Si fueres flojo en el día de trabajo,
Tu fuerza será reducida.
Libra a los que son llevados a la muerte;
Salva a los que están en peligro de muerte.
Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos,
¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones?
El que mira por tu alma, él lo conocerá,
Y dará al hombre según sus obras.
Come, hijo mío, de la miel, porque es buena,
Y el panal es dulce a tu paladar.
Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría;
Si la hallares tendrás recompensa,
Y al fin tu esperanza no será cortada.
Oh impío, no aceches la tienda del justo,
No saquees su cámara;
Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse;
Mas los impíos caerán en el mal.
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
No sea que Jehová lo mire, y le desagrade,
Y aparte de sobre él su enojo.
No te entremetas con los malignos,
Ni tengas envidia de los impíos;
Porque para el malo no habrá buen fin,
Y la lámpara de los impíos será apagada.
Teme a Jehová, hijo mío, y al rey;
No te entremetas con los veleidosos;
Porque su quebrantamiento vendrá de repente;
Y el quebrantamiento de ambos,
¿quién lo comprende?
También estos son dichos de los sabios:
Hacer acepción de personas en el juicio no es bueno.
El que dijere al malo: Justo eres,
Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;
Mas los que lo reprendieren tendrán felicidad,
Y sobre ellos vendrá gran bendición.
Besados serán los labios
Del que responde palabras rectas.