ECCLESIASTE. DE SALOMON. 8
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CAPIT. VIII.
Alabanças de la ſabiduria, y ſus effectos. II. Persuade à la obediencia de los magistrados como en antidotho de loque ha moſtrado arriba de ſu corrupciõ, locura, tyrania, y peruersiõ del derecho. III. Persuade à la obediencia de la ley de Dios, y àl conocimiẽto de ſu Prouidencia cõtra el epicureismo. IIII. Buelue à la tyrania y peruer sos juyzios de los bõbres: y deſcriue el abuso que tienen de la tolerancia de Dios conque los eſpera. V. Concluye de todo, La verdadera felicidad en eſte mundo ſer la que ha dicho, y no otra.
1Qvien como el Sabio? Y quiẽ como el que sabe la declaraciõ de la palabra? Las ſabiduria del hombre hara illustre ſu rostro: y la fuerça de ſu cara ſe mudarà.
2¶ Yo te auiso que guardes el mandamiẽto del rey, y la palabra del juramento de Dios. 3 No te appreſſures à yrte de delante de el: ni estés en coſa mala, porque el hará todo loque quisiere. 4Porque la palabra del rey es ſu potestad: y quien le dirá, Que hazes?
5¶ El que guarda el mandamiẽto, no experimẽtará mal: y el tiempo y el juyzio conoce el coraçon del sabio. 6Porque para todo loque quisierdes ay tiẽpo, y juyzio: porque el trabajo del hombre es grande ſobre el. 7Porque no sabe loque ha de ſer: y quãdo aya de ſer, quien ſe lo enseñará? 8No ay hõbre que tẽga potestad ſobre el viento, para de tener el viento: ni ay potestad ſobre el dia de la muerte; ni ay armas en guerra: ni la impiedad eſcapará àl que la poſſee.
9¶ Todo eſto he viſto, y he pueſto mi coraçon en todo loque ſe haze debaxo del sol, el tiempo en que el hombre ſe enseñorea del hombre para mal suyo. 10Entonces vide tambien impios, que deſpues de sepultados, boluieron: y los que de lugar sancto caminaron, fueron puestos en oluido en la ciudad donde obraron verdad. Esto tambien vanidad es. 11Porque luego no ſe executa sentencia ſobre la mala obra, el coraçon de los hijos de los hombres eſtá lleno en ellos para hazer mal. 12Porque el que pecca, haga mal cien vezes, y le ſea prolongado, aun yo tambien ſe, que los que à Dios temen, aurán bien, los que temieren delante de ſu preſencia. 13Y que el impio nunca aurá bien, ni le serán prolõgados los dias, como sombra: porque no temió delante de la preſencia de Dios. 14Ay otra vanidad que ſe haze ſobre la tierra, Que ay juſtos los quales ſon pagados como ſi bizieran obras de impios: y ay impios, que ſon pagados como ſi bizieran obras de juſtos. Digo que eſto tãbiẽ es vanidad
15¶ Portãto yo alabé el alegria: que no tiene el hõbre bien debaxo del Sol, ſi no que coma, y beua, y ſe alegre: y que eſto ſe le pegue de ſu trabajo los dias de ſu vida, que Dios le dió debaxo del Sol. 16Por loqual yo di mi coraçon à conocer Sabiduria, y a ver la occupacion, que ſe haze ſobre la tierra, que ni de noche ni de dia vee el hombre ſueño en ſus ojos. 17Y vide acerca de todas las obras de Dios, que el hõbre no puede alcãçar obra que ſe haga debaxo del Sol, por laqual trabaja el hombre buscandola, y no la hallará: aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcançar.
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ECCLESIASTE. DE SALOMON. 8: BDO1573
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