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Salmos 119:153-176

Salmos 119:153-176 RVC

Mira mi aflicción, y ven a salvarme, pues no me he olvidado de tu ley. ¡Defiéndeme, y ponme a salvo! ¡Dame vida con tu palabra! Los malvados están lejos de tu salvación, porque no buscan tus estatutos. Señor, tú eres muy bondadoso; ¡dame vida de acuerdo a tu justicia! Son muchos los enemigos que me persiguen, pero yo no me aparto de tus testimonios. No soporto ver a esos traidores, porque no obedecen tus palabras. Señor, ¡mira cuánto amo tus mandamientos! ¡Dame vida, conforme a tu misericordia! La verdad es la esencia de tu palabra, y tus juicios son siempre justos. Los poderosos me persiguen sin motivo, pero yo respeto y honro tu palabra. Es tal la alegría que me causa tu palabra que es como hallar un gran tesoro. No soporto la mentira. ¡La aborrezco! Pero amo tus enseñanzas. Siete veces al día te alabo porque tus juicios son siempre justos. Los que aman tu ley viven en completa paz, porque saben que no tropezarán. Señor, espero que me salves; mientras viva, cumpliré tus mandamientos. Toda mi vida he obedecido tus estatutos, pues son el gran amor de mi vida. He cumplido tus mandamientos y tus testimonios pues tú sabes todo lo que hago. Señor, ¡escucha mi clamor! ¡Dame entendimiento, conforme a tu palabra! ¡Que llegue mi oración a tu presencia! ¡Líbrame, como lo has prometido! De mis labios se desbordará la alabanza cuando me hayas enseñado tus estatutos. Con mis labios proclamaré tu palabra, porque todos tus mandamientos son justos. Extiende tu mano para socorrerme, porque he elegido obedecer tus mandamientos. Señor, yo espero que me salves, porque me deleito en tu ley. Concédeme vida para alabarte, y sosténme con tus juicios. Ando sin rumbo, como oveja perdida; ¡ven en busca de este siervo tuyo que no ha olvidado tus mandamientos!