Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

EL EVANGELIO. SEGVN S. LVCAS. 15

15
CAPIT. XV.
La incomparable charidad de Dios en buscar y saluar àl peccador perdido declara el Señor por tres parabolas. 1. De la oueja perdida buscada del pio pastor. 2. De la drachma buscada de la muger. 3. Del Padre que recibe y haze fiesta àl hijo dissipador de ſus bienes, mas que ſe buelue à el con conocimiento de ſu peccado &c.
1Y Llegauanse à el todos los publicanos y peccadores à oyrlo. 2Y murmurauan los Phariseos y los Escribas, diziendo, Este à los peccados recibe, y con ellos come. 3 Y el les dize eſta parabola, diziendo. 4Que hombre de vosotros, teniendo cien ouejas, ſi perdiere vna deellas, no dexa las nouenta y nueue en el desierto, y vá à laque ſe perdió, hastaque la halle? 5Y hallada la pone ſobre ſus ombros gozoso? 6Y viniendo à caſa, junta à los amigosy à los vezinos, diziendoles, Dadme el para bien: porque he hallado mi oueja que ſe auia perdido? 7Digohos, que anſi aurá gozo en el cielo de vn peccador que ſe emmienda, mas que de nouenta y nueue juſtos, que no han menester emmendarſe. 8¶ O, que muger que tiene diez drachmas, ſi perdiere la vna drachma, no enciẽde el candil, y barre la caſa, y buſca con diligencia, haſta hallar : 9Y quando la ouiere hallado, junta las amigas y las vezinas, diziendo, Dadme el para bien: porque he hallado la drachma que auia perdido. 10Ansi, os digo, que ay gozo en los Angeles de Dios de vn peccador que ſe emmienda. 11¶ Itẽ, dize, Vn hõbre tenia dos hijos: 12Y el mas moço deellos dixo à ſu padre: Padre, da me la parte de la hazienda que me pertenece: Y el les repartió la hazienda. 13Y deſpues de no muchos dias, juntãdo lo todo el hijo mas moço, partióse lexos, à vna prouincia apartada: y alli desperdició ſu hazienda biuiendo perdidamẽte. 14Y deſque lo vuo todo desperdiciado, vino vna grande hambre en aquella prouincia: y començóle à faltar. 15Y fué, y llegóse à vno de los ciudadanos de aquella tierra, el qual lo embió à ſu cortijo paraque apacentaſſe los puercos. 16Y desseaua henchir ſu vientre de las mondaduras que comian los puercos: mas nadie ſe las daua: 17Y boluiendo en ſi, dixo, Quantos jornaleros en caſa de mi padre tienen abũdãcia de pan, y yo aqui perezco de hambre. 18Leuantarmehé, y yré à mi padre, y dezirlehé: Padre, peccado hé contra el cielo, y contra ti: 19Ya no ſoy digno de ſer llamado tu hijo, hazme como à vno de tus jornaleros. 20Y leuantãdoſe, vino à ſu padre. Y como aun estuuieſſe lexos, vidolo ſu padre, y y fué mouido à misericordia: y corriendo à el, derribóse ſobre ſu cuello, y besólo. 21Y el hijo le dixo, Padre, peccado hé contra el cielo, y cõtra ti: ya no ſoy digno de ſer llamado tu hijo. 22Mas el padre dixo à ſus sieruos, Sacad [luego] el principal veſtido, y vestildo: y poned anillo en ſu mano, y çapatos en ſus pies. 23Y traed el bezerro grueſſo, y mataldo: y comamos, y hagamos vanquete. 24Porque eſte mi hijo muerto era, y hà rebiuido: auiase perdido, y es hallado. Y començaron à hazer vanquete. 25Y ſu hijo el mas viejo eſtaua en el cãpo, elqual como vino, y llegó cerca de caſa, oyó la cymphonia y las danças. 26Y llamãdo vno de los sieruos, pregũtóle que era aquello. 27Y el le dixo, Tu hermano es venido: y tu padre hà muerto el bezerro grueſſo, por auerlo recebido saluo. 28Entonces el ſe enojó, y no queria entrar. El padre entonces ſaliendo, rogauale que entraſſe. 29Mas el respondiendo, dixo àl padre, Heaqui, tantos años hà que te siruo, que nunca he traspaſſado tu mandamiento, y nunca me has dado vn cabrito paraque haga vãquete con mis amigos. 30Mas deſque vino eſte tu hijo, que hà englutido tu hazienda con rameras, hasle matado el bezerro grueſſo. 31El entonces le dixo, Hijo, tu siempre estas cõmigo, y todas mis coſas ſon tuyas. 32Mas hazer vanquete y holgar nos era menester: porque eſte tu hermano muerto era, y rebiuió: auiase perdido, y es hallado.

Destacar

Compartir

Copiar

None

¿Quieres guardar tus resaltados en todos tus dispositivos? Regístrate o Inicia sesión