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EL EVANGELIO. SEGVN S. LVCAS. 21

21
CAPIT. XXI.
De la lymoſna de la biuda pobre. II. La resta es el mismo argumento que el del cap. 24. de S. Mattheo.
1Y Mirando, vido los ricos que echauan ſus offrendas en el arca de la lymoſna. 2Y vido tambien vna biuda probrezilla, que echaua alli dos minutos. 3Y dixo, Deverdad os digo, que eſta biuda pobre echó mas que todos. 4Porque todos estos, de loque les sobra echaron para las offrẽdas de Dios: mas eſta, de ſu pobreza echó todo ſu sustento que tenia.
5¶ Y à vnos que dezian del Templo, que eſtaua a dornado de hermoſas piedras, y dones, dixo. 6Estas coſas que veys, dias vendrán, que no quedará piedra ſobre piedra que no ſea destruyda. 7Y preguntaronle, diziendo, Maestro, quando ſerá eſto? Y que señal aurá quando estas coſas ayan de comẽçar à ſer hechas? 8 El entõces dixo, Mirad no seays engañados: porque vendrán muchos en mi nõbie, diziẽdo, yo ſoy: y el tiempo eſtá cerca, portanto no vays enpos deellos. 9Empero quãdo oyerdes guerras y sediciones, no os espanteys: porque es menester que estas coſas acontezcan primero. mas no luego sera la fin. 10Entõces les dixo, Leuãtarsehá gente contra gente, y reyno contra reyno: 11Y aurá grãdes terremotos en cada lugar, gar, y hambres, y pestilencias: y aurá prodigios y grandes ſeñales del cielo. 12 Mas antes de todas estas coſas os echarán mano, y perseguirán entregandohos à las Synogas y à las carceles, trayẽdohos à los reyes y à los presidentes por cauſa de mi nombre. 13Y seroshá eſte para testimonio. 14 Poned pues en vuestros coraçones de no pensar antes como ayays de respõder. 15Porque yo os daré boca y ſabiduria, à la qual no podrán reſiſtir ni contradezir todos los que sehos oppondrán. 16Mas sereys entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos: y matarán de vosotros. 17Y sereys aborrecidos de todos por cauſa de mi nombre. 18 Mas vn pelo de vuestra cabeça no perecerá. 19 En vuestra paciencia poſſeereys vuestras vidas. 20 Y quando vierdes à Ieruſalem cercada de exercitos, sabed entonces que ſu destruycion ha llegado. 21Entonces los que estuuieren en Iudea, huygan à los montes: y los que estuuieren en medio deella, vayanse: y los que en las otras regiones, no entren en ella. 22Porque estos ſon dias de vengança: paraque ſe cumplan todas las coſas que eſtan escriptas. 23Mas ay de las preñadas y de las que criã en aquellos dias; porque aura apretura grã de ſobre la tierra, y ira eneste pueblo. 24Y caerán à filo de espada, y serán lleuados captiuos por todas las naciones: y Ieruſalem ſerá hollada de las Gentes hastaque los tiempos de las Gentes ſean cũphdos.
25¶ Entonces aurá ſeñales en el Sol, y en la Luna, y en las eſtrellas: y en la tierra apretura de gentes por la confusiõ del sonido de la mar y de las ondas. 26Secandoſe los hombres à cauſa del temor y de la eſperança de las coſas que ſobreuẽdrán à la redondez de la tierra: por que las virtudes delos cielos ferán cõmouidas. 27Y entonces verán àl Hijo del hõbre, que vẽdrá en la nuue con potestad y magestad grande. 28Y quando estas coſas començaren à hazerse, mirad, y leuãtad vuestras cabeças, porque vuestra redẽcion eſtá cerca. 29Y dixoles tambiẽ vna parabola, Mirad la higuera y todos los arboles: 30Quando ya metẽ, viẽdolos, de vosotros mismos entẽdeys que el verano eſtá ya cerca: 31Ansi tambiẽ vosotros, quando vierdes hazerse estas coſas, entẽded que eſtá cerca el Reyno de Dios. 32Dezierto os digo, que no paſſará eſta generacion, haſta que todo ſea hecho. 33El cielo y la tierra paſſarán, mas mis palabras no paſſarán.
34¶ Y mirad por vosotros, que vuestros coraçones no ſean cargados de glotonia y embriaguez, y de los cuydados deesta vida; y vẽga de repẽre ſobre vosotros aqueldia. 35Porque como vn lazo vẽdrá ſobre todos los que habitã ſobre la haz de toda la tierra. 36Velad pues orando à todo tiẽpo, que seays auidos dignos de euitar todas estas coſas que han de venir: y de eſtar en pie delante del Hijo del hombre. 37Y enseñaua entre dia enel Tẽplo: y de noche, ſaliẽdo estauase enel monte que ſe llama de las Oliuas. 38Y todo el pueblo venia à el por la mañana para oyrlo en el Tẽplo.

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