Jesús y que esto te ayude a desarrollar una vida centrada en él.