A ti, Señor, seguiré clamando, y jamás dejaré de suplicarte. ¿Qué ganas con que yo muera, con que baje yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo podrá alabarte? ¿Acaso el polvo proclamará tu verdad? ¡Escúchame, Señor, y tenme compasión! ¡Nunca dejes, Señor, de ayudarme!
Leer Salmos 30
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 30:8-10
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos