Los contados de la tribu de Rubén fueron cuarenta y seis mil quinientos.
De los hijos de Simeón, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Simeón fueron cincuenta y nueve mil trescientos.
De los hijos de Gad, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Gad fueron cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
De los hijos de Judá, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Judá fueron setenta y cuatro mil seiscientos.
De los hijos de Isacar, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Isacar fueron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.
De los hijos de Zabulón, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Zabulón fueron cincuenta y siete mil cuatrocientos.
De los hijos de José: de los hijos de Efraín fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Efraín fueron cuarenta mil quinientos.
De los hijos de Manasés, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Manasés fueron treinta y dos mil doscientos.
De los hijos de Benjamín, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Benjamín fueron treinta y cinco mil cuatrocientos.
De los hijos de Dan, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Dan fueron sesenta y dos mil setecientos.
De los hijos de Aser, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Aser fueron cuarenta y un mil quinientos.
De los hijos de Neftalí, fueron contados todos los varones mayores de veinte años que podían salir a la guerra, cada uno por su nombre, descendencia y familia, según las familias de sus antepasados.
Los contados de la tribu de Neftalí fueron cincuenta y tres mil cuatrocientos.
Estos fueron los que contaron Moisés y Aarón, con los doce jefes de Israel, uno por cada familia de sus antepasados.
Todos los israelitas mayores de veinte años que fueron contados por las familias de sus antepasados, y que podían salir a la guerra,
fueron un total de seiscientos tres mil quinientos cincuenta.
Los levitas no fueron contados entre ellos según la tribu de sus padres,
porque el Señor habló con Moisés y le dijo:
«La tribu de Leví será la única a la que no contarás, ni llevarás la cuenta de ellos entre los israelitas,
sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y a cargo de todos sus utensilios y de todo lo que le pertenece. Ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y acamparán alrededor del tabernáculo y servirán en él.
Cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando haya de detenerse, los levitas lo armarán; y el extraño que se acerque será condenado a muerte.
Los hijos de Israel acamparán en su respectivo campamento, cada uno junto a su bandera y en el orden de sus ejércitos,
pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no venga la ira sobre la congregación de los hijos de Israel, y se ocuparán de cuidar el tabernáculo del testimonio.»
Y los hijos de Israel hicieron todo conforme a todo lo que el Señor le ordenó a Moisés.